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El Interprete Digital

Las cartas del paisaje político de Sudán

Por Muzan Alneel para TIMEP

 Protestas ante la Universidad de Darfur Occidental, Sudán. [ United Nations Photo / Creative Commons]

Casi seis meses después del golpe militar en Sudán, las protestas pacíficas siguen teniendo lugar según los calendarios semanales publicados por los comités de resistencia. Surgieron nuevas formas y herramientas de resistencia, incluso después de que las fuerzas del Estado hayan asesinado a más de 90 manifestantes en las protestas, y a decenas más en diversos ataques de las milicias en todo el país. El número de huelgas y barricadas aumentó en todo el país desde enero de 2022, y en ellas participaron numerosos sindicatos y se bloquearon los principales caminos.

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En febrero de 2022 se publicaron varios documentos políticos con diversas repercusiones en el panorama político, el proceso y el debate público del país. Las cartas políticas emitidas por los comités de resistencia tuvieron un gran impacto en la configuración de los acontecimientos y debates de marzo y abril. Incluyeron visiones políticas y económicas, hojas de ruta para nombrar un gobierno que ponga en práctica estas visiones y bases para las alianzas políticas. También, en febrero, la Misión Integrada de Asistencia a la Transición de las Naciones Unidas en Sudán (UNITAMS) publicó un informe resumido sobre sus consultas para un proceso político para Sudán, con un impacto contrastantemente limitado en el espacio público. Un examen de estos documentos, sus intersecciones y sus divergencias, revela importantes factores que configuran a Sudán en un momento crítico de su historia.

Los estatutos políticos

Las noticias sobre las nuevas cartas políticas que estaban debatiendo los comités de resistencia llevaban circulando desde noviembre de 2021, y algunos borradores propuestos se hicieron públicos ya en diciembre de 2021. Como el público había exigido una aceleración del proceso, los comités de resistencia emitieron varias declaraciones explicando la necesidad de inclusión y deliberación para garantizar un documento representativo. En febrero de 2022, se dieron a conocer públicamente dos cartas principales que están dando forma al debate desde entonces. La primera es la Carta Revolucionaria del Poder Popular (CRPP), firmada por los comités de la resistencia en siete estados cuando se publicó por primera vez, antes de llegar a quince estados de los dieciocho que tiene Sudán a finales de marzo de 2022. La segunda carta política es la Carta para el Establecimiento de la Autoridad Popular (CEAP) emitida por el órgano de coordinación de los comités de resistencia en Jartum.

En el CRPP se puede encontrar un claro enfoque en la democratización de la toma de decisiones y la distribución de la riqueza en todos sus puntos. Incluye una hoja de ruta para formar gobierno, empezando por la selección de los consejos locales en un proceso que se iniciaría inmediatamente como parte de la resistencia en curso contra el golpe. A continuación, estos consejos deberán elegir a los representantes de los niveles superiores de cada estado, hasta llegar al consejo legislativo federal, que nombraría a un primer ministro. La primera sección de la CRPP ofrece un “marco conceptual para analizar los problemas históricos de Sudán” y considera el subdesarrollo, las crisis económicas y los conflictos del país como producto de la estructuración colonial y poscolonial de la economía, así como de la élite gobernante. Dentro de este marco, la CRPP define la revolución sudanesa como una “contra el totalitarismo militar y civil, los golpes de estado y las relaciones coloniales de subyugación”. La segunda sección de la carta ofrece un análisis y unas directrices que ayudarían a dirigir el trabajo del nuevo gobierno. Incluye detalles sobre los ministerios, las comisiones, así como orientaciones políticas y socioeconómicas. En términos de economía política, por ejemplo, la CRPP se centra en un proyecto de desarrollo nacional que pretende reestructurar la economía rentista de Sudán para convertirla en una más industrial, mediante una política económica mixta guiada por el sector público en colaboración con el sector privado. La CRPP también rechaza claramente los programas de ajuste estructural del FMI y las medidas de austeridad relacionadas con ellos, y defiende que Sudán pueda acogerse a medidas preferentes con respecto al alivio de la deuda, dadas las extraordinarias condiciones del país.

