Por Elijah Powelson para Institute for Palestine Studies
Las protestas contra las expulsiones ilegales en Jerusalén y la brutal campaña de bombardeos de 11 días de Israel en Gaza dieron lugar a algunos acontecimientos sin precedentes en los principales medios de comunicación impresos estadounidenses. A los palestinos, normalmente silenciados en los medios, se les concedió más espacio que nunca para que se escuchen sus voces.
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Laila Al Arian, una periodista palestino-estadounidense, cuya casa de abuelo en Gaza fue destruida por un ataque aéreo israelí el 15 de mayo, compartió su historia familiar en The New York Times (NYT), que incluyó la participación forzada de su abuela en la Marcha de la Muerte de Lydda de 1948. Además de compartir la historia de la Nakba de su familia, la escritora palestino-canadiense Diana Buttu recibió un espacio en la página de opinión del Times para desacreditar el mito de la igualdad de derechos para los ciudadanos palestinos de Israel. Quizás, lo más sorprendente, es que el escritor con sede en Gaza Refaat Alareer dio un relato de primera mano en el Times sobre cómo su familia lidió con los ataques aéreos israelíes del 11 y 12 de mayo.
La publicación de este tipo de editoriales de opinión no debe verse como una indicación de que los medios de comunicación se hayan despertado repentinamente al tema de Palestina, ni de que estén interesados en enmarcar el tema en el contexto adecuado. Un estudio reciente mostró que los cinco periódicos estadounidenses de mayor circulación publicaron 343 artículos este siglo con alguna variación de la frase ‘el derecho de Israel a defenderse’, en comparación con sólo dos artículos que mencionan ese derecho de los palestinos. Unos cuantos artículos de opinión más, escritos por palestinos en el NYT no van a mover la aguja sobre este gran desequilibrio. Más bien, los acontecimientos recientes en el panorama de los medios son una respuesta al incansable trabajo de activistas, medios de comunicación independientes y palestinos sobre el terreno, que durante años trabajaron para cambiar las percepciones populares.
Los medios de comunicación corporativos saben que los consumidores ahora tienen acceso directo a personas como Mohammed y Muna El Kurd a través de las redes sociales. La gente clama por escuchar la perspectiva palestina directamente. Por lo tanto, el objetivo de los principales medios de comunicación es permitir que se escuchen algunas voces palestinas para absolverlos de los cargos de parcialidad pro-Israel.
La edición de este mes de la serie Press on Palestine se centrará en los dos elementos principales de parcialidad a buscar al leer NYT, Washington Post o Wall Street Journal: el doble discurso y la regurgitación acrítica de los puntos de conversación israelíes.
Eufemismos y doble lenguaje
- The New York Times – 10 de mayo de 2021
Después de la redada en la mezquita de Aqsa, los cohetes de Gaza y los ataques aéreos israelíes, de Patrick Kingsley e Isabel Kershner
El New York Times había estado prestando sólo una atención superficial a lo que estaba sucediendo en Sheikh Jarrah, pero una vez que las facciones palestinas comenzaron a disparar cohetes desde Gaza, comenzó la cobertura omnipresente. Al compartir el artículo del 10 de mayo, que se centró en la muerte de 20 palestinos —incluidos nueve niños— a causa de los ataques aéreos israelíes, el NYT utilizó el término “repentino crescendo de violencia” en Twitter para describir la masacre de los residentes de Gaza. Si el Times hubiera estado cubriendo la violencia estatal y de los colonos de meses contra los palestinos en Jerusalén, tal vez no hubieran visto los ataques aéreos tan ‘repentinos’ —pero el periódico solo mostró interés en lo que estaba sucediendo una vez que Hamás se involucró. ‘Crescendo de la violencia’, mientras tanto, es el último de una larga lista de eufemismos utilizados por el Times para describir un asalto asesino contra la población civil.
Este artículo también contiene uno de los ejemplos más atroces de la autocorrección del Times. Una cuenta de Twitter, que rastrea los cambios en los artículos del Times, señaló que el resumen original de esta pieza, “La policía entró al recinto y disparó balas de goma. La ira ya estaba aumentando en respuesta a la inminente expulsión de familias de sus hogares en la ciudad”, fue en algún momento cambiada a: “Militantes de Gaza lanzaron cohetes hacia Jerusalén y la policía israelí luchó con los manifestantes palestinos en una escalada de violencia después de una semana de tensiones crecientes”. Los editores arreglando artículos ya publicados en un esfuerzo por intensificar la propaganda a favor de Israel son un caso muy común en este diario.
