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El Interprete Digital

La definición de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto silencia la defensa de los derechos de los palestinos

Por los Editores para The Institute for Middle East Understanding

Manifestación por justicia para Palestina. [Alisdare1/Creative Commons]

Los responsables políticos se ven cada vez más presionados para que codifiquen en la legislación una controvertida definición de antisemitismo a la que se oponen ampliamente las organizaciones de derechos civiles y derechos humanos. La definición atrae una oposición generalizada porque su principal objetivo es vigilar y silenciar la expresión política en apoyo de los derechos de los palestinos.

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Esta represión de la libertad de expresión viola los derechos de la Primera Enmienda de los estadounidenses a hablar y actuar en favor de la libertad, la justicia y la igualdad para el pueblo palestino. Además, perjudica a la lucha de principios contra todas las formas de racismo y fanatismo, incluido el antisemitismo. 

Los defensores de la definición de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto (IHRA por sus siglas en inglés) actúan con el ceñido propósito de proteger el violento régimen de apartheid de Israel sobre el pueblo palestino, en lugar de crear un mundo libre de todas las formas de racismo e intolerancia.

En 2019, el presidente Trump emitió una controvertida Orden Ejecutiva que ordenaba a las agencias federales considerar esta definición. Sin embargo, a principios de este mes, la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación publicó una hoja informativa sobre la protección de los estudiantes contra la discriminación, que apropiadamente no incluye la definición de la IHRA, cuya codificación de Kenneth Stern, el autor principal original de la definición, considera un “ataque a la libertad académica y la libertad de expresión”.

Sin embargo, los grupos de defensa anti-palestinos continúan sus esfuerzos para ampliar esta política de la administración Trump codificando la IHRA en la ley y suprimiendo el discurso político a favor de los derechos palestinos.

¿Qué debe hacer el Congreso sobre este tema?

Los miembros del Congreso no deben firmar ninguna carta ‘Dear Colleague’ (N.d.T.: carta de un legislador a sus colegas) ni copatrocinar o votar a favor de ninguna legislación que intente codificar en leyes o políticas la definición de la IHRA. 

Tampoco deben firmar ninguna carta ‘Dear Colleague’ ni apoyar peticiones de investigación sobre la defensa de los derechos palestinos que se basen en la definición de la IHRA o hagan referencia a ella.

¿Por qué es importante este tema?

Los partidarios del violento régimen de apartheid de Israel sobre el pueblo palestino están llevando a cabo una estrategia múltiple para vigilar y silenciar la expresión política en apoyo de los derechos palestinos. Además de intentar codificar la definición de la IHRA, esta estrategia también incluye la defensa de leyes inconstitucionales que penalizan e incluso criminalizan a los estadounidenses que se manifiestan a favor de los derechos palestinos, así como la presentación de denuncias falsas del Título VI ante el Departamento de Educación para reprimir la organización universitaria a favor de los derechos palestinos.

La codificación de la definición de antisemitismo de la IHRA podría restringir los derechos de los estadounidenses a participar en un discurso político seguro que critique las políticas del gobierno israelí. Por ejemplo, la IHRA sostiene que afirmar que “Israel es una empresa racista” es una manifestación de odio antijudío. Si la definición se codificara en la ley, ese discurso político podría utilizarse como prueba de un delito de odio.

Las políticas de Israel no sólo son racistas (por poner uno de los muchos ejemplos, su Ley del Estado-Nación niega explícitamente la autodeterminación al pueblo palestino), sino que también constituyen un sistema de dominación racial de apartheid, un crimen contra la humanidad, como documentan detalladamente organizaciones de derechos humanos palestinas, israelíes e internacionales como Amnistía Internacional y Human Rights Watch.

Los defensores de la IHRA quieren convertir al gobierno en una policía del pensamiento orwelliana (N.d.T: de carácter represivo, en referencia a la obra del escritor George Orwell) para proteger el violento régimen de apartheid de Israel sobre el pueblo palestino. Por ejemplo, en Virginia, la Comisión para Combatir el Antisemitismo nombrada por el gobernador Youngkin alentó recientemente a la Commonwealth a adoptar la definición de la IHRA y a aprobar leyes que “prohíban el adoctrinamiento político o ideológico partidista en las aulas”.

Leída conjuntamente con la fusión que hace la IHRA de la crítica a Israel con el antisemitismo, la clara intención legislativa de esta propuesta es amordazar la educación sobre Palestina y los derechos del pueblo palestino, del mismo modo que la legislación anti-teoría crítica de estudios sobre la raza pretende sofocar la educación sobre el racismo sistémico.

Las iniciativas de mala fe para confundir las críticas a Israel con el antisemitismo perjudican a la lucha de principios contra todas las formas de racismo y fanatismo, incluido el antisemitismo. El antisemitismo es una peligrosa realidad en Estados Unidos, arraigada en una cosmovisión de supremacía blanca cuyos partidarios se animan cada vez más en los últimos años. Esta supremacía blanca racista e intolerante atacó con violencia mortal a comunidades negras, morenas, asiático-estadounidenses, judeo-estadounidenses y LGBTIQ+, por nombrar algunas de las comunidades afectadas.

