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El Interprete Digital

El compromiso de las instituciones gubernamentales de Irak en pos de prácticas de buena gobernanza

Por Ahmed Kudai Hussein para Al Bayan

Bazar de Nishtiman en la Ciudadela de Erbil, Irak. [Khoshhat / Creative Commons]

El criterio de buena gobernanza [N.d.t.: El término gobernanza ha sido traducido de manera de castellanizar la palabra “governance”, es aceptable su uso para hablar de buen gobierno y de gobernabilidad como sinónimos] se ha convertido en uno de los conceptos más ampliamente utilizados en política, economía y ciencias sociales, porque es una expresión de efectividad en cuanto a afrontar problemas y desafíos para mejoras cualitativas de gobierno. Es empleado como sinónimo de uno de los mecanismos de desarrollo humano, especialmente en países que padecen el deterioro de sus condiciones políticas, económicas y humanas, incluyendo los índices de pobreza y desempleo o los niveles de deterioro de la educación y la salud. 

En suma, a la falta de estabilidad, la transparencia y los niveles altos de violencia que vive Irak, la adopción de mecanismos de buena gobernanza se ha convertido en una necesidad urgente para alcanzar mejoras en la calidad de vida de la población, como así también para consolidar los pilares de la seguridad estatal y su estabilidad. 

[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]

Este trabajo trata de identificar la naturaleza de la buena gobernanza, sus dimensiones e indicadores, como así también la posición de Irak a nivel internacional en los indicadores de buena gobernanza, y la medida en que estos indicadores son compatibles con los mecanismos de gobernabilidad en Irak, que se ha alejado de los cimientos de la buena gobernabilidad por las transformaciones políticas a las que fue sometido, por no hablar de regímenes políticos indignos de gobernabilidad.

El poder estatal es la regla.  El documento adopta la metodología de seguimiento de las cifras oficiales del Banco Mundial sobre la posición de Irak en las clasificaciones internacionales de buen gobierno.

Los puntos de partida y las bases 

El concepto de gobernanza es de interés para las organizaciones internacionales, las entidades, gobiernos, políticos e investigadores. Apareció  por primera vez en 1989 en la literatura del Banco Mundial sobre como alcanzar el desarrollo económico y luchar contra la corrupción en los países del África subsahariana. Desde entonces,  ha estado ligado a la eficiencia administrativa en el plano gubernamental y al desarrollo económico, y de acuerdo a la literatura que ha producido, herramientas para aplicar políticas económicas pero también como una manera de asegurar la justicia y la equidad.  

Las definiciones de gobernanza han variado según las entidades internacionales y las agencias que lo emplean. El Banco Mundial ha definido a la gobernanza como “el método de ejercer el poder en administración de los recursos económicos y sociales para lograr el desarrollo. El programa de desarrollo de las Naciones Unidas estableció que la gobernanza es el ejercicio en el ámbito  administrativo, económico y político de un gobierno o autoridad para administrar los diferentes niveles, mecanismos y procesos que permiten, tanto a instituciones como a  individuos, alcanzar sus intereses.  

El concepto de gobernanza evolucionó hacia él de buena gobernanza, porque así lo hizo el proceso de evaluación de las políticas en los países del tercer mundo, donde las fallas estuvieron relacionadas al grado de gobernabilidad. Muchas organizaciones internacionales de financiación han tratado de arrojar luz sobre la importancia de la integridad de los métodos de gobierno, encontrando un nuevo término apropiado para evitar la acusación de interferir en los asuntos internos de los estados. El concepto de buen gobierno llegó a enfatizar la importancia de deshacerse de la negatividad asociada con los problemas de gobierno, administración y asuntos sociales.

El Banco Mundial se ha referido al concepto de buen gobierno en cuanto a cómo se ejerce la autoridad en la gestión de los recursos económicos y sociales de un país. Identificó tres dimensiones de la buena gobernanza: la imagen del sistema político (estructuras e instituciones), la gestión del proceso político (toma de decisiones para explotar los recursos del Estado para lograr el desarrollo) y la capacidad del gobierno para planificar e implementar políticas apropiadas. El Banco Mundial también utilizó el concepto de mal gobierno para referirse a algunas características de este estilo de gobierno. Los más importantes son la primacía del interés privado sobre el interés público, la debilidad del marco legal, la exención de los funcionarios de respetar e implementar la ley, y la existencia de prioridades que chocan con el desarrollo y empujan al despilfarro de recursos. La mala gobernabilidad también se caracteriza por una base de información estrecha, cerrada y opaca, corrupción, erosión de la legitimidad de la gobernabilidad y poca confianza ciudadana. Lo que conduce a la propagación de la represión, la confiscación de las libertades, la violación de los derechos humanos y el imperio del autoritarismo.

[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]

Ahmed Kudar Hussein es Director del Departamento de Estudios Sociales del Centro Al Bayan para estudios y planificación. 

N.d.T.: El artículo original fue publicado por Al Bayan el 02 de abril de 2022.