Por Omar Nour para Syria Direct
Hay algo peor que el trabajo agotador que Muhammad Hourani hace durante 11 horas por día. Es que se verá interrumpido por semanas debido al aislamiento total impuesto por Turquía como medida preventiva contra el virus COVID-19 entre el 29 de abril y el 17 de mayo.
[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]
Hourani, un refugiado sirio de 16 años, trabaja en un taller de tapicería en la provincia turca de Esmirna. Allí vive con su familia, tras ser desplazados del distrito sirio de Jobar, en Damasco, en 2018. Entrevistado por Syria Direct contó que no recibió compensación alguna o salario de parte de su empleador por los días que duró el toque de queda. Para empeorar las cosas, el padre de Hourani tampoco recibió ninguna compensación por su trabajo.
El 26 de abril, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció un toque de queda total en todas las provincias turcas tras un aumento de los casos de coronavirus en los últimos meses. Al 4 de mayo, el país había registrado aproximadamente 4,9 millones de casos.
La historia de Hourani refleja la situación de muchos trabajadores sirios en Turquía, especialmente quienes carecen de permiso de trabajo, en medio de la cuarentena. Abu Salim, padre de cuatro hijos que vive en Estambul, le dijo a Syria Direct : “No estoy autorizado a trabajar durante el cierre ni voy a recibir suma de dinero alguna como compensación por parte de mi empleador ¿Cómo me daría una compensación material o me pagaría por los días del toque de queda, cuando nos recorta el pago por días libres, incluso si es una licencia por enfermedad?”.
Los trabajadores enfrentan el cierre
Abdulrahman Obaidah —un seudónimo—, relató: “Acumulé deudas desde el último cierre porque mi trabajo se detuvo. No sé dónde pedir dinero prestado en este momento”. Este padre de tres hijos que trabaja como jornalero electricista, no puede hacer frente a sus necesidades durante el período de encierro.
Para Obaidah, dejar de trabajar no es solo un desastre para él y su familia, sino también para dos familias en Damasco. Entrevistado por Syria Direct, contó que envía dinero a dos de sus hermanos que viven en Ghouta Oriental, y expresó su pesar por no poder enviar nada para ayudarlos con las compras para la celebración del Eid.
Obaidah dijo que está considerando seriamente regresar a Siria ‘si las condiciones de vida siguen siendo las mismas’. Señaló que varios de sus amigos tuvieron la misma idea.
En diálogo con Syria Direct, el presidente de la Asociación Libre de Abogados Sirios, Ghazwan Koronful, quien vive en Turquía, dijo que: “600 refugiados sirios que trabajan como jornaleros regresaron a Siria en las últimas 72 horas. Para algunos de ellos, la opción de permanecer en Turquía ya no podía considerarse, especialmente porque el aislamiento o es corto y algunos podrían no tener dinero para tres días de comida”.
Las consecuencias del toque de queda total se multiplicaron para Muhammad Nooreddin —un seudónimo—, ya que contrajo COVID-19 hace dos semanas. Le contó a Syria Direct que esto lo obligó a tomar una licencia sin goce de sueldo de la fábrica en Estambul donde trabaja. Luego su licencia continuó debido al cierre, también sin compensación económica.
En estas circunstancias, el investigador económico Firas Shabou dijo que: “los refugiados sirios no pueden obtener el dinero para pagar el alquiler y las facturas de servicios públicos, así como las necesidades básicas de comida y bebida. También enfrentan el problema de pagar los gastos en el mes actual de Ramadán y durante el Eid Al Fitr.
Por esa razón, Nooreddin dijo que se verá obligado a vender el anillo de su esposa. Agregó que esto es la ‘última y única solución’.
Derechos perdidos
Un gran segmento de sirios en Turquía trabaja en condiciones laborales malas e inseguras, según Shabou. Afirmó que: “No tienen permisos de trabajo y no hay organizaciones ni sindicatos que velen por sus derechos. Como resultado, son víctimas de trabajar muchas horas por poco dinero, y el aislamiento es un desastre en todos los sentidos de la palabra”.
Más de un año después de la pandemia de COVID-19, los refugiados sirios agotaron sus ahorros. La crisis agobió especialmente a los trabajadores sin permiso de trabajo debido a los cierres repetidos y la falta de compensación.
El abogado Koronful explicó que: “un trabajador que tiene un permiso y cuya institución está autorizada para trabajar durante el aislamiento puede trabajar. Un permiso de trabajo le da derecho a su titular para moverse. Pueden obtener un certificado de este permiso en la aplicación de servicios del gobierno turco, e-Devlet”.
