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El Interprete Digital

Maniobras estratégicas: Los Estados del Golfo entre las tensiones de EEUU y China

Por Mona Abu Shanif para Middle East Institute

Las torres de los Emiratos en Dubai [Jackardsiffant / Creative Commons]

El congelamiento de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) respecto del acuerdo sobre el avión de combate F-35 revela los cambios de opinión en la región del Golfo Árabe con respecto al papel actual y al posible futuro papel de Estados Unidos (EEUU).[1] La anulación del acuerdo se produjo después de que Abu Dabi firmara un acuerdo alternativo para adquirir cazas franceses Rafale.[2] Esta medida también se produjo tras un debate en el Congreso y en la Casa Blanca sobre el posible aprovechamiento por parte de China de sus estrechas relaciones con Abu Dabi para obtener secretos de fabricación de los cazas más avanzados del arsenal militar estadounidense[3].

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En cuanto a Arabia Saudí, un reportaje de la CNN basado en informes de la inteligencia estadounidense de diciembre de 2021 reveló que Riad está desarrollando misiles balísticos con la ayuda de China y los está fabricando en un emplazamiento en el Reino revelado por imágenes de satélite.[4] El Reino también compró misiles balísticos chinos en 2019. Información adicional relativa a la cooperación entre China y los Estados del Golfo en energía nuclear, tecnología de vigilancia, redes 5G e inteligencia artificial (IA).

EEUU sigue estos acontecimientos con gran preocupación, ya que los responsables de la toma de decisiones y los expertos estadounidenses calificaron recientemente a China como el principal adversario de Washington y la principal amenaza para su posición mundial. Washington está presionando cada vez más a sus aliados de todo el mundo para que limiten su colaboración con la RPC (N.d.T.: República Popular de China) como parte de su política para contrarrestar a China en múltiples frentes y prevalecer en la actual competición estratégica [5].

Los líderes del Golfo Árabe comenzaron a aplicar políticas para responder al ascenso de China como al retroceso de poder y la influencia de EEUU. Puede afirmarse que los Estados árabes del Golfo en general, y en particular Arabia Saudí y los EAU, consideran la preocupación de EEUU por el ascenso de China como una oportunidad para negociar con Washington y obtener algunos beneficios militares y técnicos. La polarización entre Washington y China les da un amplio margen para maniobrar y  así extraer beneficios de ambas partes sin que los Estados del Golfo tengan que tomar medidas drásticas en cuanto a su cooperación con China[6].

Regreso a las políticas de la Guerra Fría

La presión de EEUU sobre los países para que limiten su cooperación con China señala una vuelta a la competencia geoestratégica que prevalecía durante la Guerra Fría. La formación de la alianza AUKUS (por sus siglas en inglés) entre EEUU, el Reino Unido y Australia el 15 de septiembre de 2021, subraya la política de Washington de contrarrestar a China en el Indo-Pacífico. La alianza se centra en el desarrollo de una amplia red de acuerdos de intercambio de inteligencia, el fortalecimiento de la cooperación militar/técnica y la transferencia de tecnología entre los Estados miembros en todo el Indo-Pacífico [7].

Existe un consenso entre los responsables de la toma de decisiones en Washington en cuanto a que China es la principal amenaza para la seguridad nacional estadounidense, dado su rápido progreso tecnológico y su posición central en el sistema económico mundial, las cadenas de suministro y el comercio internacional. También existe un acuerdo generalizado de que China está decidida a remodelar el sistema internacional a través de proyectos globales como la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI por sus siglas en inglés) [8].

Estas preocupaciones llevaron a EEUU a adoptar políticas que buscan frenar los esfuerzos de China por alcanzar la superioridad en campos tecnológicos avanzados, como la inteligencia artificial (IA), las redes 5G y el análisis de big data. Entre esas políticas destacan las restricciones a las empresas tecnológicas estadounidenses especializadas en la fabricación de semiconductores, procesadores, software y sistemas operativos para evitar que traten con China.

En este contexto, Washington centró su atención en los casos de espionaje industrial chino a empresas tecnológicas, círculos académicos y bases militares estadounidenses. Esto está empujando a Washington a bloquear la difusión de las redes 5G chinas en los países aliados que albergan bases militares estadounidenses para evitar el posible espionaje chino en los sistemas operativos de estas bases [9].

