Por Yasar Yakis para Arab News
El proceso político en Libia avanza de manera constante, pero persisten los riesgos de incertidumbre. Las negociaciones políticas bajo el patrocinio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por un lado, y la situación militar, por otro, no siguen los mismos caminos.
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Se acordó un alto el fuego en Ginebra el 23 de octubre. El acuerdo contenía varios requisitos. El más importante de ellos era la retirada de todos los combatientes y tropas extranjeras de Libia en un plazo de tres meses. Cuando terminó este plazo, tanto el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, como el representante de Estados Unidos en la ONU, el 29 de enero, invitaron a todos los combatientes y mercenarios extranjeros a abandonar Libia inmediatamente. El embajador interino de Estados Unidos ante la ONU, Richard Mills, fue más específico. Declaró: “Hacemos un llamado a Rusia, Turquía y Emiratos Árabes Unidos para que inicien inmediatamente la retirada de sus fuerzas del país y la eliminación de los mercenarios extranjeros y representantes militares que reclutaron, financiaron, desplegaron y apoyaron en Libia”.
Hasta ahora, el nuevo Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aún no anunció los detalles de su política en Libia. Sin embargo, sabemos que cuando fue vicepresidente de la administración Obama se opuso a la intervención militar liderada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el país.
Por otro lado, los mercenarios rusos del Grupo Wagner no solo continúan en Libia, sino que también están cavando trincheras entre Sirte y Jufra, lo que significa que pueden estar planeando quedarse más tiempo.
En cuanto a Turquía, el Gobierno aún no se pronunció sobre la posible retirada de su personal militar de Libia o sobre los planes para los combatientes que apoya. Pero una moción votada en diciembre pasado en el Parlamento turco, cuando los legisladores decidieron extender la estadía de las fuerzas armadas en Libia por otros 18 meses, da una idea de cómo puede actuar.
Es probable que Ankara se enfrente a presiones tanto de Estados Unidos como de la comunidad internacional en general. La primera presión puede llegar en la cumbre de la OTAN que se celebrará ‘a principios de 2021’. Biden tiene una larga lista de temas controvertidos con Turquía, por lo que no está claro, por el momento, cuándo la retirada del Ejército turco de Libia puede entrar en la agenda. Turquía posiblemente no quiera enfrentarse a los mercenarios rusos en Libia, pero tampoco querría abandonar la sólida posición que ganó sobre el terreno, porque la región que controla contiene el 80% de los pozos petroleros del país.
Si bien la situación militar se mantuvo más o menos estable sobre el terreno, hubo un desarrollo importante en las negociaciones políticas llevadas a cabo en Ginebra bajo los auspicios de la ONU el viernes.
De los 74 participantes libios —uno de los 75 originales falleció desde que comenzó el proceso— elegidos por la ONU para participar en las conversaciones políticas, un Consejo Consultivo de 18 miembros se encargó de establecer un órgano ejecutivo temporal compuesto por un representante de cada una de las tres regiones principales de Libia: Tripolitania, Cirenaica y Fezzan. El lunes de la semana pasada, el grupo decidió formar el órgano ejecutivo que organizará las elecciones a celebrarse a finales de este año. Turquía acogió de buena manera este movimiento. Su Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que elogiaba los avances logrados en la formación del Poder Ejecutivo, pero el comunicado no llegó a dar una fecha para el retiro de su presencia militar de Libia.
El viernes se completó la elección del órgano ejecutivo interino. Se utilizó un mecanismo sofisticado para que el proceso de reconciliación política fuera lo más impecable posible. Había cuatro listas en marcha, los candidatos debían recibir un mínimo del 60% de los votos válidos para tener éxito en la primera ronda. Ninguna de las listas alcanzó este objetivo, por tanto, una segunda vuelta electoral fue impugnada por las dos listas que obtuvieron el mayor número de votos en la primera vuelta. El umbral para la segunda ronda fue del 50 por ciento más uno.
Las reglas establecidas por la Misión de Apoyo de la ONU en Libia también incluían la condición de no presentarse como candidato en las elecciones de diciembre. Esta disposición dará a las figuras políticas fuertes el incentivo para postularse para puestos más permanentes.
En la segunda ronda de votaciones, para sorpresa de muchos analistas, la lista que incluía candidatos fuertes como la Presidenta de la Cámara de Representantes, Aguila Saleh, y el Ministro del Interior del Gobierno de Acuerdo Nacional, Fathi Bashagha, fue derrotada. La lista ganadora incluyó a Mohammad Younes Menfi como Presidente del Consejo de la Presidencia y Abdul Hamid Dbeibah como Primer Ministro. Los otros dos miembros del Consejo de la Presidencia son Mossa Al Koni y Abdullah Hussein Al Lafi.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía volvió a recibir con satisfacción esta medida, pero tampoco hizo ninguna referencia a un plan para retirar su presencia militar de Libia. El acuerdo alcanzado en Ginebra es muy importante, pero mientras Turquía y Rusia mantengan su presencia militar en Libia, las perspectivas de un resultado satisfactorio del proceso político siguen siendo inciertas.
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Yasar Yakis es exministro de Relaciones Exteriores de Turquía y miembro fundador del gobernante Partido AK.
N.d.T: El artículo original fue publicado por Arab News el 07 de febrero de 2021.