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El Interprete Digital

El potencial económico iraní jamás alcanzado

Por Amin Mohseni Cheraghlou para Middle East Institute (MEI)

Bazar iraní. [mada sumada/Creative Commons]

Las noticias que se publican sobre Irán no dan una buena imagen de su economía. La mala gestión económica, la corrupción generalizada, la débil capacidad legal e institucional y las regulaciones comerciales desfavorables, junto a las sanciones financieras y económicas sin precedentes de parte de Estados Unidos y la pandemia del coronavirus, asfixian a la economía iraní. Sin embargo, con una población de 85 millones de habitantes, la mitad menor de 30 años y altamente educada, así como una ubicación estratégica en el Golfo Pérsico y vastas reservas de energía, incluida la eólica y solar, además de otros recursos naturales, la economía iraní tiene un potencial increíble esperando a ser desbloqueado. En caso de que las negociaciones con la nueva administración de Biden en Washington allanen el camino para regresar al Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA por sus siglas en inglés) de 2015 y logren una revocación de las sanciones, podría haber un salto significativo para la economía iraní. Eso se dará solo si también se toman medidas significativas para abordar los impedimentos internos.

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El impacto de las sanciones

Las sanciones infligieron un dolor considerable a la economía iraní al bloquear u obstaculizar las ventas de petróleo, el comercio, las transacciones financieras, la transferencia de tecnología y la inversión extranjera directa (IED). Combinado con la mala gestión, esto provocó que la economía iraní se contrajera aproximadamente un 6% y un 6,8% en 2018 y 2019, aun cuando la economía mundial registró un crecimiento del 3% y el 4% en los mismos años. Al bloquear las IED y disuadir a inversores y empresas extranjeras de hacer negocios en el país, las sanciones también contribuyeron indirectamente a la institucionalización de la corrupción y al empeoramiento del entorno empresarial en Irán. Esto se debe a que la participación de inversores extranjeros y socios comerciales a menudo contribuye a una mayor transparencia, un Estado de derecho más sólido e instituciones más eficaces y eficientes.

Bajo un régimen libre de sanciones, se puede esperar que la economía iraní recupere el acceso a las IED y las transferencias de tecnología que necesita para reactivar su lenta economía. Además de otras reformas económicas y legales internas, esto podría liberar el potencial económico inherente del país. Podría aprovechar al máximo sus vastos recursos naturales, un mercado de consumidores grande y joven, una fuerza laboral altamente educada y una ubicación estratégica.

Recursos naturales: petróleo y gas, pero también el sol y el viento

La energía es el ingrediente más importante de cualquier actividad económica. Si bien Irán alberga aproximadamente el 1% de la población mundial, posee el 9% y el 16% de las reservas conocidas de petróleo crudo y gas natural del mundo, respectivamente. Irán también tiene considerables reservas de otros recursos naturales y minerales. Según estimaciones del Servicio Geológico de Estados Unidos, tiene importantes reservas de feldespato (la segunda más grande del mundo), barita (la quinta más grande), yeso (en quinto lugar), fluorita (el octavo depósito más grande) y mineral de hierro (el décimo más grande). También cuenta con importantes reservas de otros minerales estratégicos, como cobre, manganeso, zinc, cromo y oro. En general, Irán alberga aproximadamente el 5% de las reservas de componentes metálicos del mundo, pero gran parte de ellas están sin explotar. Históricamente, la minería contribuyó menos del 1% del PIB del país. Además, a pesar de las enormes reservas de gas natural, la producción iraní apenas satisface las necesidades internas y representa menos del 1% del total de las exportaciones mundiales de gas.

También en términos de energía renovable, Irán puede satisfacer fácilmente toda su demanda de electricidad a través de fuentes eólicas y solares. La generación de electricidad a partir de parques solares y células fotovoltaicas es económicamente más factible en áreas con irradiación normal directa (DNI) superior a 5 KWh por metro cuadrado diarios, lo que es cierto en más del 75% del país. Además, Irán está ubicado en un cinturón de viento, donde la velocidad del viento a una altura de 40 metros promedia más de 5 metros por segundo, la requerida para el desarrollo de parques eólicos a escala de utilidades, en al menos una cuarta parte del país. Por lo tanto, las industrias mineras, petroleras, gasíferas y de energías renovables iraníes pueden beneficiarse sustancialmente de las inversiones y transferencias de tecnología nacionales y extranjeras. Son consideradas en general como algunos de los sectores más atractivos para invertir.

