Por Georgia Bridgett para Pink Jinn
¿Alguna vez notaste que la mayoría de los periodistas que cubren Medio Oriente y el norte de África (MENA) son… bueno… no de Medio Oriente y el norte de África? La periodista, editora y autora libanesa Zahra Hankir también se dio cuenta de esto hace unos años, cuando creó un documento de Google llamado ‘Mid East Reporters’, solo para descubrir que la mayoría de los periodistas que informaban para los medios internacionales eran hombres y occidentales.[p28] Esto la llevó a editar Our Women on the Ground (Nuestras mujeres en el terreno), una maravillosa colección de diecinueve ensayos escritos por mujeres que cubren sus propias tierras en Medio Oriente y África del Norte.
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Hankir “escribe sobre la intersección de la política, la cultura y la sociedad en Medio Oriente”, y en su introducción al libro, menciona cómo las mujeres árabes son a menudo incomprendidas. Por ejemplo, a veces una mujer se confunde como musulmana porque es árabe.[p14] Las normas sociales en toda la región están enormemente estereotipadas, lo que presenta una comprensión limitada de esta parte del mundo y disminuye su diversidad cultural. Hankir desafía este problema a través de lo que claramente puede verse como un proceso de edición cuidadoso y considerado.
Periodistas occidentales a la vanguardia
Históricamente, los periodistas occidentales mantuvieron su posición a la vanguardia del reportaje en la región MENA, mientras que las mujeres árabes se vieron obligadas a pasar a un segundo plano, a pesar de su ‘acceso’ y ‘habilidad’. [p13]. Our Women on the Ground incluye a sahafiyat (mujeres periodistas) cuyos “países de origen incluyen El Líbano, Siria, Egipto, Marruecos, Yemen, Libia, Palestina, Sudán e Irak. Además, su reportaje abarca desde la década de 1980 hasta la de 2010 y ellas son de diferentes religiones”.[p14]
En consecuencia, a través de cada ensayo obtenemos una comprensión más profunda de la región mediante las perspectivas de mujeres que crecieron allí o vivieron en Occidente pero mantienen una conexión familiar, y por lo tanto intrínseca, con la región. Todos los ensayos se centran en experiencias personales y su efecto en ellas como periodistas. Me atrajeron principalmente los que discutían la identidad dual, como en Bint el Balad de Nour Malas.
Tu pais, mi pais
Malas escribe sobre su identidad como mujer siria que no creció en Siria sino que se crió en diferentes países de Medio Oriente y América. El ensayo de Malas explora la cuestión de cómo se siente tan cerca de Siria y sin embargo nunca vivió allí. Al documentar el desplazamiento de sirios, afirma que “no me sentí con derecho a este dolor”. [p84] Malas me recuerda a una poeta yemení llamada Amina Atiq que creció en Liverpool, en el Reino Unido. Ella leyó su trabajo recientemente en el Festival de las Artes Árabes de Liverpool y se preguntó si la profundidad del dolor que siente por el pueblo yemení está permitida o justificada, ya que ella misma no vivió el conflicto. Pero vuelve al punto de que es una mujer yemení y Yemen es parte de su identidad.
De la misma manera, Malas tiene una fuerte conexión personal con Siria porque es parte de su identidad como mujer sirio-estadounidense. En un campo de refugiados de Jordania, habló con un oficial de inteligencia del ejército sirio retirado llamado Abu Nawras. Ella se refirió a Siria como ‘su’ país antes de vacilar y corregirse con la frase ‘su – nuestro – país’. Su uso del lenguaje y la gramática comunica su auto-lucha con la identidad. [p87] El aislamiento de ‘nuestro’ es un repentino recuerdo de que Siria también es su país.
La identidad en relación con el cruce de dos culturas diferentes es uno de los muchos temas que se tratan en esta antología. Van desde la posición de las mujeres en Irak, al duelo, el sexismo en el lugar de trabajo, el acoso sexual en Egipto, el desplazamiento, la Guerra Civil Siria, la islamofobia, el colonialismo francés y la falta de libertad de prensa en Sudán. Y eso no es ni la mitad. Las mujeres son diferentes tipos de periodistas con diferentes experiencias, como fotógrafas, jefas de oficina, periodistas independientes, editoras, productoras de noticias y escritoras que trabajan tanto para medios de comunicación occidentales como para los de la región MENA.
Hankir menciona a la ex reportera Marie Colvin y cómo hay muchas periodistas occidentales increíbles que cubren Medio Oriente y el norte de África, pero también argumenta que es preocupante cómo las personas fuera de la región no escuchan a los periodistas que pueden brindarnos una información más íntima, y una comprensión más profunda de la región. [p18]
En la primavera y el verano de 2020, estaba analizando fotografías de refugiados sirios en los principales medios de comunicación occidentales para mi tesis de maestría. Fue durante este tiempo que me di cuenta cuánto de mi propia comprensión de la guerra siria había sido informada por periodistas occidentales. Marie Colvin, que fue trágicamente asesinada en Homs, Siria, en 2011, es una de mis periodistas favoritas. Amo su trabajo. Pero los ensayos de esta colección proporcionan una aguda visión de cómo la falta de enfoque en las sahafiyat árabes puede exacerbar los malentendidos y los estereotipos sobre la región. [p13]
Los ensayos
La colección se divide en cinco secciones/temas: Recuerdos, Fuego cruzado, Resiliencia, Exilio y Transición. Estos consisten en cuatro ensayos (excepto el último que tiene tres). El orden en que los ensayos están colocados significa que llegamos a comprender las conexiones dentro de la comunidad periodística y cómo los periodistas están en contacto o se conocen entre sí por diversas razones.