A pesar de las negociaciones en curso entre el gobierno de Biden y China para gestionar las tensiones entre ambos países, la guerra comercial entre ellos sigue haciendo estragos. En este sentido, China amenaza con utilizar las exportaciones de tierras raras y ejercer presión sobre las empresas estadounidenses que operan en China para contrarrestar la escalada de EEUU en su contra. Dicha escalada incluye las restricciones de EEUU a las exportaciones chinas y la interrupción de la cooperación entre las empresas tecnológicas estadounidenses y sus homólogas chinas.

La incipiente militarización de las relaciones entre China y el Golfo y las preocupaciones de seguridad de Estados Unidos

La preocupación en aumento de EEUU por las crecientes capacidades y ambiciones de China, así como sus esfuerzos por responder a ellas, se centraron recientemente en el Golfo, donde EEUU fue el principal actor externo y actuó como garante de la seguridad durante el último medio siglo. En el contexto de la intensificación de la competencia estratégica global entre EEUU y China, Washington se muestra cada vez con más recelo respecto a las implicaciones para la seguridad de los vínculos crecientes de China con los Estados del Golfo. Por ejemplo, una de las objeciones de EEUU a la venta de cazas F-35 a los EAU se basa, según se informa, en la preocupación de que China pudiera adquirir acceso a tecnología militar estadounidense sensible, especialmente dada la creciente cooperación técnica entre China y los EAU [10].

De hecho, la cooperación entre China y los EAU está siendo examinada de cerca por las instituciones de inteligencia y seguridad nacional estadounidenses. Por ejemplo, la Ley de Autorización de Inteligencia (IAA 2022) redactada en octubre de 2021 pedía a la Directora de Inteligencia Nacional (DNI), Avril Haines, que presentará un informe en el plazo de dos meses sobre la cooperación chino-emiratí en sectores estratégicos y la posibilidad de transferir tecnología estadounidense sensible a China a través de Abu Dabi[11].

Las preocupaciones más amplias de EEUU sobre las incursiones de China en la región de Medio Oriente y Norte de África se centran en la posibilidad de que se desarrollen nuevas formas de cooperación entre China y Oriente Medio que combinen tecnologías israelíes, financiación emiratí y saudí e infraestructuras chinas, poniendo en última instancia en peligro los intereses estadounidenses. Las actividades del Grupo 42, que gestiona los proyectos del jeque Tahnoun bin Zayed y dirige muchas asociaciones con China en ámbitos vitales (por ejemplo, la fabricación de vacunas y el análisis de grandes datos), y que tiene vínculos con empresas israelíes de análisis de datos, avivaron estos temores en algunos círculos de Washington [12].

La preocupación de EEUU por las implicaciones de seguridad del creciente papel de China en el Golfo no es infundada. Tras décadas en las que las actividades chinas en la región se centraron estrictamente en la cooperación económica y técnica, pasaron a abarcar asuntos de seguridad militar. De hecho, el perfil de China en la esfera de la seguridad militar del Golfo aumentó gradualmente, en las áreas de venta de armas, fabricación de armamento, ejercicios militares y, posiblemente, acuerdos relativos a la construcción de instalaciones militares y/o de recopilación de información.

Las preocupaciones de Washington alcanzaron su punto álgido en noviembre de 2021, después de que The Wall Street Journal revelara que China estaba construyendo una base militar en los EAU, justo horas antes de que el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, iniciara su gira por los Estados del Golfo. En la primavera de 2021, la inteligencia estadounidense observó que China estaba construyendo en secreto un emplazamiento militar en el puerto de Khalifa, cerca de Abu Dabi. Las fuentes del periódico sugirieron que la construcción se detuvo sólo después de que la presión de EEUU llegara a amenazar con el fin del acuerdo del F-35 [13].

Tras la publicación de este informe, Abu Dabi se apresuró a asegurar que las instalaciones no eran militares. Durante su charla en el Instituto de los Estados Árabes del Golfo en Washington el pasado mes de diciembre, el Dr. Anwar Gargash, asesor diplomático del presidente de los EAU, señaló que los EAU “detuvieron los trabajos en las instalaciones. Pero nuestra posición sigue siendo la misma, que estas instalaciones no eran realmente militares”. Añadió que los EAU tienen en cuenta las preocupaciones de sus aliados (refiriéndose aquí a EEUU) [14].

