Por Daoud Kuttab para Arab News
La narrativa israelí de que Israel es un país democrático, liberal y benévolo que respeta los derechos de todas las personas bajo su dominio, incluido su derecho al culto, quedó desacreditada recientemente. Los líderes eclesiásticos aplaudieron las palabras del rey Abdullah de Jordania y rechazaron los esfuerzos de los sionistas cristianos por pintar un falso cuadro color de rosa de la situación de los cristianos en Jerusalén.
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Joel Rosenberg, ciudadano con doble nacionalidad estadounidense-israelí y dirigente sionista cristiano, atacó públicamente al rey Abdullah, afirmando que estaba “equivocado” por decir en la Asamblea General de la ONU que los cristianos y los musulmanes son el blanco de Israel. Rosenberg, que se jactaba en su libro Enemigos y aliados de su amistad con el rey jordano y otros dirigentes árabes, apuñaló públicamente por la espalda a su supuesto amigo, diciendo que “le chocaron las palabras del rey” por su descripción de la situación de los cristianos en Jerusalén.
Rosenberg, un acérrimo republicano de derecha cuyos hijos sirven en el ejército israelí, también atacó las palabras —que carecen de acción— del presidente demócrata Joe Biden. En uno de sus recientes artículos, Rosenberg sostenía que “Biden se equivoca rotundamente al pedir un Estado palestino”.
En otro artículo publicado a finales del mes pasado se titulaba “El rey de Jordania se equivoca: el cristianismo en Jerusalén no está ‘bajo fuego’ y las iglesias aquí no están amenazadas”. En él, Rosenberg hacía poco para respaldar su argumento, excepto decir que el número de cristianos en Jerusalén está disminuyendo. En su argumentación fracasó al referirse a la ilegal y unilateralmente anexionada Jerusalén Este como parte de Israel. En su lugar, culpó al rey por no detallar las acusaciones.
Lo único que tenía que hacer el novelista superventas del New York Times era buscar el tema en Google. Si lo hubiera hecho, entre los muchos hechos documentados sobre las acciones de Israel contra los cristianos de Jerusalén, habría encontrado que el Consejo Mundial de Iglesias, en su reunión más reciente en Alemania, declaró que los cristianos y las iglesias de Jerusalén Este se enfrentan a “crecientes intimidaciones, violaciones, limitación del acceso a los lugares de culto y ataques de radicales y autoridades a la presencia e identidad cristianas en Jerusalén […] amenazando el statu quo y la identidad multirreligiosa y multicultural de la ciudad”.
Asimismo, si Rosenberg hubiera querido oír lo que el líder de 600 millones de evangélicos de todo el mundo tenía que decir, habría encontrado una reciente entrevista en vídeo que realicé al obispo Thomas Schirrmacher, secretario general de la Alianza Evangélica Mundial. Expresó una empatía genuina con la difícil situación de los cristianos palestinos, similar a la expresada por el rey Abdullah. Cuando le pregunté cómo se sentiría si hubiera nacido cristiano palestino, Schirrmacher respondió que, si ves la barrera de Cisjordania todos los días como cristiano palestino, “es fácil sentir que vives en una gran prisión”.
El obispo evangélico alemán también criticó a algunos de los amigos evangélicos estadounidenses de Rosenberg. “Se trata de una realidad cotidiana básica que no se puede rebatir con una teología bíblica de versículos. Creo que los mismos cristianos que critican a los cristianos palestinos harían lo mismo si vivieran aquí”, comentó.
Irónicamente, Rosenberg, al tiempo que argumenta que sus amigos a veces no están de acuerdo, admite la existencia de ataques a sacerdotes y el laxo seguimiento policial israelí a los atacantes judíos anticristianos. Sin embargo, no aborda los esfuerzos estratégicos bien documentados de los extremistas judíos de derechas, con la aquiescencia directa o indirecta de la policía israelí, en relación con las amenazas dirigidas a sustituir gradualmente a los residentes cristianos y musulmanes de Jerusalén por exaltados judíos.
Rosenberg insiste en que la descripción del rey jordano “no es exacta”. Sin embargo, el rey Abdullah y su familia son los custodios de los lugares santos cristianos y musulmanes de Jerusalén. Tanto los líderes cristianos como el presidente palestino Mahmoud Abbas apoyan pública y voluntariamente esta importante función que se remonta a décadas atrás.
El Ministerio de Habices de Jordania gestiona el tercer lugar más sagrado del Islam, el recinto de la mezquita de Al Aqsa, que también es patrimonio mundial de la UNESCO. Más de 1000 guardias y personal administrativo están en nómina del gobierno jordano para proteger y mantener este importante lugar islámico.
El rey Abdullah también apoya económicamente —con sus propios fondos— la renovación de la iglesia del Santo Sepulcro y mantiene una coordinación regular con los líderes cristianos y la comunidad de Jerusalén.
Mientras Rosenberg hacía su defensa en nombre del Estado de Israel, los líderes cristianos de Jerusalén se apresuraron a responder a su ataque injustificado e infundado contra las palabras del rey. En una declaración del 27 de septiembre, los patriarcas y jefes de las iglesias ortodoxa, ortodoxa oriental, católica, anglicana y protestante de Jerusalén agradecieron al rey Abdullah “su descripción verdadera y honesta de la realidad cristiana en Tierra Santa, especialmente en Jerusalén”.
La declaración continuaba expresando su gratitud al rey jordano por “encabezar los esfuerzos para hacer sonar las campanas de alarma sobre el deterioro de la situación de los derechos humanos básicos de los cristianos”. Los líderes eclesiásticos añadieron que la declaración de Abdullah enviaba “un mensaje contundente al mundo sobre los peligros claros y presentes que rodean el patrimonio y la presencia de los cristianos en Jerusalén y el resto de Tierra Santa. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional en su conjunto, y a todas las personas amantes de la paz de todo el mundo, para que actúen en consecuencia con las advertencias de Su Majestad”.
Sin el apoyo y la defensa del rey Abdullah, los cristianos y sus iglesias tienen que actuar solos a la hora de defenderse de los consecutivos gobiernos israelíes de línea dura, derechistas e influidos por los colonos. La escalada de acciones discriminatorias llevó a respetadas organizaciones de derechos humanos a documentar estos casos y llegar a la conclusión de que Israel está llevando a cabo el crimen de guerra del apartheid mediante sus leyes racistas y sus acciones sobre el terreno.
En el pasado, los relatos israelíes se tomaban como verdad. Es tiempo de desmentir estos mitos y escuchar los hechos de boca de los líderes cristianos y de los habitantes de Jerusalén que sufren como consecuencia de las políticas y acciones israelíes.
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Daoud Kuttab es un periodista palestino cristiano de Jerusalén. Fue profesor de periodismo en la Universidad de Princeton.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Arab News el 5 de octubre de 2022.