Por Shir Hever para Mondoweiss
Los académicos y activistas que apoyan los derechos de los palestinos, ¿promueven a veces involuntariamente la industria armamentística israelí? La maquinaria de propaganda militar israelí es famosa por utilizar la ocupación como “laboratorio” o “escaparate” de sus armas recién desarrolladas, esto crea un dilema para los activistas que se oponen a las exportaciones de armas israelíes.
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Los académicos y activistas están moralmente obligados a poner en relieve los crímenes cometidos por las fuerzas israelíes. Pero al señalar la destrucción, el sufrimiento y la muerte causados por estas armas, los activistas pueden reproducir inadvertidamente exactamente la propaganda que permite a Israel vender sus tecnologías de muerte, destrucción y represión.
Para evitar caer en la trampa de la exageración israelí, debemos dar un paso atrás y observar los métodos israelíes de opresión y violencia de Estado a lo largo del tiempo. Recientemente, las fuerzas israelíes en Cisjordania volvieron a los métodos de hace 20 años, de la segunda Intifada, con un helicóptero Apache rociando de balas a toda una multitud. La tecnología está retrocediendo.
Los programas espía son un buen ejemplo de ello. Las empresas israelíes de programas espía recibieron autorizacióngubernamental para vender programas espías al mejor postor, o regímenes autoritarios con los que el gobierno israelí quería mejorar sus relaciones. Esto no convierte al spyware en una tecnología israelí: las organizaciones de inteligencia de Estados Unidos, Rusia y otros países con acceso a spyware simplemente no lo ponen a la venta en el mercado.
En su libro “El laboratorio palestino”, Antony Loewenstein analiza cómo se fabrica este despliegue publicitario para impulsar las ventas de las empresas armamentísticas israelíes. Al igual que, Rhys Machhold quien advirtió sobre textos críticos contra los crímenes israelíes que son subvertidos en material promocional por las mismas empresas que los activistas intentan detener.
Más allá de la máquina de propaganda israelí
El desarrollo más reciente de la máquina del despliegue publicitario es la inteligencia artificial. El rápido desarrollo de la inteligencia artificial con capacidad de aprendizaje y adaptación suscita tanto asombro como temor en los medios de comunicación y las redes sociales, por lo que no es de extrañar que las instituciones israelíes de apartheid ya estén tratando de marcarse a sí mismas como las precursoras.
En su artículo para 972 Magazine, Sophia Goodfriend advierte del uso de la inteligencia artificial por parte del ejército israelí, pero su única fuente para esta afirmación es el propio ejército israelí. En junio de 2022, la mayor empresa armamentística de Israel, Elbit Systems, mostró su nuevo sistema de un enjambre de robots asesinos llamado Legion-X, etiquetándolo como “impulsado por IA”. El arma es realmente aterradora. Sin embargo, es importante destacar, que el Legion-X contiene menos funciones de IA que un coche autoconducido y que no existen pruebas de que vaya a ser más o menos letal que cualquier otra unidad militar que opere en un barrio civil en territorio ocupado.
Netanyahu pronunció un apasionado discurso sobre Israel como líder mundial en investigación de IA, que contiene tanta verdad como cualquier otro discurso de Netanyahu. El consejero delegado de Open AI y uno de los desarrolladores más famosos del sistema Chat GPT, Sam Altman, rechazó la oportunidad de reunirse con Netanyahu durante un viaje previsto a Israel a principios de junio. Netanyahu se apresuró entonces a anunciar que Israel contrataría a NVIDIA, una empresa cuyas acciones se estaban disparando debido a su implicación con la IA, para construir un superordenador para el gobierno israelí. Los planes se desecharon a los pocos días cuando se hizo evidente que la idea de construir el superordenador se basaba en un capricho y no en ningún estudio de viabilidad. Curiosamente, la cancelación del megaproyecto se publicó en hebreo, pero no en los medios de comunicación en lengua inglesa.
El miedo a la IA alimenta un animado debate sobre los peligros de la IA, con destacados estudiosos de la IA como Eliezer Yudkowsky dando la voz de alarma y advirtiendo de que el desarrollo no supervisado de la IA debería considerarse tan peligroso como las armas de destrucción masiva. Los debates sobre los peligros de la IA se centran en el peligro que suponen las armas autónomas, o el hecho de que la IA tome el control de sistemas enteros para alcanzar un objetivo que le ha asignado un operador imprudente. El ejemplo más común es la hipotética orden a un potente sistema de IA de “resolver el cambio climático”, un escenario en el que la IA procede rápidamente a exterminar a los seres humanos, que son, lógicamente, la causa del cambio climático.
Como era de esperar, el debate israelí sobre la IA es muy diferente. El ejército israelí afirma haber instalado ya un cañón autónomo en Hebrón, pero Israel va a la zaga de la UE, el Reino Unido y Estados Unidos en lo que respecta a la regulación de la IA para minimizar los riesgos. Israel ocupa el puesto 22 en el Índice de Preparación para la IA de Oxford Insights. En octubre de 2022, la ministra israelí de Tecnología e Innovación, Orit Farkash-Hacohen, declaró que no es necesaria ninguna legislación para regular la IA.
Sin embargo, las armas autónomas o la rebelión de los robots no son el mayor riesgo que plantean los nuevos avances de la IA. En mi opinión, el modelo lingüístico, a menudo denominado Chat GPT, y la capacidad de fabricar imágenes, sonido y vídeo, lo suficientemente realistas como para parecer documentación auténtica, pueden dar un poder ilimitado a los usuarios de la IA que sean lo suficientemente ricos como para comprar un acceso sin restricciones.
