Por Daoud Kuttab para Arab News
Luego del brutal ataque por aire, tierra y mar llevado a cabo en mayo durante 11 días, los esfuerzos para reconstruir Gaza están lidiando con un gran inconveniente: el dominio de la enorme cantidad de dinero destinada a la reconstrucción.
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El problema parece estar centrado en la actitud de Hamas en Gaza. Los ataques, que estallaron tras la negativa de Israel a ceder en la mezquita de Al Aqsa y Sheikh Jarrah, generaron varios desafíos de financiación para Hamas.
Ahora, la mayor parte de las conversaciones sobre recursos, como pagar a los funcionarios públicos en Gaza o seguir adelante con la reconstrucción, parece estar dirigida a las Naciones Unidas y sus diversas agencias que operan en el territorio.
Naturalmente, al gobierno con sede en Ramallah también le gustaría ser el conducto del dinero, pero es una opción que no parece ser posible. En el mejor de los casos, a los líderes de Ramallah se les podría permitir sentarse a la mesa.
En lo que respecta a Hamas, las tensiones podrían reducirse si acepta un intercambio de prisioneros y se asegura de que no se produzcan más escaladas bélicas. Sobre el primer tema, las largas negociaciones no parecen estar progresando debido al abismo entre lo que Hamas quiere en términos de cantidad de prisioneros que espera a cambio de la contraparte israelí y los cuerpos en su poder.
El nuevo gobierno israelí de Naftali Bennet- Yair Lapid no tiene prisa por comprometerse, mientras que el líder opositor, Benjamin Netanyahu, les está respirando la espalda y los acusa de ser una gestión apaciguadora y de izquierda.
Mientras tanto, lo que está obstaculizando los esfuerzos de los negociadores de la ONU, encabezados por el enviado de Medio Oriente, Tor Wennesland, es la sensación de victoria que está sintiendo Hamas tras la batalla de 11 días con Israel. En ella, el movimiento con sede en Gaza logró paralizar los aeropuertos de Israel y enviar a la mitad de su población a refugios.
Si bien Israel sufrió pocas muertes en comparación con los habitantes de Gaza, no hay duda de que la ecuación cambió porque Hamas no fue aplastado y, por lo tanto, puede regresar una y otra vez para perturbar la vida de los israelíes.
Los actores externos también están tratando de ayudar en el proceso. Los egipcios, que supervisaron el alto al fuego actual, sienten que pueden producir algún cambio dentro del liderazgo de Hamas, pero no sin que los israelíes también se muevan.
Hamas está dispuesto a jugar dentro de este esquema, pero quiere que Egipto e Israel lo ayuden con la comunidad internacional. Quiere ser legitimado y dejar de ser tratado como una organización terrorista.
En particular, le gustaría que se le permitiera ser una parte importante de cualquier nuevo gobierno establecido en Ramallah. Sin embargo, el Cuarteto de Medio Oriente, tal como está, no parece suavizar sus condiciones para la participación de Hamas como socio legítimo.
Las tres condiciones son: reconocer a Israel, denunciar el terror y aceptar los acuerdos existentes firmados por la Organización de Liberación de Palestina (OLP), parecen difíciles de aceptar para Hamas, especialmente, debido a su fuerte sentimiento de victoria tras el reciente ciclo de violencia.
El cuarteto, formado por Estados Unidos, ONU, Unión Europea y Rusia, recibió presiones para ampliar su membresía para incluir una serie de nuevos jugadores. Entre ellos se incluyen Egipto, Jordania y posiblemente el Reino Unido (que ya no es parte de la UE), pero hasta ahora resisten. Se discutió sobre la posibilidad de una reunión de los cuatro – a nivel Ministerio de Relaciones Exteriores- pero no hay una fecha aún definida.
Se espera que, una vez que se alcance un marco general para cimentar el alto al fuego y acordar el mecanismo de reconstrucción de Gaza, el cuarteto pueda reunirse para aprobar y dar el impulso necesario a ese proyecto.
Por el momento, la pelota parece estar en la cancha de Hamas, aunque otros como Israel tienen un papel importante que desempeñar para ayudar a que el proceso avance. Eso incluirá no solo reforzar el alto al fuego y comenzar el proceso de reconstrucción, sino también pasos concretos hacia el reinicio de las conversaciones directas entre Israel y Palestina.
Eso parece inverosímil en este momento, pero obviamente es necesario que los esfuerzos de todas las partes interesadas quieren producir resultados positivos esperados.
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Daoud Kuttab es periodista palestino galardonado. Es ex profesor de periodismo en la Universidad de Princeton.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Arab News el 1 de julio de 2021.