Por Marwan Asmar para Albawaba
Los palestinos vuelven a hacer oír su voz en las calles de Cisjordania y Gaza. En las ciudades y pueblos palestinos se escuchan voces fuertes y claras contra la ocupación israelí y el precio que tienen que pagar por el castigo colectivo que se les impone.
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La chispa que impulsó a todos los palestinos a la calle —hombres, mujeres y jóvenes— fue la noticia de la fuga de los seis palestinos de la prisión de máxima seguridad israelí de Jalboa, que se inauguró en 2004. Los palestinos lo llaman el escape milagroso a través del “túnel de la libertad”, que los seis escarbaron con simples utensilios de cocina durante varios meses, bajo la mirada de los guardias de la prisión, que no vieron nada sospechoso.
Realmente no importa cómo se hizo la fuga —el asunto de la cuchara salió a la luz y se publicó en los medios como el principal culpable—, la cuestión es que fue denominada como el “Gran Escape” y es similar a las películas de Hollywood como “Shawshank Redemption” debido a su increíble hazaña y destreza.
La fuga que se hizo en medio de la noche envió a las calles palestinas de arriba a abajo un zumbido de emoción y júbilo porque el “superhombre” israelí podía quebrarse. Sus políticos, comenzando por el movimiento Fatah, activistas de diferentes facciones y la gente común se regocijaron con el “Gran Escape”, por estar los prisioneros palestinos dispuestos, capaces y preparados para vencer al poderío israelí, que se piensa que tiene las mejores armas y sistemas de seguridad del mundo.
Incluso el Presidente palestino Mahmud Abás se unió a las celebraciones, aunque, en realidad, no lo hizo, a pesar de la ‘vergonzosa’ coordinación de seguridad entre la Autoridad Palestina e Israel. Abás se había reunido recientemente con el Ministro de Defensa israelí, Benny Ganz, por primera vez, en un intento por iniciar el largo proceso de paz estancado, que existe solo de nombre desde hace mucho tiempo. Ninguno de ellos dijo nada sobre la fuga, pero seguramente habrá repercusiones.
La fuga demostró que, después de todo, los israelíes no tenían los mejores sistemas de seguridad del mundo, a pesar de las toneladas de dólares estadounidenses que ingresan anualmente en sus arcas. Se demostraron sus vulnerabilidades y mediocridad frente a personas que tienen el coraje y la confianza para vencer a un sistema israelí que está construido en su contra.
La fuga unió la calle palestina a pesar de quiénes eran los seis —Zakaria Zubeidi es un exlíder de las Brigadas de Mártires Al Aqsa de Fatah y los otros cinco Mahmoud Abdullah Ardah, Mohammad Qassem Ardah, Yacoub Mohmoud Qadr, Ayham Nayef Kamanji y Yacoub Nfeiat pertenecen al Jehad Al Islami.
Para decirlo suavemente, el escape que algunos reportes declaran que sucedió al cavar debajo del inodoro de la celda y bajo los pisos de la prisión hasta el exterior, sacudió a las autoridades israelíes y a su psique. Rápidamente se enviaron tropas y policías a buscarlos en diferentes direcciones con sus perros rastreadores y ametralladoras.
Primero, la policía israelí estableció 230 puestos de control en todo Israel y los territorios palestinos ocupados, luego fueron a la ciudad de Jenin, el bastión tradicional de la oposición tanto de Israel como a la Autoridad Palestina. Allí, los israelíes arrestaron a algunos de los familiares de los prisioneros fugitivos, algo que fue visto como una forma de castigo colectivo de toda la comunidad y el pueblo palestino. No obstante, esto no molestó a la calle palestina que se esperaba tal comportamiento, al tratarse de una desagradable, pero conocida práctica israelí-
El castigo colectivo incluso llegó a los detenidos palestinos en las cárceles y centros de detención israelíes, unos 23 en total. Se les impusieron más restricciones y medidas punitivas, se prohibió a los detenidos palestinos salir de sus habitaciones y se les privó de utilizar lavamanos, cocinas y cafeterías. Algunos de los palestinos de facciones específicas, en su mayoría de Al Jihadi Al Islami, fueron divididos y subdivididos. Como resultado, algunas celdas —en la prisión de Negev— fueron incendiadas y se prometieron más acciones si continuaban las restricciones.
Pero esto no importó a los palestinos o, si lo hizo, los envió a todos en las calles palestinas a manifestarse masivamente como reacción a la constante ocupación israelí. Envió a palestinos en Naplusa, Ramallah, Birzeit, Jenin, Gaza, Belén, Tulkarem, Howara, Hebrón, Issawiya y Jerusalén Este, a volver a utilizar el espacio público a pesar de los importantes enfrentamientos con la Policía israelí. De hecho, durante un tiempo, muchos pensaron que esta era la chispa de otra Intifada contra la ocupación israelí. La chispa sigue ahí debido a la acción de las tropas israelíes que buscan a los fugitivos. Según las redes sociales, ya encontraron cuatro de ellos en Nazaret.
Esto podría no ser sorprendente debido al nivel de despliegue que fue puesto a disposición para la persecución israelí. Sin embargo, también se informó que alguien los había delatado. Los encontraron hambrientos, exhaustos y pedían comida. Los otros dos siguen prófugos.
Mientras tanto, los palestinos celebran, todavía deleitándose con lo que sucedió. Para festejar la hazaña, en Cisjordania se repartieron dulces y golosinas por este increíble escape que dejó a los israelíes atónitos y a muchos parlamentarios israelíes exigiendo una investigación oficial y pidiendo las cabezas de las autoridades de la prisión.
Pero este episodio debe mostrar la dicotomía entre las poblaciones palestina e israelí. A pesar de lo fuerte que es el Estado israelí, está surgiendo un Estado palestino ‘paralelo’ alejado de la Autoridad Palestina que es capaz de dar la mejor batalla posible. Además de la fuga de la cárcel, que es parte de esta ecuación, esto debería ser una revelación para los israelíes. De lo contrario, estas tensiones continuarán.
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Marwan Asmar tiene un doctorado en Ciencias Políticas y es editor general de Albawaba.com. Es responsable de artículos en inglés relacionados con la región MENA. Tiene una larga carrera en periodismo trabajando en Jordania y el Golfo desde 1993.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Albawaba el 11 de septiembre de 2021.