En una conversación con Chat GPT, si intenta sacar a relucir temas arriesgados, el programa le informará de que si le contesta infringirá las directrices. Chat GPT tiene el poder de recopilar información privada sobre individuos, recopilar información sobre cómo fabricar explosivos peligrosos, armas químicas o biológicas, y lo más peligroso, Chat GPT sabe cómo hablar de forma convincente a los seres humanos y hacerles creer una cierta mezcla de verdad y mentira que puede influir en su política. Lo único que impide a los usuarios de Chat GPT causar estragos son las salvaguardas instaladas por los desarrolladores, que pueden eliminar con la misma facilidad.
Empresas de desinformación como Cambridge Analytica demostraron cómo se pueden influir en las elecciones distribuyendo noticias falsas y, lo que es más importante, adaptando la información falsa a las personas, utilizando datos recopilados sobre su edad, sexo, situación familiar, aficiones, gustos y aversiones, para influir en ellas. Aunque Cambridge Analytica acabó saliendo a la luz, el grupo israelí Archimedes Group, que trabajó con ellos, nunca salió a la luz ni rindió cuentas. Un reciente informe de Forbidden Stories reveló que el Grupo Arquímedes sigue vivo como toda una industria de desinformación y manipulación electoral con sede en Israel, pero que opera en todo el mundo. Las empresas de desinformación ya utilizan formas rudimentarias de IA para crear ejércitos de avatares falsos, que difunden desinformación en las redes sociales. Los candidatos que pueden permitirse destruir la reputación de sus oponentes pueden comprar su acceso a cargos públicos. Es ilegal, pero el gobierno israelí optó por permitir que este sector opere libremente fuera de Israel.
A la cabeza del mal uso de la IA
Recientemente, Janes, Blackdot e incluso el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos han debatido los riesgos éticos que plantea la OSINT (inteligencia de fuentes abiertas). El espionaje, qué implica el robo de información y la vigilancia secreta, es arriesgado e ilegal, pero mediante la recopilación de información que está disponible públicamente a partir de fuentes abiertas, como periódicos, medios sociales, etc., los espías pueden construir perfiles completos sobre sus objetivos. Una operación OSINT de una agencia de inteligencia en un país extranjero requiere una gran cantidad de tiempo, esfuerzo y dinero. Habría que reunir a un equipo de agentes que hablen el idioma y entiendan las costumbres locales para, a continuación, recopilar minuciosamente información sobre un objetivo, que luego podría utilizarse para un asesinato de carácter, o incluso un asesinato propiamente dicho.
Una vez más, Israel no es líder en OSINT, pero sí en el uso sin escrúpulos de estos métodos para obtener dinero. La empresa israelí Black Cube, creada por antiguos agentes del Mossad, ofreció sus servicios a delincuentes como Harvey Weinstein, e intentó llevar a cabo una difamación de las mujeres que le denunciaron. Por suerte, Black Cube fracasó en la mayoría de sus proyectos. Sus mentiras no eran lo bastante creíbles, sus excusas demasiado obvias, la información que recopilan era demasiado incompleta.
Con las nuevas capacidades de la IA, todo esto cambia. Cualquiera que pueda sobornar a los proveedores de IA para desactivar las restricciones éticas de la IA tendrá el poder de llevar a cabo una operación OSINT en cuestión de minutos, lo que normalmente requeriría semanas y un equipo de docenas de humanos. Con este poder, la IA puede utilizarse no sólo para matar personas con armas autónomas, sino, lo que es mucho más grave, la IA puede desempeñar un rol subversivo, influyendo en el proceso de toma de decisiones de los seres humanos en su capacidad para distinguir entre amigos y enemigos.
Las organizaciones de derechos humanos y los expertos de la ONU reconocen hoy que el Estado de Israel es un régimen de apartheid. Las autoridades israelíes no necesitan a AI para matar a civiles palestinos indefensos. Sin embargo, sí necesitan a AI para justificar sus acciones injustificables, para dar la vuelta a la matanza de civiles como “necesaria” o “daños colaterales” y para evitar la rendición de cuentas. Los propagandistas humanos no fueron capaces de proteger la reputación de Israel: es una tarea demasiado difícil para un ser humano. Pero Israel espera que la IA pueda tener éxito donde los seres humanos fracasaron.
No existen motivos para pensar que el régimen israelí tenga acceso a tecnología de IA distinta de la disponible en el mercado comercial, pero sí los hay para creer que llegará hasta donde haga falta y cruzará cualquier línea roja para mantener el apartheid y el colonialismo de colonos contra el pueblo palestino. Con los nuevos modelos lingüísticos de IA disponibles, como Chat GPT, lo único que se interpondrá entre este régimen y su objetivo es que los desarrolladores de IA reconozcan el riesgo de armar a un régimen de apartheid con una tecnología tan peligrosa.
El comandante de la policía secreta de Israel, Ronen Bar, anunció que esto ya está ocurriendo y que la IA se utiliza para tomar decisiones autónomas en línea y vigilar a las personas en las redes sociales, con el fin de culparlas de delitos que aún no cometieron. Es una llamada de atención que Israel ya esté utilizando la IA como arma. Prevenir el daño causado por la IA sólo es posible, sin embargo, si nos tomamos el tiempo necesario para comprenderla.
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Dr. Shir Hever es experto en los aspectos económicos de la ocupación israelí del territorio palestino. Es director de la Alianza por la Justicia entre Israelíes y Palestinos (BIP) y coordinador del embargo militar del Comité Nacional de Boicot (BNC). Publicó dos libros y constantemente dio conferencias sobre diversos temas relacionados con su investigación.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Mondoweiss el 1 de julio de 2023.
