Por Editores para Albawaba
Las raíces del falafel se remontan a miles de años atrás, en Medio Oriente, donde surgió como un alimento básico de la cocina regional. El falafel se extendió rápidamente hasta llegar a todos los países de Medio Oriente y a otros lugares del mundo.
[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]
Aunque se debate su origen exacto, el falafel se asocia comúnmente con la región de Levante, en particular Egipto, Líbano y Palestina. Se ha convertido en un plato imprescindible en la mayoría de los hogares de Medio Oriente durante los desayunos y las cenas.
Inicialmente se creó como fuente de alimento nutritivo y asequible, ideal para mantener a las personas durante largos periodos de ayuno o para quienes siguen una dieta vegetariana o vegana.
A lo largo de su historia, el falafel evoluciono paralelamente a la evolución cultural y culinaria de Medio Oriente.
Con el tiempo, los ingredientes básicos del falafel se mantuvieron constantes -garbanzos o habas molidas mezcladas con hierbas y especias-, pero surgieron variaciones regionales. En Egipto, por ejemplo, el Falafel se suele preparar con habas, mientras que en la región de Levante, los garbanzos son el ingrediente base predominante.
La idea de dedicar un día a celebrar el falafel fue ganando adeptos con el tiempo, alimentada por el entusiasmo de los entusiastas de la comida, las redes sociales y la industria culinaria.
Varios países y ciudades contaban ya con sus propios festivales y eventos del falafel, pero no fue hasta hace pocos años cuando surgió el concepto de un día internacionalmente reconocido dedicado exclusivamente al falafel.
Como todos los años el 18 de junio, los amantes del falafel se reúnen para celebrar el Día Internacional del Falafel. También es un día para animar a la gente que nunca comió Falafel a que lo pruebe.
¿De qué está hecho el falafel?
1. Garbanzos o habas: La base del Falafel puede consistir en garbanzos o habas. Ambas opciones se utilizan en distintas regiones: los garbanzos predominan en el Levante (Líbano, Siria, Jordania y Palestina) y las habas en Egipto.
2. Hierbas y aromas: Las hierbas frescas desempeñan un rol crucial a la hora de añadir sabor y frescura al Falafel. Se suelen utilizar perejil y cilantro, aunque la proporción puede variar según las preferencias personales. También pueden añadirse otras hierbas, como menta o eneldo, para añadir complejidad. El ajo y la cebolla se incluyen a menudo para realzar el perfil salado.
3. Especias: Las especias aromáticas contribuyen al característico perfil de sabor del falafel. Las especias más utilizadas son el comino y el cilantro, que aportan notas cálidas y terrosas. Se pueden añadir otras especias como pimentón, cúrcuma o cayena para personalizar el picante y la intensidad del sabor.
[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Al Bawaba el 18 de junio de 2023.