Incluso si las empresas dejan de trabajar durante el período de cuarentena total, según la ley turca ‘tienen la responsabilidad de pagar el salario del trabajador, ya sea a tiempo completo o parcial’.
Dado que la mitad de los sirios perdieron sus trabajos o medios de vida, se vieron afectados por la pandemia de COVID-19. Un funcionario de comunicaciones del Comité Conjunto Sirio-Turco, Inas Al Najjar, dijo a Syria Direct que los jornaleros son el grupo más afectado.
Varios trabajadores dijeron a Syria Direct que los extranjeros, incluidos los sirios, anulaban su derecho a reclamar una indemnización o derechos básicos al no obtener un permiso de trabajo. Nooreddin perdió 12.000 TRY — o 1.437 USD, según el tipo de cambio en el mercado paralelo, donde 8,35 TRY equivalen a 1 USD— que le debe el propietario de la fábrica en la que trabaja. Con desaprobación, dijo: “No puedo reclamarlo. Nada lo obliga a pagar nuestros salarios. A veces recibimos una parte del pago con 20 o 30 días de retraso”.
Solo el tres por ciento de los sirios en Turquía tienen trabajos formales que incluyen seguridad laboral, salario mínimo y protección social. Según Al Najjar, la mayoría de los sirios no disfrutan de la protección que brinda la ley.
Según el abogado Koronful, la ley turca exige que los empleadores obtengan permisos de trabajo para extranjeros. Se impone una multa de 4.323 TRY —518 USD— a un trabajador extranjero sin permiso, mientras que el empleador recibe una multa de 10.800 TRY —1.293 USD— por cada empleado en esta situación.
Sin embargo, Koronful dijo que los empleadores están evitando obtener permisos de trabajo para evadir sus obligaciones financieras, tales como la seguridad social y la cobertura médica, cuyas tarifas mensuales ascienden a alrededor de 850 TRY —120 USD—. También, agregó que: “están empleando a personas por salarios inferiores al mínimo establecido por la ley y por jornadas laborales de hasta 12 horas en lugar de las 8 horas legales”.
Para evitar violaciones contra los trabajadores sirios, Koronful aconsejó a quienes deseen trabajar que se registren en la Agencia de Empleo Turca (İŞKUR) y obtengan oportunidades laborales a través de ella. İŞKUR es una agencia gubernamental que los empleadores utilizan para buscar trabajadores con múltiples especialidades. Si alguien consigue un empleo a través de la agencia, el permiso de trabajo está garantizado y el individuo obtiene sus derechos.
Soluciones tímidas
Como parte de sus esfuerzos para apoyar a los sirios en Turquía durante el aislamiento, la Plataforma de Asociaciones Sirias, un organismo no gubernamental independiente, ayuda a garantizar el apoyo social popular de parte de los turcos. Con ese fin, el jefe del Comité de Relaciones Turcas de la organización, Muhammad Aktaa, explicó que se está acercando a las instituciones públicas y gobernadores, como el de Estambul. El objetivo es obtener excepciones para algunos empleados sirios de organizaciones de la sociedad civil para entregar ayuda a su comunidad, garantizando su continuidad.
Sin embargo, hablando con Syria Direct, Aktaa enfatizó la necesidad de lidiar con el aislamiento en Turquía desde una perspectiva integral, sin individualizarlo solo para los sirios. Dijo que “tanto los sirios como los turcos están sufriendo”.
Por su parte, Al Najjar dijo que el Comité Conjunto Sirio-Turco está haciendo un seguimiento de los sirios afectados, revisando los reportes y la información recibida con el objetivo de ‘establecer contactos con los equipos de voluntarios y llegar a los más afectados’. Hizo un llamado a las familias más afectadas a “buscar a las organizaciones humanitarias cercanas a su lugar de residencia” y también a las organizaciones humanitarias y voluntarios para que realicen más esfuerzos para superar esta etapa.
También mencionó que: “el Comité recibió solicitudes de asistencia de los refugiados sirios afectados pero no es nuestra especialidad brindar apoyo financiero a los afectados”.
La Media Luna Roja Turca proporciona asistencia en efectivo a los refugiados sirios, por un valor de 120 TRY —14 USD— por persona. Eso solo cubre una parte de los gastos, según dijo Obaidah, quien recibe 600 TRY —57 USD— para su familia de cinco mientras paga 1.000 TRY —120 USD— de alquiler, además de facturas y gastos básicos.
En cuanto a Nooreddin, no recibió ayuda desde que llegó a Turquía, ni siquiera de la Media Luna Roja turca. No puede pensar en el futuro, “sin saber a dónde ir, si todas las puertas están cerradas”.
[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Syria Direct el 6 de mayo de 2021.