Saltar al contenido

El Interprete Digital

Confinadas: En el noroeste de Siria, las mujeres periodistas sueñan con aprovechar las oportunidades en el extranjero

Por Sawsan al-Hussein para Syria Direct

Barrera Turquía-Siria  [William John Gauthier / Creative Commons]

Las mujeres periodistas del norte de Siria, que afrontan una amplia gama de retos en su trabajo, esperan tener acceso a oportunidades de desarrollo profesional en el extranjero, pero se ven “confinadas” por las fronteras y la falta de documentos de identidad.

[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]

El 2 de diciembre comenzó en Jordania el 15º foro anual organizado por Arab Reporters for Investigative Journalism (ARIJ), con la participación de unos 3.000 periodistas árabes y extranjeros. El foro anual es una oportunidad importante para los periodistas de diversos países árabes, hombres y mujeres por igual.

Pero asistir en persona es sólo un sueño para los que viven en Siria, sobre todo en zonas fuera del control del régimen. Y para las mujeres periodistas del noroeste, que se enfrentan no sólo a los peligros de trabajar como periodistas en Siria, sino también a una serie de retos adicionales, desde la discriminación formal hasta las barreras sociales, cada oportunidad es importante.

La mayoría de los talleres y foros de medios de comunicación fuera de las fronteras de Siria “excluyen a las periodistas sirias del norte, porque viajar es un obstáculo para ellas”, afirma Aseel al Hamawi (seudónimo), editora en Idlib.

Tras cinco años trabajando localmente como periodista, Aseel está ansiosa por “salir del ámbito local, conocer la prensa árabe e internacional, pero ésta sólo está disponible en Internet”, explica a Syria Direct. Se siente incómoda con lo que califica de “falta de intervención de las partes que apoyan la libertad de prensa” para crear soluciones que permitan a las mujeres periodistas acceder a oportunidades en el extranjero.

En los últimos años, las periodistas del norte de Siria demostraron su capacidad para transmitir la realidad, cubrir y fotografiar acontecimientos, incluso en lugares peligrosos. Al mismo tiempo, desafiaron las condiciones que las rodean, incluida la percepción que la sociedad tiene de su trabajo.

Llegar a este punto fue el resultado del trabajo acumulado, la experiencia y el compromiso de obtener los conocimientos necesarios para crear una prensa libre y profesional. Para ello, los periodistas realizaron talleres locales para perfeccionar sus habilidades, pero muchos esperan participar en actividades en el extranjero como forma de adquirir más experiencia y acceder a oportunidades.

Sin oportunidades en el extranjero

En 2020, la periodista Salwa Abdulrahman asistió a dos talleres de periodismo de investigación en línea organizados por ARIJ. Tenía la esperanza de participar en persona, pero el hecho de que viva en Idlib y no tenga pasaporte válido se interpuso en su camino.

Cuando comenzó el foro de ARIJ de este año, Salwa lo siguió por Internet, deseando de nuevo tener la oportunidad de participar en persona como otras mujeres periodistas árabes. Entre los asistentes al foro había sirios que vivían en el extranjero; se encontró con los nombres de varios de ellos, como el de la periodista siria Ruqayya al Abadi, que vive en Francia.

La sensación de no poder participar por motivos ajenos a su voluntad afecta profundamente a los periodistas de Siria, según Ghadeer al Sheikh. Esta joven de 25 años estudia actualmente en el instituto de medios de comunicación de la Universidad Libre de Alepo, y también colabora con organizaciones periodísticas locales para filmar y escribir reportajes e historias humanitarias.

Ghadeer navega constantemente por las redes sociales en busca de cursos de periodismo para desarrollar sus habilidades. A menudo resulta frustrante. Lee anuncios de cursos de formación o conferencias de prensa en otros países árabes, “oportunidades con las que sueño, pero serán para personas que no son mujeres sirias, debido a las circunstancias políticas que no nos permiten salir de nuestro país”, explica a Syria Direct.

Las mujeres periodistas del norte de Siria están “confinadas”, dice, aunque las inviten a una conferencia o a un taller fuera del país, no pueden viajar. En el caso de Ghadeer, es porque no tiene pasaporte.