En otras palabras, la carta aborda las causas del subdesarrollo económico de Sudán, en lugar de buscar un alivio financiero rápido y efímero de la comunidad internacional. La carta también aborda la cuestión de los derechos de las mujeres proponiendo una Comisión para el desmantelamiento de los sistemas de opresión y dependencia, y vincula las violaciones de los derechos de las minorías a las estructuras socioeconómicas y de economía política subyacentes.

Además de ser firmado por los comités de resistencia de quince estados, el CRPP elevó el nivel del debate político público en el país con su hoja de ruta de un gobierno construido desde abajo.

La otra carta política importante publicada en febrero es la CEAP. Aunque todavía no se  abrió a la firma de los comités de resistencia de los estados más allá de Jartum, la carta deriva su importancia del peso político y poblacional de la capital en comparación con el resto del país. La CEAP se dio a conocer para que se consultara a los comités de resistencia de Jartum, a sus integrantes y al público en general. La carta incluye valores revolucionarios que pueden verse en diferentes partes del documento, entre ellos el énfasis en “no comprometer el derecho del pueblo a la vida”. También critica el proceso político por no abordar los orígenes económicos, sociales y culturales de la actual crisis de Sudán, y destaca la “falta de una visión de desarrollo sostenible” para el país. Todos estos puntos los comparte con la CRPP en cierta medida.

Sin embargo, la CEAP y la CRPP difieren en cuanto a las herramientas propuestas para aplicar estos valores. La CEAP se basa en el concepto de “unir a los actores políticos de la revolución” como objetivo principal, no como herramienta. En consecuencia, prevé un camino conformado por la construcción de consensos y la búsqueda de compromisos. Esto queda claro, por ejemplo, en la cuestión de la economía política, en la que, a pesar de dar prioridad a los “derechos del pueblo a la vida”, la CEAP pide que se “equilibre la gestión de la deuda pública y las necesidades de desarrollo”, en un alejamiento del enfoque del desarrollo centrado en el pueblo. La CEAP también incluye una hoja de ruta para la formación del gobierno, que comienza con el nombramiento de un primer ministro por consenso entre los firmantes de la CEAP. Esta cláusula mantiene una visión centralizada de la toma de decisiones políticas, sobre todo si se contrasta con el enfoque del CRPP, que se basa en los consejos locales. La CEAP también incluye detalles de los ministerios y comisiones que propone crear, como la Comisión de Paz, la Comisión para la Reforma de los Sectores de Seguridad y Militar, la Comisión de Desarrollo Sostenible y otras.

El enfoque en el desarrollo y la provisión de derechos económicos básicos como camino hacia la paz y la estabilidad en el país es una característica común de ambas cartas. Sin embargo, las diferentes disposiciones de las prioridades generó que se propongan diferentes herramientas y soluciones, lo que refleja el debate general entre los diversos comités revolucionarios sobre el terreno.

Pero, ¿qué está haciendo UNITAMS?

Muchos comités de resistencia y manifestantes se unieron bajo el lema “No a la asociación, no a la negociación, no a la legitimidad (para los militares)”. Este posicionamiento contrasta fuertemente con la postura oficial de la clase política sudanesa y los intentos de la ONU de reactivar un periodo de transición dirigido por civiles en el país. La UNITAMS puso en marcha un proceso político que comenzó con “consultas iniciales con un amplio abanico de actores sudaneses“, entre los que se encontraban el gobierno militar golpista, los partidos políticos y las organizaciones de la sociedad civil, entre otros. A continuación, varios comités de la resistencia emitieron declaraciones contra el proceso político de UNITMAS, alegando que legitimaba a los líderes golpistas que habían cometido crímenes contra la resistencia. Esto dividió a la opinión pública sobre cómo proceder con los esfuerzos de UNITMAS.