Las reflexiones sobre la construcción de una base militar en el Golfo son también un acontecimiento excepcional en la política china respecto a Medio Oriente. Durante décadas, Pekín se adhirió  a una política de no alianza con ninguna potencia para evitar verse envuelto en costosos compromisos de defensa que afectarían a sus intereses. Con este fin, China mantiene relaciones de asociación simultáneas con Irán y los países de Medio Oriente, tratando de mantenerse libre de alianzas y obligaciones para defender los intereses de otros. En cambio, China se centra en fortalecer la cooperación económica con sus socios y en emplear las relaciones mutuas para apoyar sus propios intereses políticos, y empujar a los países a adoptar posiciones alineadas con estos intereses [15].

China lleva mucho tiempo tratando de evitar el despliegue de grandes fuerzas militares fuera de su propio territorio, concretamente en el Mar de China Meridional y en su vecindad inmediata. La única excepción es su base militar en Yibuti, que lleva a cabo misiones contra la piratería. Por lo demás, China no mantiene ninguna base militar declarada, aunque abundan los rumores de otra base militar en el puerto de Gwadar, en Pakistán. Anteriormente, Pekín se contentaba con sus acuerdos de colaboración y asociaciones estratégicas con los países del Golfo, centrados en las relaciones económicas, comerciales y tecnológicas [16].

Las exportaciones de armas chinas a las naciones de Medio Oriente también crecieron,[17] algunas estimaciones indican que entre 2016 y 2020 China aumentó el volumen de sus exportaciones de armas a Arabia Saudí, pasaron de 35 millones de dólares en el periodo entre 2011 y 2015 a 170 millones entre 2016 y 2020. Lo mismo ocurre con las exportaciones a EAU, que aumentaron de 45 millones de dólares a 121 millones de dólares durante los mismos periodos[18]. Estos valores no pueden compararse con las enormes sumas dedicadas a la importación de armas estadounidenses, pero podrían insinuar una creciente cooperación militar entre China y EAU.

También se estima que China estuvo entre los cinco mayores proveedores de armas a Catar durante el período comprendido entre 2000 y 2019 [19]. Gran parte de este aumento de las exportaciones militares chinas a Catar se produjo durante un período de tensiones en las relaciones entre EAU y el Reino de Arabia Saudí, por lo que estas ventas pueden verse como una influencia política sobre China más que como un cambio de paradigma en el equilibrio de poder regional.

Aunque la participación de China en las armas suministradas a los Estados del Golfo sigue siendo minúscula en comparación con la de otras fuentes tradicionales de armamento, estas cifras demuestran las aspiraciones de Pekín de fortalecer sus relaciones militares con los Estados del Golfo. En los próximos años, China podría aprovechar las transformaciones regionales en curso, en medio de la tendencia de Washington a minimizar su implicación y los enfrentamientos con las cuestiones regionales, para ampliar sus ventas de armas a los Estados del Golfo.

Las ventas de armas chinas a los Estados del Golfo no están limitadas por ninguna estipulación política relativa a la democracia y los derechos humanos. La política de venta de armas de China también permite la exportación de armas importantes y de alta calidad, como los drones, que constituyen una proporción significativa de sus ventas de armas a los Estados del Golfo en los últimos años. Arabia Saudí compró varios drones chinos, como el CH-4 y el Wing Loong II, especialmente desde 2014. En marzo de 2017, China anunció que Arabia Saudí estaba interesada en comprar hasta 300 drones Wing Loong II [20]. Además, en noviembre de 2019, los informes indicaban que China estaba negociando con Arabia Saudí para venderle el Blowfish A3, un helicóptero no tripulado equipado con un arma automática capaz de utilizar la IA para apuntar a personas [21].

En 2011, EAU también adquirió al menos cinco drones Wing Loong I de China. Además, EAU mostró gran interés en obtener drones Wing Loong II y recibieron su primer envío de estas aeronaves en 2017. El Wing Loong II se considera un arma avanzada, ya que puede transportar hasta 12 armas y posee un motor de alto rendimiento, así como aviónica y sensores de última generación [22]. También cabe destacar que, en los últimos años, China suministró a Catar el sistema de misiles balísticos de corto alcance SY-400, que tiene un alcance de 400 km y es una de las ventas militares más importantes de China a Catar [23].

En otro nivel, China desempeña un importante rol en el desarrollo de la fabricación militar del Golfo. En marzo de 2017, al margen de la visita del rey saudí Salman bin Abdulaziz a China, la Ciudad Rey Abdulaziz para la Ciencia y la Tecnología anunció que su presidente y el presidente de China Aerospace Science and Technology Corp. firmaron un acuerdo de colaboración para fabricar drones. Al mismo tiempo, el director general de Saudi Air Navigation Services, una empresa afiliada a la Saudi Technology Development and Investment Company, anunció la firma de un acuerdo con China Aerospace Long-March International Co. (ALIT por sus siglas en inglés) para fabricar drones en Arabia Saudí. Y señaló que la producción de drones saudíes sería para fines militares y civiles, como también que se comercializarían a otros países de la región [24].

