Por Nadia Khan para The New Arab
El Funoun, una compañía de danza palestina establecida desde hace mucho tiempo con sede en Ramallah, está utilizando su patrimonio de danza y música tradicional para transmitir un fuerte mensaje de resistencia a la ocupación israelí. Fundada en 1979, El Funoun, que significa ‘El Arte’ en árabe, no es un colectivo de danza cualquiera. Desde sus inicios, tuvieron principalmente la misión de resistir el genocidio de su gente y su cultura.
[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]
Esta ha sido una tarea llena de peligros y desafíos. Uno de sus miembros, Ata Khattab, fue encarcelado por las autoridades israelíes el 2 de febrero. Fue mantenido en prisión sin cargos.
Noora Baker, jefa de producción artística de El Funoun, dijo: “Desafortunadamente, el arresto de palestinos es un hecho común. Se arresta a personas simplemente por ser palestinas y por defender nuestra cultura e identidad. Ata se expresó sobre el trato a nuestra gente, y trabaja para continuar con nuestras tradiciones, además de ser popular entre la comunidad y los jóvenes. No cometió ningún delito.”
Bailar en Palestina podría significar literalmente de vida o muerte. Las autoridades israelíes ven cualquier expresión de la cultura y el patrimonio palestino como una amenaza, y una que podría costarte todo.
Noora cuenta: “En Palestina sos encarcelado por tus ideas y tus valores”.
El Funoun está comprometida con ser una comunidad diversa que incluye a hombres y mujeres, niños, cristianos y musulmanes. Está conformada por voluntarios y actualmente cuenta con 230 miembros.
“El espectáculo de danza involucra deliberadamente a un gran número de bailarines, porque es parte del mensaje de acción colectiva, creatividad y unidad”, afirma Noora.
Su espíritu activista implica que traspasan límites. “Somos un grupo inclusivo. Recreamos canciones populares y producimos nuestras propias coreografías basadas en el folclore árabe-palestino. Las adaptamos para representar a las comunidades cristianas, musulmanas y minoritarias en Palestina, y siempre tenemos a las mujeres en primer plano”, cuenta Noora.
“Nuestras danzas tienen raíces en el folclore palestino, y muchas de ellas se practicaban tradicionalmente en celebraciones y bodas. Los estilos de danza tienen sus propias historias y orígenes que se remontan incluso a la época preislámica. La danza siempre estuvo presente en nuestra comunidad ya que es una forma de acción cotidiana. En las sociedades tradicionales los movimientos se inspiraban en el trabajo de la tierra y el entorno natural”, agrega Noora.
El Funoun incorpora estos movimientos tradicionales, pero los adapta para transmitir un mensaje actual.
El estilo y el contenido de la música influyen mucho en los movimientos de baile. En la historia más reciente, las canciones palestinas están fuertemente arraigadas en la resistencia política. Las mujeres aparecen de forma destacada en las canciones y se las retrata como fuertes y dispuestas a luchar por su tierra (literalmente).
Noora explica: “Vemos a nuestro movimiento como un revivir de la herencia palestina. Toda cultura evoluciona a través del tiempo, y esto es de lo que estamos tratando de ser parte con El Funoun. No queremos estar estancados; valoramos y respetamos nuestras tradiciones, pero queremos atraer a un público más joven, así como reflejar nuestra realidad en el tiempo presente”.
“En la diáspora, hay una mayor necesidad de preservar la cultura y congelarla en el tiempo. Mientras que nosotros vivimos nuestra cultura todos los días y queremos que evolucione”, añade Noora.
El Funoun es muy conocido en Palestina y tiene muchos seguidores. Son un símbolo de esperanza para la gente. Antes de que llegara el coronavirus, actuaban en lugares alrededor de Palestina y tenían entre 1.000 y 3.000 espectadores. Sin embargo, el movimiento a través del país es extremadamente difícil, incluso sin las restricciones adicionales causadas por el COVID-19.
Las autoridades israelíes lo hacen muy difícil, pero este grupo no es fácilmente disuadido por los israelíes ni por el COVID-19. La práctica continúa de la mejor manera y con la mayor seguridad posible.
El Funoun se adaptó a las sesiones de baile virtual, lo que no siempre es accesible para todos debido a las barreras para conectarse. Continuaron con algunas limitadas prácticas de danza cara a cara en números más pequeños y con todos usando tapabocas.
El Funoun anhela volver a actuar en vivo y llevar su mensaje alrededor de Palestina y el mundo. Lamentablemente, la vuelta a la ‘normalidad’ parece aún más lejana para los palestinos. Mientras Israel es celebrado en todo el mundo por su campaña de vacunación más rápida, al pueblo palestino se les niegan activamente las vacunas por parte de las autoridades israelíes.
Estoy segura de que la historia de cómo se trató a los palestinos durante la pandemia encontrará su lugar en el repertorio de danza y música de El Funoun. Como dice Noora: “Usamos el escenario para mostrar que existimos y para preservar nuestra historia”.
[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]
Nadia Khan es Magíster en Historia por la Universidad Instituto Superior de Londres y fundó el proyecto Golden Threads para explorar la historia, la cultura y el arte.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por The New Arab el 11 de marzo de 2021.