Los Acuerdos de Abraham aíslan a los palestinos y consolidan el régimen de apartheid de Israel
Epígrafe: Expresidente Trump en el Museo de Israel. Jerusalén 23 de mayo de 2017 [Flickr, CC by 2.0.]
Epígrafe: Expresidente Trump en el Museo de Israel. Jerusalén 23 de mayo de 2017 [Flickr, CC by 2.0.]
Los miembros generales de la Asociación de Estudios de Medio Oriente (MESA) están votando una resolución que la alineará con el movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS). Este movimiento fue catalizado por un llamamiento de la sociedad civil palestina para obtener apoyo internacional contra la discriminación sistemática de los palestinos por parte de Israel, la privación de derechos políticos de los palestinos y la prolongación de las consecuencias de la expulsión masiva de los palestinos en 1948.
Durante la segunda mitad del siglo XX existía, aunque precario, orden en el mundo árabe. Este fue representado por la Liga de los Estados Árabes, y la práctica de las cumbres árabes proporcionó cierta apariencia de orden regional.
Todos los arquitectos de los asentamientos de colonos han estado obsesionados con la tierra: quién la ocupa, cómo se cultiva y qué formas de trabajo se requieren para hacerla productiva.
Las transformaciones urbanas en Palestina no se produjeron de forma aislada. Fueron moldeadas por, y formaron parte de, desarrollos más amplios que se desplegaron dentro de sus contextos globales, imperiales y regionales más amplios. Se presentaran destacar algunas de las principales publicaciones académicas que abordan la transformación urbana de Palestina desde el siglo XIX.
Los presidentes estadounidenses condenaron alguna vez los asesinatos de civiles por parte de Israel y amenazaron con sanciones por su ocupación de tierras egipcias. El estado de ánimo político de Estados Unidos (EEUU) cambió rápidamente tras la guerra del 67. Pero podría volver a cambiar a raíz de los informes sobre el apartheid.
Khoury emplea repeticiones a propósito y se basa en oraciones que llevan al lector a callejones sin salida y puntos muertos. La violencia y el trauma representados en la novela de Khoury son sofocantes y entorpecen nuestra capacidad de racionalizarlos. Al apilar estas narrativas en disputa, la novela actúa como un denso sumidero que absorbe cualquier vía hacia la resolución o la justicia.
Pocos temas son tan polarizantes como el conflicto palestino-israelí. Durante décadas, gran parte de lo que se debate o se informa sobre el conflicto dio lugar a controversias y a un aumento de las tensiones. La semana pasada, tras el asesinato de la periodista estadounidense-palestina Shireen Abu Akleh, no fue diferente.
Durante generaciones, la región semiárida de an Naqab estuvo habitada principalmente por tribus beduinas seminómadas hasta que esa vida fue destruida por el colonialismo israelí. Aún así, una fuerte identidad beduina sigue viva en Gaza y en toda la región.
Hace unos años, mi pareja y yo nos casamos por civil y planeábamos visitar a su abuela en Palestina poco después. Ambos somos palestinos, pero somos categorizados de manera diferente por la Autoridad Fronteriza de Israel y su sistema de gestión demográfica.