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El Interprete Digital

Las mujeres jóvenes imaginan una Palestina liberada

Por Zain Assaf para Institute for Palestine Studies

Cartel de ‘Palestina’. [Squirmelia/Creative Commons]

Una de las muchas formas en que el colonialismo de colonos impone el poder es controlando la percepción de la realidad de las personas colonizadas, obligándolas a creer que el actual status quo es permanente y que imaginar más allá de ese estado es imposible. Esto es exactamente lo que Israel está haciendo con los palestinos dentro y fuera de Palestina.

[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]

Israel se esfuerza por evitar que los palestinos tengan esperanza o estén contentos. Ya sea agrediendo a corredores de maratón, como aquellos que se encontraron con granadas paralizantes y balas de goma mientras corrían por los asediados barrios de Sheikh Jarrah y Silwan en Jerusalén, confiscando cometas o rociando aerosol sobre arte, los israelíes constantemente intentan aplastar el espíritu palestino. Los palestinos también se enfrentan a intentos de censura fuera de línea en los campus y lugares de trabajo y en línea a través de Instagram y Facebook. Pero no importa cuántas veces lo intente Israel, la mente palestina no puede ser ocupada.

Los palestinos imaginaron radicalmente una Palestina liberada a través de la poesía, como la de Harun Hashim Rashid, la narración, que aparece en Palestine +100, conversaciones comunitarias como las que se llevan a cabo en ClubHouse, o las redes sociales, como se vio recientemente con el hashtag de Twitter #Tweet_Like_It’s_Free (n.d.t.: tuiteá como si fuera libre)… ‘eso’ siendo Palestina.

En una entrevista con Palestine Square, tres jóvenes palestinas que viven en la diáspora de Medio Oriente y el norte de África compartieron sus percepciones de una Palestina liberada.

Imágenes de una Palestina libre

Amina

Amina Ali, de 21 años, está cursando su último año en la Universidad Americana de Beirut. Ali habló con Palestine Square a través de Zoom, desde Jadra, un pueblo costero que está a solo siete minutos en automóvil de Sidón, El Líbano. Habló sobre la aldea de la que proviene en Palestina llamada Suhmata.

“[Está] ubicada en el distrito de Akka. En realidad, está a 30 minutos en automóvil de la frontera libanesa, lo cual es muy triste. Nunca estuve [allí] porque [viví] en El Líbano toda mi vida”, dijo Ali, con una sonrisa en su rostro.”

La aldea de Ali, Suhmata, fue una de las muchas aldeas que fueron limpiadas étnicamente durante la Nakba en 1948.

La pared detrás de Ali estaba cubierta de fotografías y carteles de y sobre Palestina. Ella describió esa pared como su santuario. Un póster era el mapa de Palestina con las palabras ‘Regreso a Haifa’ en la parte superior, haciendo referencia a la famosa novela del mismo título de Ghassan Kanafani.

Antes de atender la llamada con este escritor, Ali estaba escuchando una canción de amor llamada Le’Bnaya (la hija) del productor musical palestino Marwan Asad.

“Me pregunto [cómo] sería si mis hijos se casaran en Palestina. ¿Cómo se vería Suhmata? ¿Estaría yo allí? ¿Tendría un apartamento en alguna parte? ¿Estaría viviendo en la ciudad? ¿Estaría viviendo en el pueblo?”, reflexionó.

Sin embargo, incluso en esta imaginación radical de una Palestina liberada, Ali tuvo en cuenta los profundos problemas sociales que enfrenta la comunidad palestina. “Quiero imaginar una Palestina que no esté necesariamente libre de todos estos problemas, pero que esté trabajando activamente [para resolverlos]”, señaló.

Ali también se refirió a la importancia de la imaginación colectiva palestina, a pesar de la dispersión de su diáspora.

“El hecho de que hayamos crecido en diferentes lugares que no son Palestina, incluso [dentro] del mismo país, crecimos en diferentes lugares, [pero eso] no significa que no podamos imaginarnos algo juntos”, comentó Ali.

Ali hizo un esfuerzo por imaginarse a sí misma en su tierra ancestral, pero aún así encontró desafiante el acto de materializar lo que podría existir.

“Tal vez no nos permitimos como palestinos soñar [tanto] porque tenemos miedo, nos decepcionamos demasiadas veces”, añadió.

Noura

Noura Al Shanti, de 20 años, también proviene de las aldeas ahora demolidas de al Jiyya y Bir el Sabe. Si bien su padre pasó la mayor parte de su adolescencia en Gaza, ella creció en El Cairo.

Aunque lleva un documento de viaje palestino y pudo visitar Gaza, nunca estuvo en su hogar ancestral en las aldeas.

“Todo lo que sé [sobre al Jiyya y Bir el Sabe] es lo que sé de mis abuelos, como lo verde que era, cómo solía vivir la gente, cómo la vida era más simple en ese entonces. Puedo imaginar lo que dicen, siento que construí mi propia Palestina en mi cabeza”, dijo Shanti.

Shanti contó que sus abuelos veían su refugio en Gaza y Egipto como algo temporal.

“Cuando [mi abuelo] estaba en su lecho de muerte, lo recuerdo diciendo: ‘viví toda mi vida diciendo que serían solo dos meses, tres meses, un año y luego mi edad me pasó, y nunca estuve de vuelta en casa’. Eso fue [tan] desgarrador. Yo estaba como, ¿dónde está el hogar Jedo? Sabes, ¿dónde está el hogar?”, la voz de Shanti se quebró. 

El hogar ancestral de Shanti en al Jiyya era lo suficientemente grande como para que entrara  su familia en crecimiento.