En el primer ensayo titulado Amor y pérdida en tiempos de revolución de Nada Bakri, ella escribe sobre la muerte de su esposo, Anthony Shadid. En el siguiente ensayo, Qué normal? de Hwaida Saad, se menciona de nuevo a Shadid y Bakri, pero ya entendemos su historia. [p29-30] Comenzamos a ver cómo Saad nos ayuda a completar los detalles que faltan en la historia de Bakri y así los ensayos se enriquecen entre sí a medida que los leemos. Además, hay casos en los que el contexto se establece en un ensayo que luego es útil para el siguiente, evitando la repetición. La colección, por lo tanto, se mueve sin problemas de un ensayo al siguiente. Sin embargo, cada historia es única al igual que estas extraordinarias mujeres. En consecuencia, también se mantienen por sí solos y pueden volverse a leer una y otra vez de forma aislada.
Un ensayo que definitivamente seguiré releyendo es Tres chicas de Marruecos de Aida Alami, una periodista independiente marroquí. En su ensayo, Alami escribe sobre su trabajo en la documentación de los problemas que enfrentan los inmigrantes en Francia y también su propia relación con la educación francesa habiendo crecido en Marrakech. Ella aborda el problema de la asimilación de Francia, que se convirtió en una cuestión importante debido a décadas de migración poscolonial. [p130-131] Alami también menciona el ‘pico’ de islamofobia, una crisis que se está profundizando en Francia. De hecho, en abril de este año, el Senado francés votó “prohibir que las niñas menores de 18 años usen el hiyab en público”.
A través de su trabajo, está creando una comprensión más profunda del ‘empoderamiento y activismo musulmán’ en Francia, buscando seguir ‘de cerca’ y documentar las vidas de los jóvenes árabes y musulmanes desde su perspectiva de una manera íntima. Además, una vez informó sobre un sitio de noticias que permite a sus colaboradores, provenientes de comunidades incomprendidas y están involucrados en proyectos parisinos, desafiar a los reporteros que, para usar las palabras de Alami, ‘se lanzaron en paracaídas’ y escribieron historias sobre ellos. [p135] Esta imagen de entrar y salir para informar una historia enfatiza la posibilidad de que se puedan producir malentendidos sobre la región MENA. Estoy emocionada por seguir el trabajo de Alami y aumentar mi propia comprensión y conocimiento de la historia colonial y la inmigración.
El poder de las voces locales
El último ensayo fue el final perfecto para esta colección. Khalaf escribe sobre cómo la tecnología y las redes sociales remodelaron y están remodelando el papel de las noticias extranjeras. Ella escribe un ensayo que es básicamente un llamado a mantener a los periodistas en el terreno. Termina con un ejemplo de cómo no podría haber escrito una historia sobre Arabia Saudita sin estar allí. Hoy podemos escribir sobre los desarrollos en Medio Oriente y el norte de África desde una mesa de noticias en Nueva York o Londres. Pero los periodistas occidentales no pueden oír ni sentir la historia como puede hacerlo un corresponsal en el terreno. Khalaf escribe:
“Esa noche El Cairo era un sentimiento, no una ciudad, una emoción que podía ser reflejada sólo estando allí.” [p 262]
Khalaf personifica la ciudad, lo que solo puede hacerse auténticamente al presenciar el desarrollo de los eventos. Estar físicamente en el lugar desde el que informás agrega una dimensión completamente diferente al reportaje, que podrás comprender más y más a partir de los relatos personales en esta antología. La sensorial forma en que Khalaf continúa describiendo la ‘euforia colectiva’ que ‘estalló’ en la Plaza Tahrir aporta emoción y energía al reportaje de una manera que no se puede escribir si no experimentaste el estar allí cuando sucedió.
Las fuentes locales y los periodistas ciudadanos son ahora más valiosos que nunca antes con el cierre de cada vez más oficinas en el extranjero. Los periodistas que llegan para informar una historia ahora tienen que depender de ellos para obtener información. [p 258-259] Es importante que no solo leamos esta información a través de las palabras de los periodistas occidentales, sino que también la leamos directamente de los propios periodistas ciudadanos.
Las sahafiyat árabes son puestas en un espacio de aislamiento en el que son ‘consideradas impropias o una anomalía’ por su propia sociedad, así como por las personas de fuera de la región. [p14] Es vital que, como lectores, tomemos el control de nuestra propia educación para aprender sobre Medio Oriente y el norte de África y nunca dejemos de desafiar y cuestionar las fuentes que leemos. Our Women on the Ground te hará cuestionar las noticias que leés, quién las presenta y el idioma que se usa para hablar sobre la región.
Las sahafiyat que nos contaron sus historias también necesitan que sigamos apoyando su trabajo y el de otros reporteros de MENA. Aquí hay una lista de las periodistas que escribieron para Our Women on the Ground:
- Hannah Allam
- Nada Bakri
- Hwaida Saad
- Lina Attalah
- Jane Arraf
- Natacha Yazbeck
- Nour Malas
- Hind Hassan
- Eman Helal
- Aida Alami
- Shamael Elnoor
- Amira Al Sharif
- Asmaa al Ghoul
- Heba Shibani
- Lina Sinjab
- Zaina Erhaim
- Zeina Karam
- Donna Abu-Nasr
- Roula Khalaf
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Georgia Bridgett es Magíster en Historia Social del Arte por la Universidad de Leeds, Asistente de Contenido en Pink Jinn y fundadora del proyecto MENAb00ks.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Pink Jinn el 23 de junio de 2021.