Las noticias que se publican sobre Irán no dan una buena imagen de su economía. La mala gestión económica, la corrupción generalizada, la débil capacidad legal e institucional y las regulaciones comerciales desfavorables, junto a las sanciones financieras y económicas sin precedentes de parte de Estados Unidos y la pandemia del coronavirus, asfixian a la economía iraní. Sin embargo, con una población de 85 millones de habitantes, la mitad menor de 30 años y altamente educada, así como una ubicación estratégica en el Golfo Pérsico y vastas reservas de energía, incluida la eólica y solar, además de otros recursos naturales, la economía iraní tiene un potencial increíble esperando a ser desbloqueado. En caso de que las negociaciones con la nueva administración de Biden en Washington allanen el camino para regresar al Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA por sus siglas en inglés) de 2015 y logren una revocación de las sanciones, podría haber un salto significativo para la economía iraní. Eso se dará solo si también se toman medidas significativas para abordar los impedimentos internos.