Por Dellair Youssef y Enrico De Angelis para SyriaUntold
¿Cómo es posible pensar en el futuro, más allá de la clave distópica, cuando uno ya vive bajo regímenes autoritarios y represivos, en guerra o bajo ocupación?
Hace un mes, SyriaUntold fue contactada por Ecologìas del Futuro, un proyecto de cine de ciencia ficción ‘nomade’, con base entre México, Túnez y Alemania. Se propone reflejar críticamente un futuro de aquí a 300 años para desarrollar nuevas visiones y estrategias para el presente. Nos gustó la idea inmediatamente y decidimos participar para destacar algunas reflexiones desde Medio Oriente y Norte de África.
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La ciencia ficción es vital, es un género con límites particularmente flexibles, con el fuerte potencial de inspirar un cambio. Nos habilita a cuestionar nuestras circunstancias, resaltar contradicciones e imaginar nuevas formas de vida y organización de las sociedades de un modo radical. Todos estos procesos pueden sentar las bases para políticas innovadoras y ayudar a encontrar soluciones creativas a nuestros problemas actuales aparentemente sin salida.
Imaginar el futuro puede revelar en qué grado operan las presunciones ideológicas y las superestructuras en las que estamos inmersos hoy. La dificultad de imaginar un futuro diferente puede ser síntoma de inmovilidad política, que frena nuestras mentes antes incluso de convertirse en un obstáculo para los cambios concretos ¿En qué medida podemos cambiar el presente si no podemos imaginar aquello que queremos para las futuras generaciones?
En su libro Capitalist Realism –Realismo capitalista– el escritor y teórico marxista Mark Fisher describe lo difícil que es para gran parte del mundo imaginar la vida sin capitalismo. Examina películas de ciencia ficción describiendo futuros cercanos que, incluso en un nivel superficial o estético, son radicalmente diferentes pero aún impregnados de la lógica capitalista.
A su vez sabemos que la ciencia ficción puede sobrepasar también esos límites. En The Dispossessed –Los desposeídos–, Ursula Le Guin logra describir con increíble complejidad y detalle el experimento de una utopía anarquista de un planeta entero.
En la región, la ciencia ficción cuenta aún con otra ventaja adicional: puede usarse para hablar del presente en una forma más indirecta o menos obvia, evitando la censura y el castigo que persisten bajo regímenes autoritarios.
Ecologìas del Futuro y otros proyectos similares tienen un importante mérito: tratan de descentralizar los discursos sobre el futuro que son manufacturados mayoritariamente en Occidente. La ciencia ficción se suele asociar con los países tecnológicamente más avanzados y prósperos. Pensando que el hecho de poseer tecnología y capital no sólo otorga todo el poder que ya tiene para modelar el futuro –para bien o para mal–, sino que también concede el derecho a imaginar lo que ese futuro debería o podría ser para toda la humanidad.
Nosotros pensamos que reclamar el derecho a pensar en el futuro de las ‘periferias’ del mundo es de la mayor importancia. Es simplemente otra forma de descolonizar estructuras de producción de conocimiento y motorizar el cambio.
En lo que respecta a la región del Medio Oriente y Norte de África, dejar a Europa y Estados Unidos solos para representar el futuro es particularmente problemático, ya que ambos han probado ser increíblemente poco imaginativos. Su incapacidad de pensar por fuera de los moldes termina por afectar inevitablemente cómo interpretan y reaccionan ante los procesos políticos actuales.
En los últimos años presenciamos una nueva ola de interés en la ciencia ficción árabe. En varias novelas, cuentos, películas y obras de arte se representan escenas de futuro. Una nueva generación parece estar lista para consumir estos productos culturales. Quizá sea un comienzo, aunque todavía marginal en comparación con la producción de ciencia ficción en otras partes del mundo. Además, muchos de estos productos adoptan un enfoque distópico, siguiendo lo que parece ser una tendencia mundial.
Entonces surge la pregunta acerca de ¿Cómo es posible pensar en el futuro, y no sólo en términos distópicos, cuando ya se vive bajo regímenes autoritarios represivos, en guerra o bajo ocupación?
Con Ecologìas del Futuro pretendemos iniciar un debate sobre estos y otros temas relacionados. Le pedimos a escritores, artistas, periodistas y creadores de cine de diferentes países de Medio Oriente y Norte de África que grabaran mensajes cortos con sus reflexiones. Aquí se incluyen las grabaciones de: dos novelistas egipcios Ahmad El Fakharany y Nael Eltoukhy; el escritor también egipcio Haytham Wardani; el periodista y escritor sirio-kurdo Joan Tatar; la poeta iraquí Khadija Al Saadi; el poesta palestino Alaa Hlehel; el periodista Ammar Almamoun y el académico Bisher Najjar, ambos sirios; así como también la periodista Rasha Elass.
Los dejamos elegir libremente el estilo y forma de sus contribuciones. Les pedimos que imaginaran el mundo de aquí a 300 años en sus países y en el mundo en general, su relación personal con el futuro, los debates sobre el futuro en la región y por qué parecen ser tan marginales, la aparente prevalencia de las visiones distópicas o comentario sobre trabajos de ciencia ficción específicos.
Publicaremos el texto con sus contribuciones junto con los audios a lo largo de esta semana. Esperamos que este proyecto sea el comienzo de una discusión duradera.
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Dellair Youssef es un periodista, escritor y cineasta sirio. Ha dirigido varias películas, entre ellas The Princes of the Bees, Exile, Banyas: The Beginnings y Clothesline. También es autor de Tales of this Time y Good morning Lovelies.
Enrico de Angelis es Doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Salerno, y profesor adjunto en la Universidad Americana del Cairo. Es miembro fundador de SyriaUntold y colaboró como consultor con distintas ONG y medios de comunicación.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Syria Untold el 26 de Abril de 2021.