Por Piotr Schulkes para Middle East Institute
Si bien los bancos occidentales vieron caer sus valoraciones sustancialmente durante los primeros 18 meses de la pandemia, y aún no se recuperaron, esta tendencia fue menor en Arabia Saudita, inclusive están más cerca, si no por encima, de sus niveles pre Covid-19.
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Identificar los impulsores de esta tendencia aparentemente contradictoria nos ayuda a comprender mejor los cambios dentro del sector saudí y los crecientes impactos de las políticas relacionadas con el Plan Visión 2030 centrado en la diversificación y el desarrollo económico a largo plazo.
En 2020, NCB, el banco más grande del país, tuvo su año más rentable hasta la fecha, logrando un ingreso operativo neto de SAR 21,5 mil millones (USD 5,3 mil millones). Esto se debió a un aumento del 99% en la cartera de financiamiento residencial del banco, lo que resultó en un salto neo en los ingresos del 7% en sus operaciones de banca minorista.
Por otra parte, el fenómeno mencionado anteriormente fue superado por la operación de tesorería del banco, que experimentó un aumento del 20% en los ingresos netos, impulsado por la emisión de sukuks (N.d.T: certificado financiero islámico) gubernamentales. Situación similar se puede observar en todo el sector bancario nacional, donde las áreas principales de crecimiento son las hipotecas residenciales, préstamos corporativos y estatales, en orden descendente de importancia.
El Banco Al Rajhi registró un aumento de las hipotecas del 90% en 2020, mientras que Saudi Investment Bank enfatizó la importancia de una reducción de los impuestos del 15% al 5% para los compradores de propiedades a fin de estimular la demanda de viviendas localmente.
Cifras del Banco Central Saudita (SAMA) muestran que los contratos de financiación de hipotecas residenciales (casas, departamentos y terrenos) se multiplicaron por 17 desde 2016. Este crecimiento extraordinario está impulsado por iniciativas del Ministerio de Viviendas y Desarrollo Inmobiliario. Datos acordes al objetivo del príncipe heredero Mohammed Bin Salman de garantizar el 70% de casas para 2030.
Pymes y Digitalización
Junto al desarrollo inmobiliario, los bancos del reino destacan otros dos puntos. El primero de ellos es el aumento de las oportunidades de financiación para pequeñas y medianas empresas (Pymes) a través del programa Kafalah, que se expandió rápidamente: de 958 proyectos en 2018 a más de 3500 en los primeros trimestres de 2020.
La cartera Pyme de Al Rahji creció de SAR 23.000 en 2019 a SAR 29.000, es decir, un 26%. En todo el sector, el financiamiento para estos emprendimientos casi se duplicó desde 2018.
Por otra parte, el segundo punto de enfoque consistió en aumentar la digitalización con el doble propósito de impulsar la penetración y avanzar hacia una economía sin efectivo. Este desarrollo está estrechamente relacionado con el financiamiento de las pymes, ya que los bancos esperan aumentar el acceso de éstas a mejores herramientas digitales.
En todo el sector alrededor del 80% de las nuevas cuentas se abren digitalmente y entre el 30% y 50% de las transacciones se realizan a través de estos canales.
Este movimiento hacia la digitalización es más claro en la concesión de licencias a los dos primeros bancos completamente digitales a principios de este año: STC Pay de Saudí Telecom (pasará a llamarse STC Bank con un capital de SAR 2.500 millones) y Saudi Digital Bank (SDB, con un capital de SAR 1.500 millones).
Estas nuevas licencias encarnan el deseo del reino de convertirse en un centro financiero y aumentar la eficiencia y penetración de su sistema bancario. El impacto de estos bancos digitales es difícil de medir, pero es seguro asumir que serán atractivos para las áreas sin servicios, donde las instituciones tradicionales tienen pocas o ninguna sucursal.
Con una penetración bancaria del 72%, pero se prevé que el internet alcancé el 97% en 2025, los bancos digitales tienen un público objetivo claro. Su importancia en todo el sector probablemente provendrá de estimular la innovación en las instituciones más antiguas del reino y garantizar que la sociedad este a la vanguardia de los avances financieros.
STC Play y SDB estarán sujetos al mismo marco regulatorio que otros bancos saudíes, aunque el gobernador de SAMA señaló que habrá una supervisión adicional para combatir el riesgo del financiamiento del terrorismo y el lavado de dinero.
El Ingreso de los Bancos Extranjeros
Arabia Saudí también otorgó una serie de licencias bancarias a bancos extranjeros durante la última década, entre ellos QNB, Credit Suisse e ICBC, al que pronto se unirá una segunda entidad china, Bank of China (BOC), mientras que Citibank y Goldman Sachs están habilitados para operar el mercado de capitales.
Todos los bancos extranjeros combinados poseen menos del 1% de los activos totales del reino y no se convertirán en competidores de sus pares locales; en cambio, se enfocan en financiar megaproyectos, compensaciones y servir como agentes entre compañías internacionales y saudíes.
La concesión de licencias a estas entidades se organizó para garantizar la distribución geográfica y representación de socios importantes: JPMorgan Chase de los Estados Unidos, ICBC y BOC de China, National Bank de Pakistán, MUFG de Japón y Emirates NBD y First Abu Dhabi Bank de Emiratos Árabes Unidos. Todos son actores importantes en la campaña de privatización, incluso de oleoductos, molinos harineros, hospitales y aeropuertos.
Además de organizar y suscribir actividades, también se recomienda encarecidamente a los bancos extranjeros que ayuden a capacitar a los saudíes para aumentar la saudización (N.d.T: término que refiere a mayor mano de obra local), otro objetivo importante del Plan Visión 2030.
Saudi Aramco, junto con una serie de bancos y empresas de contabilidad, incluidas HSBC y Deloitte, lanzó Altamayyuz Academia de Excelencia en Finanzas y Contabilidad, un proyecto único en su tipo que tiene como objetivo crear un grupo de graduados nacionales altamente calificados que ayudarán al reino a tener éxito en sus programas de diversificación y garantizar que tenga la experiencia y la mano de obra necesarias para hacerlo un centro regional de servicios financieros.
Bancos y Visión 2030
El papel de los bancos en Visión 2030 no se puede subestimar: son actores centrales para atraer inversiones extranjera directa y facilitar la diversificación económica; simbolizan las políticas más orientadas al mundo del príncipe heredero y están a la vanguardia del cambio en la forma en que los ciudadanos, empresas y estado interactúan entre sí. Sin embargo, quedan dudas con respecto a su capacidad de acción independiente.
La notable rentabilidad de los bancos saudíes se basó en iniciativas gubernamentales y gastos del REDF, mientras que el programa Kafalah está financiado por el Fondo de Desarrollo Industrial de Arabia Saudí.
Fomentar la saudización, el crecimiento de las Pymes y la propiedad de viviendas son parte integral del éxito continuo de Visión 2030, pero la sostenibilidad de estos proyectos es incierta una vez que se reduce la financiación del gobierno.
El enfoque de Riad también limita el crecimiento en el resto del país: la región de la capital recibe más de un tercio de la financiación de las pymes a pesar de tener menos de una cuarta parte de la población y obligar a las empresas establecer allí su sede limita su alcance, especialmente, para los bancos.
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Piotr Schulkes- Académico no residente en el Middle East Institute. Sus estudios se enfocan en la economía política del Golfo, especialmente, sectores financieros de la región.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Middle East Institute el 22 de julio de 2021.