Los esfuerzos de China por ayudar a desarrollar las industrias militares del Golfo no se detuvieron con la firma de este acuerdo con Arabia Saudí en marzo de 2017. El pasado mes de diciembre, informes basados en fuentes de inteligencia estadounidenses señalaron que Arabia Saudí está desarrollando misiles balísticos con la ayuda de China. Como explicaban estos informes, “las imágenes satelitales… sugieren que el Reino está fabricando actualmente las armas en al menos un lugar.” [25]

Los indicios de una asociación de la industria militar también aparecieron en las relaciones entre China y los EAU. En 2019, se anunció la creación del Laboratorio de Innovación Científica y Tecnológica China-Emiratos (CEST), que incluye la transferencia de tecnología china de drones a los EAU. El laboratorio se encuentra en un complejo industrial de Abu Dabi propiedad del International Golden Group (IGG), que es parcialmente propiedad del fondo Tawazun de los EAU. Las señales de cooperación en materia de fabricación militar entre los EAU y China también fueron evidentes durante el Salón Aeronáutico de Dubái celebrado en noviembre de 2021, donde IGG mostró un dron de ataque de inteligencia, el Golden Eagle, fabricado por la empresa china Norinco [26].

En los últimos años también surgió la posibilidad de desarrollar nuevos modos de cooperación entre China y el Golfo en el ámbito de los ejercicios militares. Quizá el ejemplo más destacado se encuentre en las relaciones entre Arabia Saudí y China. Por ejemplo, en octubre de 2016, unidades de fuerzas especiales de las Fuerzas Reales de Tierra saudíes participaron en la “Exploración 2016”, celebrada en Chongqing (China), que se centró en la mejora de las capacidades de las fuerzas saudíes y chinas para combatir el terrorismo y las amenazas a la seguridad no tradicionales [27].

Asimismo, en noviembre de 2019, la Base Naval Rey Faisal de Arabia Saudí acogió los ejercicios militares “Espada Azul 2019” con la armada saudí y sus homólogos navales chinos. Según declaraciones de la parte saudí, los ejercicios tenían como objetivo “construir la confianza mutua, promover la cooperación entre las fuerzas navales saudíes y chinas, intercambiar experiencia, desarrollar las capacidades de los participantes a través de simulacros de terrorismo naval y piratería, y elevar el nivel de entrenamiento y preparación para el combate.” [28]

Mayor margen de maniobra en el Golfo

Durante su visita a China en julio de 2019, el príncipe heredero Mohamed bin Zayed de Abu Dabi, confirmó que se habían sentado las bases de las relaciones chino-emiratíes para los próximos 100 años. Esto significa que la cooperación con China representará un pilar clave en la política exterior de los Estados del Golfo durante el próximo “siglo asiático”[29]. Las relaciones altamente diversificadas llegaron a abarcar varios campos, como el desarrollo de vacunas, la IA, la tecnología de drones, las redes 5G, el desarrollo de puertos y la energía del futuro. Estas cuestiones tienen numerosas implicaciones civiles y militares que endulzan el trato para una asociación estratégica con China, lo que sin duda suscitó la preocupación de EEUU.

Parece que la preocupación estadounidense por el crecimiento de la cooperación estratégica entre China y los Estados árabes del Golfo se está utilizando como palanca para que EEUU tenga en cuenta los intereses de la región a la hora de establecer nuevos acuerdos sobre su papel en la misma. Entre estas consideraciones se encuentra la de retirarse de los puntos conflictivos, negociar con Irán, insistir en la difusión de la democracia o centrarse en cuestiones de derechos humanos.

La militarización de estas relaciones subraya las inclinaciones mutuas que comparten China y algunos Estados del Golfo, principalmente los EAU, de ir más allá del ámbito de la cooperación económica y tecnológica para buscar acuerdos militares. Todo ello se produce tras los últimos pasos de Washington para reducir sus compromisos militares con sus aliados de Medio Oriente y su rápida retirada de Afganistán. Los Estados del Golfo quieren trascender su cooperación militar exclusiva con Washington, y reforzar las relaciones con otras potencias, especialmente con China, que en última instancia determinará quién será el próximo socio de la región en la era posterior a la salida de EEUU.