Alternativas en línea inadecuadas

La mayoría de las organizaciones y plataformas de periodismo y formación se volcaron en la organización de conferencias y foros a distancia, o añaden esta opción como complemento a los eventos presenciales para dar cabida a quienes no pueden asistir físicamente.

Las opciones en línea aumentan la capacidad de las periodistas sirias para participar en talleres de formación y conferencias. Pero no ofrecen las mismas oportunidades de creación de redes y coordinación que tendrían participando en persona.

Maisa al Mahmoud, activista independiente y periodista, dijo que asistió a dos seminarios virtuales con otras periodistas árabes, pero “eran más como conferencias”. Ambos eventos “adoptaron el estilo de una conferencia, y sólo hubo un ligero intercambio de ideas, o de adquisición de experiencia por parte de los asistentes”, declaró a Syria Direct.

Nour Mahmoud, periodista siria de 20 años que colabora con varios medios locales, hizo las paces con la asistencia a actividades en línea, y organiza su vida en consecuencia. Utiliza un calendario y activa una alarma en su teléfono para no perderse las reuniones, talleres y cursos que le interesan y se adaptan a su agenda.

Pero Rahaf Idlibi, periodista independiente de Jabal al-Zawiya, en el sur de Idlib, desplazada a la campiña del norte de Idlib, no se conforma con las alternativas en línea. Subraya que es su derecho “asistir a las conferencias árabes, oír y ser oída, hablar y debatir, entablar nuevas relaciones”. Este tipo de compromiso “no está disponible a través de Internet, porque en línea seguimos siendo oyentes inactivos”, afirmó.

De las 10 mujeres periodistas con las que habló Syria Direct, dos dijeron que habían recibido invitaciones para asistir a seminarios presenciales fuera de Siria, pero que no habían podido asistir por carecer de documentos oficiales de identidad.

Fátima Haj Musa, licenciada por el antiguo Instituto Técnico de Medios de Comunicación de la Universidad de Idlib, es una de ellas. Tuvo la oportunidad de asistir a una formación impartida por Al Yazira en Qatar, pero “no pude asistir porque no tengo pasaporte”, declaró a Syria Direct. Haj Musa señaló que sus colegas varones sufren el mismo problema.

Turquía, la única opción

La imposibilidad de las periodistas de asistir a actos en el extranjero pone de relieve una crisis mayor de documentos de identidad que afecta a las zonas opositoras del noroeste de Siria, donde viven más de cuatro millones de personas, la mitad de las cuales son desplazados internos.

El núcleo del problema es que los civiles de las zonas opositoras no pueden obtener documentos de identidad reconocidos internacionalmente, ya que estos documentos los expide el régimen sirio. Acceder a las zonas controladas por Damasco para obtener pasaportes y documentos de identidad es un riesgo para la seguridad, especialmente para los periodistas, tanto hombres como mujeres.

Las autoridades de facto del noreste y noroeste de Siria intentaron crear documentos alternativos, expidiendo tarjetas de identificación personal, libros de familia y documentos de propiedad inmobiliaria. Pero un pasaporte válido sólo puede obtenerse en las instituciones del régimen, representadas por el Departamento de Inmigración en las zonas controladas por Damasco, o en sus embajadas en el extranjero.

“La expedición de pasaportes es una cuestión de soberanía, y hasta ahora ni los órganos políticos [de facto] ni su legitimidad han sido reconocidos como para que se les permita expedir pasaportes”, dijo el abogado Ghassan Akoub a Syria Direct.

En las zonas fuera del control del régimen, uno de los mayores retos a los que se enfrentan los sirios es la falta de una entidad legal reconocida internacionalmente que pueda proporcionar a los ciudadanos sus derechos civiles más básicos. Por ejemplo, expedir una licencia matrimonial o una declaración de registro civil que sea reconocida fuera de las fronteras de Siria.

Como Turquía es el único país fronterizo con el norte de Siria, y se puede cruzar en casos excepcionales, es la única opción para que las periodistas asistan a cursos o talleres de prensa en el extranjero.

En teoría, las periodistas pueden obtener pasaportes de la embajada siria en Turquía para viajar a otros lugares, pero esta opción sólo está disponible para los refugiados que viven en Turquía y son titulares de permisos de residencia expedidos por el gobierno turco.

¿Quién puede intervenir?

