Por Editor para The Tahrir Institute for Middle East Policy
Esta entrevista forma parte de la serie de preguntas y respuestas de The Tahrir Institute for Middle East Policy (TIMEP) Forging a Gender Equal World: Women in MENA (Forjando un mundo igualitario: Mujeres en MENA), una colección de entrevistas con mujeres de y en la región de MENA sobre su trabajo de lucha contra la desigualdad de género.
Mientras el mundo celebra el Día Internacional de la Mujer, TIMEP habla con defensoras de los derechos de las mujeres de Medio Oriente y Norte de África (MENA) sobre las formas en que están desafiando las raíces de la desigualdad de género.
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En esta entrevista sobre las refugiadas sirias en el Líbano, TIMEP entrevista a la Dra. Rouba Mhaissen, fundadora y directora de Sawa for Development and Aid (Sawa para el Desarrollo y la Cooperación), una organización sin fines de lucro que apoya a las refugiadas sirias en el Líbano, y la Fundación Sawa de Inglaterra, que apoya a los migrantes forzados en Europa y Medio Oriente.
— ¿Cómo afectó la propagación del Covid-19 a las mujeres desplazadas con las que trabaja en el Líbano?
— Dra. Rhouba Mhaissen: El Covid-19 afectó a los refugiados sirios, en general, con más fuerza que a cualquier otra comunidad, a causa de las medidas discriminatorias que ya se habían impuesto contra ellos como refugiados. Debido a los bajos niveles de protección que tenían por su condición de refugiados, no pudieron aislarse ni tomar las medidas adecuadas para mitigar el impacto de Covid-19, especialmente el impacto económico.
La mayoría de los hogares encabezados por mujeres, y las mujeres en general, tuvieron que soportar enormes cargas, ya que los hombres y las familias comenzaron a quedarse en casa. Esto aumentó la carga de trabajo en el hogar y el estrés que tenían estas refugiadas porque sus hijos ya no iban a la escuela y sus maridos no salían de sus tiendas. Además, la mayoría de estas mujeres que son cabeza de familia solían trabajar en el mercado informal; todos estos trabajos se interrumpieron por completo durante la pandemia de Covid-19, lo que realmente afectó a su capacidad de obtener ingresos, sumado a las responsabilidades adicionales de cuidado y del hogar que tuvieron que asumir. También vimos un aumento de la violencia de género debido al estrés del Covid-19 y a la situación económica que siguió a la explosión del 4 de agosto en Beirut.
— ¿Cómo describiría algunos de los problemas más significativos que impiden la igualdad de acceso de las mujeres a los derechos entre las poblaciones con las que trabaja?
— Muchas mujeres de los campos de refugiados soportan una enorme carga porque en el Líbano las mujeres se mueven más que los hombres. En muchas comunidades, los hombres tienen prohibido salir y abandonar las tiendas, por lo que las mujeres tienen que encargarse tanto de las tareas domésticas como del trabajo fuera de casa. Sin embargo, los trabajos que tienen estas mujeres refugiadas suelen ser a través del shaweesh, el responsable del campamento, que es muy monopólico, autoritario y patriarcal en el trato con las mujeres. A menudo, el shaweesh no les paga la totalidad de las cuotas. Las mujeres trabajan y no cobran.
En el Líbano no hay marcos legales que protejan a los refugiados en general ni a las mujeres en particular. Como muchos refugiados están indocumentados, no se benefician de las estructuras o paradigmas legales que de otra manera los protegerían. Muchas refugiadas perdieron a sus maridos, o se casaron y tuvieron hijos, pero no tienen documentación legal, lo que las deja extremadamente vulnerables a los comportamientos monopolistas y patriarcales en sus familias, comunidades, municipios y en el país en general.
— ¿Qué rol desempeñaron Sawa for Development and Aid y la sociedad civil en general en la protección de los derechos de los refugiados, y específicamente de las mujeres refugiadas?
— En Sawa dirigimos varias formas de programas de protección para los refugiados; de hecho, la protección está integrada en todo nuestro trabajo. Tenemos programas de protección específicos para los niños y sus padres. Tenemos programas legales y de apoyo psicosocial, tanto a nivel personal como de grupo. Tenemos programas con jóvenes y hombres.
En cuanto a la programación específica para mujeres, tenemos apoyo para mitigar y prevenir la violencia de género. Trabajamos con las víctimas de la violencia sexual y de género (VSG) y trabajamos con la comunidad en su conjunto, tanto hombres como mujeres, para mitigar la VSG, para tratar las causas profundas de la VSG en la comunidad, y para proporcionar protección legal a las mujeres que no tienen estructuras legales que las protejan en su vida diaria.
En lo que respecta al retorno, también somos defensores de que Siria no es segura para el retorno de los refugiados. No es legal empujar a los refugiados a regresar prematuramente, por lo que también trabajamos mucho en programas relacionados con esto.
— ¿Qué deberían hacer las autoridades gubernamentales, las organizaciones internacionales y la comunidad internacional en su conjunto para mejorar la igualdad de derechos de los refugiados sirios, y de las refugiadas sirias en particular?
— Tenemos que seguir presionando a los países vecinos para que protejan a los refugiados sirios, especialmente a países como el Líbano, que no firmaron la Convención sobre los Refugiados. Presionarlos para que reconozcan a los refugiados como personas que tienen derechos. Seguir insistiendo en la no devolución, en el principio de que los refugiados tienen derecho a elegir cuándo volver, si y cuando se considere que Siria es segura para el retorno.
Tenemos que seguir presionando para que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados registre a los refugiados, así como para que se les conceda documentación civil, ya sea para sus hijos o matrimonios indocumentados. Y por último, tenemos que presionar para que los países permitan a los refugiados trabajar en el mercado laboral formal porque, de lo contrario, no se independizan.
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N.d.T.: El artículo original fue publicado por The Tahrir Institut for Middle East Policy el 8 de marzo de 2022.