Además, las amenazas de utilizar la Ley estadounidense para Contrarrestar a los Adversarios mediante Sanciones (CAATSA, por sus siglas en inglés) se volvieron menos severas después de que Turquía pudiera maniobrar alrededor de Washington y negociar el acuerdo S-400 con Rusia con sanciones mínimas. India también pudo presentar su importación de armas de Rusia como una garantía de seguridad regional en el sur de Asia para hacer frente a la influencia china [30].

Estas tendencias también se justifican por la convicción que prevalece en algunos Estados del Golfo, especialmente Arabia Saudí y los EAU, de que las relaciones con los competidores geoestratégicos les sitúan en una posición ventajosa. De este modo, las dos potencias compiten por la influencia y dedican mayor atención al Estado aliado en su búsqueda de la hegemonía mediante incentivos financieros, políticos y económicos. Esto no era posible anteriormente cuando Washington estaba directamente implicado en la región, protegiendo su influencia y enfrentándose a los intentos internacionales de penetrar en el Golfo.

Conclusión

Las relaciones entre EEUU y sus aliados del Golfo se rigen ahora por las dudas mutuas sobre las intenciones, los compromisos, el regateo continuo sobre lo que cada uno puede ofrecer al otro, las opciones alternativas y sus respectivas fichas de negociación. Sin duda, la presencia de China en la ecuación amplía el margen de maniobra de los Estados del Golfo en sus relaciones con Washington y los coloca en una posición negociadora más fuerte. Sin embargo, esta posición no es gratuita, ya que los Estados del Golfo también albergan sus propias sospechas respecto a la estrecha relación estratégica de China con Irán.

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Mona Abu Shanif trabajó en varios think tanks emiratíes y de Medio Oriente. Su investigación es de carácter interdisciplinar y combina la política comparada con los estudios estratégicos. Se centra en el impacto de las transformaciones internas del Estado y la sociedad en las políticas de seguridad nacional de los países de Medio Oriente.

N.d.T.: El artículo original fue publicado por Middle East Institute el 20 de Enero de 2022.

Referencias:

[1] UAE told the U.S. it will suspend talks on F-35 jets -Emirati official,” Reuters, December 15, 2021, available at: https://www.reuters.com/business/aerospace-defense/uae-threatens-pull-out-23-bln-f-35-drone-deal-with-us-wsj-2021-12-14/.

[2] Chyrine Mezher, “The UAE is buying the French Rafale. What does it mean for the F-35?” Breaking Defense, December 8, 2021, https://breakingdefense.com/2021/12/the-uae-is-buying-the-french-rafale-what-does-it-mean-for-the-f-35/.

[3] Warren P. Strobe and Nancy A. Youssef, “F-35 Sale to U.A.E. Imperiled Over U.S. Concerns About Ties to China,” The Wall Street Journal, May 25, 2021, https://www.wsj.com/articles/f-35-sale-to-u-a-e-imperiled-over-u-s-concerns-about-ties-to-china-11621949050.

[4] Zachary Cohen, “CNN Exclusive: US intel and satellite images show Saudi Arabia is now building its own ballistic missiles with help of China,” CNN, December 23, 2021, https://edition.cnn.com/2021/12/23/politics/saudi-ballistic-missiles-china/index.html.

[5] White House, “Interim National Security Strategic Guidance,” March 2021, https://www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2021/03/NSC-1v2.pdf.

[6] Mohammed Soliman, “The coming US-China cold war: The view from the Gulf,” Middle East Institute, March 15, 2021, https://www.mei.edu/publications/coming-us-china-cold-war-view-gulf.

[7] Bonnie Girard, “China’s AUKUS Response Highlights Beijing’s Bunker Mentality,” The Diplomat, September 30, 2021, https://thediplomat.com/2021/10/chinas-aukus-response-highlights-beijings-bunker-mentality/.

[8] Keegan Elmer, “China is United States’ top security threat, defence official tells Aspen forum,” South China Morning Post, July 19, 2019, https://www.scmp.com/news/china/politics/article/3019487/china-united-states-top-security-threat-defence-official-tells.

[9] For more information about US. Assessment of Chinese technological threat, see: Office of the Secretary of Defense“Military and Security Developments Involving the People’s Republic of China: A Report to Congress,” November 3, 2021, https://media.defense.gov/2021/Nov/03/2002885874/-1/-1/0/2021-CMPR-FINAL.PDF.

[10] Strobe and Youssef, “F-35 Sale to U.A.E. Imperiled Over U.S. Concerns About Ties to China.”

