Por Abdel Aziz Aluwaisheg para Arab News
La euforia emanada por la Copa del Mundo el martes casi eclipsó el Diálogo Económico CCG-UE celebrado en Bruselas esta semana, un ejercicio que los dos bloques han mantenido regularmente desde 2003. La asociación estratégica CCG-UE, anunciada en febrero, dio a las discusiones una dimensión más profunda, mientras las dos partes buscaban formas de hacer crecer esa alianza con un compromiso más activo. El foro empresarial, que también tiene lugar en Bruselas esta semana, es una reunión periódica de representantes empresariales para llevar a cabo esas ambiciones.
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El diálogo de este año estuvo dominado por las repercusiones de la guerra de Ucrania, incluida la escasez de energía, la inseguridad alimentaria y la desaceleración económica mundial. A pesar de estas dificultades, a las economías del CCG les ha ido muy bien en 2022, superando un hito importante en su historia. Por primera vez, su producto interno bruto combinado superó los USD 2 billones, lo que lo convierte en el noveno PIB más grande del mundo. Solo el PIB de Arabia Saudita supera el billón de dólares. El Fondo Monetario Internacional espera que 2023 sea el año más débil en términos de crecimiento económico a nivel mundial desde 2009, con al menos un tercio del mundo en recesión. Pero si bien ha revisado a la baja las tasas de crecimiento para la mayoría de los países, recientemente revisó al alza las tasas del CCG para el próximo año.
El aumento de los precios del petróleo sin duda contribuyen a esta tendencia contraria en el CCG, pero a otros países exportadores de petróleo no les ha ido tan bien, lo que indica que hay otros factores en juego. Los ambiciosos planes de crecimiento y recuperación económica de los estados del Golfo pueden ser los principales conductores del repunte. Por ejemplo, los megaproyectos saudíes de su Vision 2030, la insistencia de los Emiratos Árabes Unidos en que la Expo 2020 se lleve a cabo a pesar de la pandemia y las inversiones relacionadas con la Copa del Mundo en Qatar han contribuido al crecimiento sin precedentes.
La exuberancia después de la sorpresiva victoria de Arabia Saudita sobre Argentina se puede equiparar a la euforia producida por la mejora de las fortunas económicas en los países del CCG en 2022. El crecimiento del PIB real saltó del 2,7% en 2021 al 6,4%. El FMI espera que se estabilice a 3,6 % en 2023, aún más alto que el esperado promedio mundial. Se cree que la inflación aumente levemente a 3,7% en 2022 y disminuya el próximo año a 2,7%. Los saldos fiscales aumentarán considerablemente a más del 7% del PIB en 2022 después de ocho años de déficit.
Se espera que el superávit comercial agregado del CCG en 2022 aumente considerablemente, del 3,2% negativo del PIB en 2020 al 5,3% en 2021 y más del 17% en 2022. El turismo se ha recuperado y ha superado los niveles anteriores a la pandemia.
Los indicadores de Arabia Saudita son especialmente sólidos. El crecimiento del PIB real aumentó del 4,1% negativo en 2020 al 3,2 % en 2021 y luego al 7,6% en 2022, lo que la convierte en la economía de más rápido crecimiento en todo el mundo, según el FMI. La tasa de inflación se mantuvo bajo control, de 3,4% en 2020 a 3,1% en 2021 y 2,8% en 2022. La deuda externa se redujo y el empleo de los nacionales aumentó.
Uno de los logros más significativos de Arabia Saudita en 2022 fue reducir la tasa de desempleo de los nacionales por debajo del 10% por primera vez en casi 20 años. Durante la pandemia alcanzó el 12,6% en 2020 y el 11% en 2021, descendiendo al 10,1% en el primer trimestre de 2022 y al 9,7% en el segundo trimestre. La tasa de participación de ciudadanos saudíes aumentó en el segundo trimestre de 2022 al 51,8%, en comparación con el 50,1% del trimestre anterior, impulsada principalmente por la mejora en las tasas de participación de las mujeres. Pero todavía está por debajo del promedio internacional del 60%..