El artículo del Times del día siguiente comenzaba con este resumen: “Hamás dispara cohetes contra ciudades israelíes. Israel ataca a Gaza con ataques aéreos”. Independientemente de los detalles alrededor de los eventos, y sin importar el contexto histórico, el NYT es consistente en su postura de que la violencia siempre comienza con los militantes palestinos, mientras que Israel simplemente responde a ella.
Regurgitación acrítica de los puntos de conversación israelíes
- Washington Post – 18 de mayo de 2021
Israel dice que intensificará los ataques en los túneles de Hamás a pesar de los pedidos de alto al fuego a medida que estallan los enfrentamientos en Cisjordania, por Loveday Morris, Miriam Berger, Hazem Balousha y Erin Cunningham.
- The New York Times – 17 de mayo de 2021
Israel está apuntando a las fuerzas navales de Hamás. Entonces, ¿qué puede hacer Hamás por mar?, por Dan Bilefsky
- The New York Times – 26 de mayo de 2021
Podcast diario: Por qué Hamás sigue luchando, y perdiendo
Israel justifica sus políticas de limpieza étnica en la Franja de Gaza afirmando que cada residente de Gaza es un probable terrorista y que cada edificio bombardeado por Israel tiene alguna conexión con Hamás. Por ridículo que pueda sonar, estas afirmaciones falsas con regularidad pasan sin ser chequeadas en los medios de comunicación.
Un artículo del Washington Post del 18 de mayo informaba sobre la decisión de Israel de intensificar los ataques a los ‘túneles de Hamás’ a pesar de los llamamientos a un alto al fuego. El mundo había presenciado la destrucción de librerías, centros de salud, orfanatos y otra infraestructura civil por los ataques aéreos israelíes, pero el Post no se molestó en cuestionar si las afirmaciones de Israel de apuntar únicamente a los túneles de Hamás eran precisas. En cambio, casi todos los párrafos presentaban alguna variación del término ‘Israel dijo’, ‘el ejército israelí afirmó’, etc.. NYT se metió en un esfuerzo similar un día antes, informando sobre supuestas “fuerzas navales de Hamás”, con las fuentes proviniendo exclusivamente de funcionarios israelíes.
Es el deber de los medios de comunicación no repetir acríticamente afirmaciones hechas por un gobierno. El 11 de mayo, un funcionario del gobierno israelí tuiteó un video que supuestamente mostraba un aluvión de cohetes disparados por Hamás. El video era en realidad una filmación de 2018 de Siria. La difusión de este tipo de propaganda no es nueva; la táctica fue utilizada regularmente por funcionarios israelíes y simpatizantes en línea, remontándonos hasta tan atrás como 2014.
En otro notable servicio al estado israelí, el jefe de la oficina del NYT en Beirut, Ben Hubbard, comentó en un podcast del Times del 26 de mayo que “cortar el césped” —el eufemismo preferido de Israel para sus periódicas matanzas en masa en Gaza— es algo que Israel “tiene que hacer de vez en cuando”.
No te dejes engañar por quienes dicen que está sucediendo un verdadero cambio radical en la cobertura mediática de Palestina. Si bien más artículos de opinión pro-Palestina podrían estar apareciendo aquí y allá, la cobertura diaria que se encuentra en los principales medios de comunicación sigue siendo uno de los activos más efectivos de Israel. Además, el Times, el Post y el Journal continúan todos permitiendo a algunos de los más descarados propagandistas pro-Israel intensificar su retórica genocida a través de sus editoriales de opinión. La opinión pública sobre el tema ciertamente está cambiando— pero el crédito por esta victoria se debe a los palestinos sobre el terreno, activistas y medios de comunicación independientes.
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Elijah Powelson es Doctorando en Historia de Medio Oriente en la Universidad Americana de Beirut.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Institute for Palestine Studies el 24 de junio de 2021.