[11] “Washington concerned about joint Chinese-Emirati push into Europe,” Intelligence Online, October 12, 2021, https://www.intelligenceonline.com/government-intelligence/2021/10/12/washington-concerned-about-joint-chinese-emirati-push-into-europe,109698004-art.

[12] “US wary as China and UAE lean into security cooperation,” Intelligence Online, June 15, 2021, https://www.intelligenceonline.com/government-intelligence/2021/06/15/us-wary-as-china-and-uae-lean-into-security-cooperation,109673309-art.

[13] Gordon Lubold and Warren P. Strobel, “Secret Chinese Port Project in Persian Gulf Rattles U.S. Relations with U.A.E,” The Wall Street Journal, November 19, 2021, https://www.wsj.com/articles/us-china-uae-military-11637274224.

[14] Warren P. Strobel, “U.A.E. Shut Down China Facility Under U.S. Pressure, Emirates Says,” The Wall Street Journal, December 9, 2021, https://www.wsj.com/articles/u-a-e-confirms-it-halted-work-on-secret-chinese-port-project-after-pressure-from-u-s-11639070894.

[15] Jonathan Fulton, “China between Iran and the Gulf Monarchies,” Middle East Policy, December 2021, DOI: 10.1111/mepo.12589.

[16] Ibid.

[17] Alvite Ningthoujam, “The Middle East: An Emerging Market for Chinese Arms Exports,” The Diplomat, June 25, 2021, https://thediplomat.com/2021/06/the-middle-east-an-emerging-market-for-chinese-arms-exports/

[18]  “SIPRI Trend Indicator Values (TIVs),” Stockholm International Peace Research Institute, 2021, https://armstrade.sipri.org/armstrade/page/values.php.

[19] US Congressional Research Service, “Arms Sales in the Middle East: Trends and Analytical Perspectives for U.S. Policy,” November 23, 2020, https://sgp.fas.org/crs/mideast/R44984.pdf.

[20] Franz-Stefan Gady, “China, Pakistan to Co-Produce 48 Strike-Capable Wing Loong II Drones,” The Diplomat, October 9, 2018, https://thediplomat.com/2018/10/china-pakistan-to-co-produce-48-strike-capable-wing-loong-ii-drones/.

[21] Jon Lockett, “Robo Killers: China selling deadly AI ‘Blowfish’ drones that decide who lives and who dies to Middle East war zones,” The Sun, November 13, 2021, https://www.thesun.co.uk/news/10341241/china-blowfish-drones-middle-east/.

[22] Ningthoujam, “The Middle East: An Emerging Market for Chinese Arms Exports.” 

[23] Mordechai Chaziza, “China–Qatar Strategic Partnership and the Realization of One Belt, One Road Initiative,” China Report 56, 1 (February 2020).

[24] Christopher Diamond, “China to open a drone factory in Saudi Arabia,” Defense News, March 29, 2017, https://www.defensenews.com/air/2017/03/28/china-to-open-a-drone-factory-in-saudi-arabia/.

[25] Zachary Cohen, “CNN Exclusive: US intel and satellite images show Saudi Arabia is now building its own ballistic missiles with help of China,” CNN,  December 23, 2021, https://edition.cnn.com/2021/12/23/politics/saudi-ballistic-missiles-china/index.html.

[26] “China and UAE flaunt partnership at Dubai Air Show,” Intelligence Online, November 23, 2021, https://www.intelligenceonline.com/international-dealmaking/2021/11/23/china-and-uae-flaunt-partnership-at-dubai-air-show,109706647-eve.

[27] “China holds first anti-terror drills with Saudi Arabia,” Reuters, October 27, 2016, https://www.reuters.com/article/us-china-saudi-security-idUSKCN12R0FD.

[28] “Saudi, Chinese Navies Conclude Blue Sword 2019 Drill,” Asharq Al-Awsat, December 5, 2019, https://english.aawsat.com//home/article/2022166/saudi-chinese-navies-conclude-blue-sword-2019-drill.

[29] “Sheikh Mohamed: UAE and China creating 100-year ‘road map’ to boost alliance,” The National, July 31, 2019, https://www.thenationalnews.com/uae/government/sheikh-mohamed-uae-and-china-creating-100-year-road-map-to-boost-alliance-1.889755.

[30] Mukesh Aghi and Vikram Mahajan, “The Problem With CAATSA,” The Diplomat, December 17, 2021, https://thediplomat.com/2021/12/the-problem-with-caatsa/.