Hubo un cambio notable en las tasas de desempleo y participación laboral de las mujeres saudíes. Su tasa de desempleo bajó en el segundo trimestre al 19,3%, en comparación con el 20,2% del trimestre anterior. Esta es la primera vez en décadas que cae por debajo del 20%. Su tasa de participación aumentó dos puntos porcentuales del 33,6% al 35,6%, lo que señala casi una duplicación en menos de cinco años –un salto inusual en este indicador social obstinadamente difícil, que apunta al estímulo activo de las mujeres para ingresar a la fuerza laboral. Sin embargo, todavía hay margen de mejora para alcanzar el promedio mundial femenino del 50 por ciento.
La vinculación al dólar estadounidense de las divisas del CCG significa seguir los movimientos de las tasas de interés de EEUU, aunque las economías estadounidense y del Golfo se encuentran en diferentes lugares en sus ciclos económicos. Hasta ahora, los aumentos de tasas no han afectado el crecimiento del CCG, pero podrían restringir las tasas de crecimiento del endeudamiento y la inversión por debajo de sus niveles óptimos. La experiencia pasada muestra que un fuerte crecimiento no petrolero fue compatible con altas tasas de interés en el CCG, pero puede que no sea la situación óptima.
Los bancos de GCC se encuentran en una posición sólida, con señales limitadas de préstamos en mora y tasas más altas que mejoran sus márgenes de interés neto. Sin embargo, esto último puede ser una bendición mixta porque las altas tasas de interés reducen la demanda de crédito y, por lo tanto, los bancos deben brindar incentivos a los prestatarios para que continúen con las tasas de interés actuales.
Los gobiernos del CCG también tienen un espacio fiscal significativo. Se espera que Arabia Saudita presupueste un gasto mucho mayor en 2023 de lo proyectado anteriormente. Las iniciativas gubernamentales incluyen la promoción de las pequeñas y medianas empresas (PYMES), que pueden ser motores de crecimiento y creación de empleo, pero necesitarán ayuda para compensar el aumento de las tasas de interés. El banco para PYMES saudíes está aumentando sus préstamos en condiciones concesionarias y los EAU iniciaron una segunda fase de su programa de asistencia empresarial para desarrollar nuevas empresas. Estos programas podrían ayudar a enfrentar el desafío crediticio de las PYMES.
Si bien el panorama general es optimista, incluso alentador, hay muchos desafíos por delante, especialmente el riesgo de una recesión mundial y la necesidad de mejorar aún más las tasas de empleo, especialmente para las mujeres.
“Los ambiciosos planes de crecimiento y recuperación económica de los estados del Golfo pueden ser los principales impulsores del repunte.” Dr. Abdel Aziz Al Washeg
También, existe la necesidad de atraer más inversión extranjera directa, que se mantiene por debajo del objetivo. Uno de los propósitos de la reunión CCG-UE fue discutir cómo adaptarse a esos desafíos. Uno de los objetivos de la Estrategia Nacional de Inversión de Arabia Saudita es aumentar las tasas de IED, que alcanzaron el 2,1% del PIB en 2021. Eso está por encima de los niveles previos a la pandemia, pero sigue siendo inferior al promedio mundial del 3,8%. La IED es necesaria no solo para la financiación, sino también para atraer conocimientos y emprendimiento.
Muchos en el CCG reconocen que esta es una oportunidad única en una generación para diversificar y construir un futuro más allá de la dependencia de los combustibles fósiles. Esta transformación requiere capital, conocimiento técnico para la nueva economía y sistemas de gobernanza transparentes y responsables tanto en el sector privado como en el público.
Más allá de la temida recesión mundial en 2023, hay cinco desafíos sistémicos en el CCG: aumentar los niveles de IED, llevar las tasas de participación laboral a los estándares internacionales, cerrar la brecha de conocimiento, aumentar los préstamos a las PYMES y luchar contra la corrupción y la mala gestión.
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Abdel Aziz Aluwaisheg es subsecretario general del CCG para asuntos políticos y negociación, y columnista de Arab News.
NdT: El artículo original fue publicado por Arab News el 23 de noviembre de 2022.