Un gran mercado de consumidores jóvenes

Con una población de alrededor de 85 millones, la mitad de la cual tiene menos de 30 años, el mercado de consumidores y la fuerza laboral de Irán son jóvenes y grandes. Su población es la segunda más grande de la región del Medio Oriente y Norte de África, después de Egipto con 102 millones de personas, y la décimo-octava más grande del mundo. Dadas cuatro décadas de aislamiento económico del resto del mundo, aunque en diversos grados, el mercado de consumo iraní se encuentra atento a cualquier oportunidad para abrir sus puertas a las marcas y tendencias de consumo globales. La juventud iraní, altamente educada y con conciencia global, es el principal impulsor de esto.

En las últimas dos décadas, la fuerza laboral de Irán se volvió más instruida. La tasa de alfabetización de adultos está cerca del 90%, en comparación con un promedio regional de alrededor del 80%. Más importante aún, casi el 70% de la fuerza laboral de Irán tiene formación de nivel universitario y las mujeres jóvenes iraníes están a la par con los hombres en términos de logros educativos. Sin embargo, debido principalmente a razones culturales y a los roles tradicionales que se espera que desempeñen, solo la mitad de las mujeres iraníes con educación avanzada participan en la fuerza laboral, mientras que esta cifra es de más del 80% para los hombres. En las últimas décadas, las condiciones del mercado laboral mejoraron significativamente a favor de las mujeres. Las políticas destinadas a fomentar una mayor participación femenina podrían beneficiar a la economía iraní al aprovechar la gran cantidad de mujeres con educación universitaria que permanecen fuera de la fuerza laboral.

Un entorno económico más favorable después de las sanciones, combinado con una mejor planificación económica nacional, podría ayudar a crear puestos de trabajo muy necesarios para millones de iraníes con educación universitaria. Durante las últimas dos décadas, el mercado laboral iraní no pudo absorber por completo el gran número de graduados universitarios. La tasa oficial de desempleo entre este grupo fue de alrededor del 20%, con cifras de subempleo que se acercan al 40-50%. Frente a las duras condiciones del mercado laboral, especialmente desde la imposición de sanciones, muchos de los mejores graduados migraron a países con perspectivas laborales más favorables, lo que le cuesta a la economía miles de millones de dólares al año. La difunta Maryam Mirzakhani es solo un ejemplo de los millones de talentosos expatriados iraníes que podrían contribuir potencialmente a la economía y el desarrollo del país si las condiciones políticas y económicas mejoraran.

Infraestructura y geografía

Finalmente, con una tasa de electrificación del 100% y su vasta red de plantas de energía, redes eléctricas, líneas de gas natural, carreteras, ferrocarriles, aeropuertos y puertos, tanto en el norte como en el sur del país, Irán cuenta con la infraestructura necesaria para apoyar una economía creciente y dinámica. Con acceso a aguas abiertas y una ubicación estratégica como puerta de entrada entre el Medio Oriente y el centro y suroeste de Asia, Irán es un socio importante en el corredor comercial Norte-Sur de Rusia y juega un papel central en la enorme Iniciativa de la Franja y la Ruta de China. Este proyecto de desarrollo internacional involucra más de 1.700 proyectos de infraestructura e inversiones por más de 1 billón de dólares en 70 países de Asia, Europa y África.

Desatando el potencial de Irán

El potencial económico iraní está esperando a ser desbloqueado. La reciente introducción del mercado de bonos soberanos, las mejoras en las leyes fiscales y su mecanismo de recaudación, la introducción de la banca móvil y la automatización de varios servicios gubernamentales y municipales fueron algunos pasos positivos tomados en años anteriores para mejorar el entorno económico y burocrático del país. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. En particular, se deben tomar medidas significativas para promover el crecimiento de la economía y el sector privado. Puntualmente mediante la implementación de políticas económicas sólidas, abordar el entorno empresarial desfavorable y los crecientes niveles de corrupción económica y financiera sistemática. El gobierno también debe actuar con rapidez para reformar una industria bancaria ineficiente y reducir sus déficits presupuestarios crecientes. Los subsidios energéticos masivos, derrochadores e injustos serían un paso importante en este frente.

Las oportunidades pueden surgir más temprano que tarde, particularmente si la nueva administración en Washington decide volver a un compromiso con Teherán acerca del JCPOA. La comunidad empresarial local iraní, tiene la esperanza de que la eliminación de las asfixiantes sanciones provea un respiro temporal para la economía. Sin embargo, sin abordar de manera eficaz los numerosos desafíos internos que enfrenta, desde la corrupción hasta la mala gestión económica, el vasto potencial de la economía iraní seguirá sin realizarse.

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Amin Mohseni Cheraghlou es Doctor en Economía por la American University, Washington, D.C, profesor asistente en el Departamento de Economía de la misma institución y la Universidad Hamad Bin Khalifa, Qatar, y consultor investigador del Banco Mundial.

N.d.T.: El artículo original fue publicado por MEI el 9 de febrero de 2021.