En febrero de 2022, UNITAMS publicó su primer informe sobre las consultas, que incluía secciones sobre el estado del documento constitucional, la asociación civil-militar, el acuerdo de paz de Juba, la reforma del sector de la seguridad y las elecciones, entre otras cuestiones. La selección de temas, así como las prioridades presentadas por el enviado especial de la ONU para Sudán, no mencionan el fin del régimen militar en el país. El informe no tuvo prácticamente ninguna repercusión en el discurso público: No se debatió, ni aparecieron eslóganes a favor o en contra en las protestas, ni siquiera entre los políticamente activos y comprometidos.

Mientras que las cartas políticas de los dos principales comités de la resistencia abordaban las cuestiones económicas en detalle, no había una sección separada para las cuestiones económicas en las consultas y el informe de UNITAMS. En su lugar, la economía se menciona en la sección “Poderes Ejecutivos”, con una comprensión superficial y centrada en el ámbito internacional de la economía de Sudán. El informe presenta el alivio de la deuda, y el proceso correspondiente, entre los avances significativos logrados por el gobierno de transición. Menciona el desbloqueo de la ayuda, suspendida a causa del golpe, como medio de alivio, cuando las medidas de austeridad relacionadas con el FMI antes del golpe ya habían empeorado la situación económica de muchos.

A lo largo del informe, numerosos puntos que describen el periodo de transición, incluyendo el impacto y el papel del acuerdo de paz de Juba y el tratamiento del golpe militar y sus secuelas como parte de un periodo de transición, plantean cuestiones sobre la marcada diferencia entre la forma en que la ONU y el pueblo sudanés ven los éxitos, los retos y las oportunidades sobre el terreno. El informe de UNITAMS es rico en ejemplos de la inclinación hacia procesos rápidos y exclusivos de creación de consenso, alejados de abordar las cuestiones planteadas por las cartas políticas previamente discutidas. El informe confirmó la desconexión de la comunidad internacional y su falta de voluntad para abordar seriamente el proceso de cambio en el actual escenario político de Sudán.

Comprender el panorama político de Sudán a través de sus documentos

El examen de estos documentos revela las principales corrientes políticas que conforman, o intentan conformar, el nuevo panorama político posterior al golpe. Las diferencias de prioridades entre la comunidad internacional y la resistencia sudanesa son difíciles de ignorar y hacen que ambas tomen direcciones diferentes: la primera hacia la eliminación de las causas de un pasado reciente y antiguo injusto, y la segunda hacia el retorno a ese mismo pasado insostenible.

Las principales cartas de los comités de resistencia también reflejan importantes indicadores de la dialéctica del proceso político sudanés. Aunque ambas cartas declaran objetivos y valores fundamentales similares relacionados con el desarrollo, la justicia y la paz y la estabilidad sostenibles al abordar las fuentes de los problemas del país, también adoptan dos enfoques diferentes. El debate sobre la democratización radical de la decisión política y la distribución de la riqueza frente a una reforma de las viejas formas con la esperanza de que produzcan resultados diferentes, es uno que va más allá de dos cartas. Ambas vías tienen sus defensores entre la resistencia y sus interacciones son las que conforman el proceso político y las posiciones de los actores sudaneses. Mientras la comunidad internacional y las potencias regionales siguen ignorando las visiones de los comités de la resistencia, estas visiones son las que se discuten en las calles sudanesas. Son las que se distribuyen durante las protestas y tienen una probabilidad incomparablemente mayor de traer una paz estable al país.

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Muzan Alneel fue becario no residente de TIMEP y se dedicó a un enfoque de la economía, la industria y el medio ambiente en Sudán centrado en las personas.

N.d.T.: El artículo original fue publicado por TIMEP el 26 de abril de 2022.