A la pregunta de qué parte esperan que les preste apoyo para ayudarles a asistir a actividades presenciales en otros Estados árabes, los periodistas sirios con los que habló Syria Direct tuvieron opiniones diversas.

Munira Baloush, periodista afincada en el noroeste de Siria, dijo que espera que “cualquier organización de medios de comunicación extranjeros que apoye la actividad de la prensa tenga capacidad para enviar invitaciones y facilitar nuestra salida [de Siria], en coordinación con los gobiernos y las administraciones”.

Haneen al Sayyed, periodista de la campiña septentrional de Alepo, afirmó que “es necesaria una entidad de prensa única que represente realmente a los periodistas de ambos sexos y desempeñe su papel como cuarto poder”. Con una entidad así, “las mujeres periodistas podrían acceder a su derecho a salir del país para seguir su camino en el desarrollo profesional”.

Pero algunos no ven otra solución que las autoridades gubernamentales faciliten los desplazamientos de los periodistas a través de las fronteras. En el noroeste de Siria, eso significa el Gobierno de Salvación Sirio (GSS), respaldado por Hayat Tahrir al Sham (HTS), y el Gobierno Provisional Sirio (GPS), respaldado por Turquía, además del gobierno turco al otro lado de la frontera.

“Una tarjeta de prensa transfronteriza es una buena opción”, afirmó al-Sayyed. Un documento así permitiría “a su portador cruzar la frontera para asistir a una conferencia o seminario, y le protegería cuando hubiera peligro para su vida o su familia”.

No es una idea descabellada. Al Sayyed basa su propuesta en experiencias de otros sectores. Por ejemplo, “existe una tarjeta de comerciante que da derecho a su titular a entrar en territorio turco durante un periodo determinado en el plazo de un año, un máximo de tres meses”, explicó.

En teoría, existen varias entidades periodísticas en el noroeste de Siria, o que pueden acceder a la región, que tienen la responsabilidad de defender a los periodistas.

Una de ellas, la Red de Periodistas Sirias, se ocupa específicamente de las mujeres periodistas. Otra es la Unión Siria de Medios de Comunicación. Desde su fundación en 2017, se afiliaron a ella 60 trabajadoras de los medios de comunicación, dos de las cuales son miembros de su Secretaría General.

Jalal Talawi, jefe de la Unión Siria de Medios de Comunicación, dijo a Syria Direct que en el pasado, especialmente en 2019 y 2020, pudo llevar a algunos periodistas del noroeste de Siria a Turquía, “ya sea para asistir a conferencias o cursos de formación, o para recibir tratamiento [médico]”, en coordinación con las autoridades turcas.

En noviembre, la Universidad de Estambul comenzó a impartir un curso de diplomatura en medios de comunicación en línea, en el que participan miembros de los medios de comunicación del noroeste de Siria, explicó Talawi. La graduación, dentro de tres meses, exige que los participantes asistan en persona para obtener el certificado, por lo que el sindicato está intentando coordinarse con Turquía para que les permita entrar en el país.

Muataz al Jattab, director de la Unión de Medios de Comunicación de Alepo y su Departamento, describió la entidad que dirige como “un órgano independiente de medios de comunicación civiles, y una de sus funciones es crear oportunidades de comunicación y creación de redes para los profesionales de los medios de comunicación con todas las entidades interesadas dentro o fuera de Siria”. Sin embargo, “asegurar el tránsito a Turquía no es fácil para ningún organismo dentro de Siria”, dijo.

En consecuencia, el sindicato designó a miembros de los medios de comunicación para que asistan a talleres internacionales y cursos de formación para la prensa, pero sólo en línea, explicó al Jattab. Los lugares de las formaciones, fuera de Siria, estaban fuera de su alcance.

Este informe se ha elaborado en el marco del proyecto “Contra la discriminación”, con el apoyo de Free Press Unlimited (FPU). Syria Direct es el único responsable de su contenido, que no refleja necesariamente las opiniones de FPU.

[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]

Sawsan al-Hussein es un periodista sirio que escribe para varios medios de comunicación y reportajes de las comunidades sirias en el norte del país, como en Turquía.

N.d.T.: El artículo original fue publicado por Syria Direct el 20 de diciembre de 2022.