Todos debemos luchar juntos para acabar con todas las formas de racismo e intolerancia, incluido el antisemitismo. Sin embargo, los miembros del Congreso no deben dejarse engañar para apoyar leyes y políticas que pretenden censurar la expresión política a favor de los derechos de los palestinos bajo el pretexto de luchar contra el antisemitismo.

Antecedentes

La Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto es una organización intergubernamental que promueve la educación, la investigación y el recuerdo del Holocausto. En 2015, adoptó una definición exploratoria del antisemitismo y señaló explícitamente que “no es jurídicamente vinculante”. Dado que no se pretendía que esta definición se codificara en una ley, los intentos de hacerlo se toparon con un importante rechazo.

Por ejemplo, el principal redactor de la definición, Kenneth Stern, escribió que “se creó principalmente para que los recopiladores de datos europeos pudieran saber qué incluir y qué excluir” al supervisar los actos de antisemitismo.

“Nunca se pretendió que fuera un código de discurso de odio en el campus”, pero una Orden Ejecutiva de la administración del Presidente Trump ordenó a las agencias a considerar esta definición al evaluar las demandas de discriminación del Título VI. Es “un ataque a la libertad académica y la libertad de expresión, y perjudicará no solo a los defensores pro-palestinos, sino también a los estudiantes y profesores judíos, y a la propia academia”, argumentó Stern.

En 2020, 122 destacados académicos, periodistas e intelectuales palestinos y árabes firmaron una carta abierta en la que protestaban por esto:

“La lucha contra el antisemitismo esta siendo cada vez más instrumentalizada por el gobierno israelí y sus partidarios en un esfuerzo por deslegitimar la causa palestina y silenciar a los defensores de los derechos palestinos. Desviar la necesaria lucha contra el antisemitismo para ponerla al servicio de tal agenda amenaza con degradar esta lucha. Por tanto, desacreditarla y debilitarla.”

En ella, sostienen:

“Acusar de antisemitismo a cualquiera que considere racista al actual Estado de Israel, a pesar de la discriminación institucional y constitucional real en la que se basa, equivale a conceder a Israel una impunidad absoluta. Israel puede así deportar a sus ciudadanos palestinos, o revocarles la ciudadanía o negarles el derecho de voto, y seguir siendo inmune a la acusación de racismo. La definición de la IHRA y el modo en que se utiliza prohíben cualquier debate sobre si el Estado israelí se basa en la discriminación étnico-religiosa. Por tanto, contraviene la justicia elemental y las normas básicas de los derechos humanos y el derecho internacional”.

En el 2020, un grupo de estudiosos de la historia del Holocausto, estudios judaicos y estudios sobre Medio Oriente lanzaron la Declaración de Jerusalén sobre el Antisemitismo como alternativa a la IHRA. Actualmente cuenta con más de 350 firmantes. Según estos estudiosos, los ejemplos de discurso que no son antisemitas incluyen: 

  • Apoyar la demanda palestina de justicia y la plena concesión de sus derechos políticos, nacionales, civiles y humanos, tal y como se recogen en el derecho internacional.
  • Criticar u oponerse al sionismo como forma de nacionalismo, o apoyar un Estado democrático unitario para palestinos y judíos israelíes.
  • La crítica, basada en pruebas, de Israel como Estado, incluyendo sus instituciones, principios fundacionales, políticas y prácticas, y la discriminación racial sistemática.
  • Campañas de boicot, desinversión y sanciones a favor de los derechos de los palestinos.

A pesar de este importante retroceso contra la definición de la IHRA, su codificación en la ley y la política sigue siendo un punto focal de defensa para las organizaciones que buscan sofocar el discurso político en apoyo de los derechos palestinos. Como señala la ONG Palestine Legal:

“Una de las principales tácticas que los opositores al movimiento por la libertad de los palestinos utilizaron para silenciar el debate político es tachar de antijudío todo apoyo a los derechos de los palestinos. Aproximadamente la mitad de los incidentes de represión a los que Palestine Legal responde cada año incluyen falsas acusaciones de antisemitismo, con un total de 895 incidentes entre 2014 y 2020.

En un esfuerzo por añadir legitimidad a esta táctica, los grupos de presión de Israel emplean una definición distorsionada de antisemitismo que abarca prácticamente todas las críticas a Israel e intentan afianzar esta definición a través de cambios en las políticas y la legislación.”

Como documenta Palestine Legal, el intento de hacer cumplir la definición de la IHRA ya causo daños en el mundo real en el campus a estudiantes, en su mayoría palestino-estadounidenses, que defienden los derechos palestinos. Esta represión aumentaría significativamente si la definición de la IHRA se codifica en la ley.

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N.d.T.: El artículo original fue publicado por The Institute for Middle East Understanding (IMEU) el 18 de enero de 2023.