“[Me imagino] que siempre desayunábamos juntos. Nuestra casa está junto al mar. Tendríamos zaatar (n.d.t.: mezcla de especias típica de algunas comidas de Medio Oriente), aceitunas y té con salvia en nuestra mesa todo el tiempo”, comentó.

El estado de vida temporal es común entre los palestinos en el exilio.

Farah

Farah Ali, de 19 años, es una residente en Doha, Qatar. Ella imagina que una Palestina liberada librará a los palestinos de todas las cosas temporales.

“Me imagino algo permanente”, dijo Farah, jugueteando con su collar de plata del mapa palestino.

Los abuelos de Farah se convirtieron en desplazados internos en Palestina después de la Nakba. Luchando por sobrevivir, buscaron oportunidades laborales en Kuwait. Sus dos padres nacieron en Kuwait, pero después de la invasión iraquí, estaban nuevamente entre los exiliados palestinos. Se mudaron a Jordania, vivieron brevemente en Estados Unidos, luego regresaron al Golfo y se establecieron en Qatar.

La pared detrás de Farah también estaba decorada con un cartel con las palabras ‘Regreso a Haifa’. La familia de Farah, sin embargo, es oriunda de Tulkarem, del barrio de Shwayka.

“Nunca visité Palestina y mis padres nunca la visitaron”, contó.

“Sé que había como siete familias viviendo allí. Y aunque mi padre nunca estuvo en Palestina, siempre me cuenta sobre las casas [en el pueblo]… [y cómo] los aldeanos dependían del aceite de oliva y las higueras”, añadió.

Sin embargo, a pesar de escuchar todas las historias de sus abuelos y padres mientras crecían, las tres, Amina Ali, Noura Shanti y Farah Ali, describieron encontrar dificultades para imaginar una Palestina liberada.

Imaginación radical bajo el colonialismo de los colonos

Yara Hawari, analista sénior de Al Shabaka, escribió sobre la imaginación radical del futuro de los palestinos frente a las limitaciones del colonialismo.

“Los proyectos coloniales de los colonos… buscan controlar las percepciones de la realidad para unir a los pueblos indígenas y colonizados en un estado aparentemente perpetuo o estatus normalizado. Imaginar un futuro más allá de este estado es, por tanto, un acto rebelde y radical, y de ninguna manera fácil”, explica.

En una entrevista con Palestine Square, Hawari dijo que la imaginación para liberar Palestina es difícil por diseño.

“No creo [que] sean los palestinos que carecen de esa capacidad creativa, fue diseñado para que los palestinos ni siquiera puedan empezar a imaginar esa [posibilidad]”, dijo Hawari a través de Zoom.

Contó que tales dificultades para imaginar el futuro provienen de una causa más profunda.

“[Para] los palestinos que nunca estuvieron en Palestina, nunca vivieron en Palestina — por lo tanto los refugiados y los de la diáspora — creo que puede ser increíblemente difícil imaginar algo liberado cuando nunca viste ese algo o estuviste en ese algo. Eso es muy comprensible. El hecho de que [permanezcan] en el exilio, pierdan la conexión [con] Palestina — esa es una política deliberada que Israel promulga”, señaló Hawari.

Hawari agregó que la imaginación radical puede considerarse una forma de resistencia.

“En esencia, la imaginación radical puede ser resistencia porque está rechazando la permanencia colonial, está rechazando las nociones coloniales del tiempo, de la realidad”, agregó.

En su comentario en Al Shabaka, Hawari también habla de la importancia de que los palestinos imaginen. Ella cita ejemplos como el grupo Decolonizing Architecture Art Residency (DAAR) en Belén. Escribe que, debido a la fragmentación de la sociedad palestina, “la lucha es, por tanto, no solo por imaginar, sino para hacerlo colectivamente”.

“El colectivo es muy importante, especialmente en el caso de Palestina. Yo animo a la imaginación radical tanto individual como colectiva. Pero cuando se vuelve colectiva, ahí es cuando las cosas cambian un poco, cuando [vas] más allá de una sola persona que sueña con una Palestina libre. Cuando se hace colectivamente, ciertamente se vuelve más serio”, sostuvo Hawari en la llamada.

Imaginar la esperanza

A pesar de la terrible violencia y los ataques que Gaza y Jerusalén enfrentaron (y continúan enfrentando), los levantamientos y la resistencia que desplegaron los palestinos, desde los territorios ocupados de 1948, a Cisjordania, a la Franja sitiada, y al resto del mundo, restauraron la esperanza de que los palestinos vean una Palestina liberada.

Los palestinos en todo el mundo, colectivamente, comenzaron a imaginar una Palestina libre durante su vida. Mientras la gente de Gaza y otros lugares celebraba el alto el fuego, los palestinos imaginaban cómo serían las celebraciones una vez que Palestina fuera liberada.

Los recientes actos de manifestaciones y la unificación gradual de los palestinos en la Palestina histórica y en el extranjero comenzaron a extinguir progresivamente el control de Israel sobre su percepción del tiempo y la realidad. Los palestinos ya no se limitan a creer que la realidad actual tiene que ser permanente. Los palestinos están imaginando poderosa y radicalmente un futuro cercano de una Palestina libre, una Palestina a la que Amina, Noura y Farah podrán regresar.

[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]

Zain Assaf es estudiante de grado de Servicio Exterior con especialización en cultura y política en la Universidad de Georgetown en Qatar y asistente de apoyo estudiantil en la misma institución.

N.d.T.: El artículo original fue publicado por Institute for Palestine Studies el 13 de junio de 2021.