Por Mahmoud Hamza para Syria Direct
En un campo de desplazados internos (PDI) en el norte de Siria, Ahmad Al Hassan —seudónimo— lucha por ganarse la vida. Al mismo tiempo, los ingresos generados por su parcela de tierra de nueve dunams [N.d.T.: es una unidad de tierra equivalente a 1.000 metros cuadrados] en la ciudad de Kafr Zita, en la campiña norte de Hama, van a otra persona después de una subasta realizada por el sindicato de agricultores afiliado al régimen.
[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]
Hassan se vio obligado a huir de Kafr Zita, su ciudad natal, a los campos de desplazados internos de Atme en la frontera con Turquía debido a la operación militar del régimen de Assad en agosto de 2019. En octubre pasado, su tierra, plantada con 150 pistachos y utilizada para generar un ingreso anual de 2.500 dólares: fue víctima de una decisión del comité militar y de seguridad en la provincia de Hama. Según el anuncio del comité visto por Syria Direct, “las tierras pertenecen a personas que viven fuera de la jurisdicción del estado nacional sirio y están bajo control de grupos armados”, se pondrán en una subasta pública para invertir durante una temporada.
Al Hassan “no pudo hacer nada” por perder su tierra. “No puedo regresar a la ciudad ni objetar la decisión”, dijo a Syria Direct. Si bien Hassan solía mantener a su familia de ocho miembros con los ingresos de la tierra que heredó de su padre, ahora vive de “la canasta de alimentos mensual que recibo en el campamento”.
Violaciones de los derechos de propiedad
Fayyad Al Rajab -seudónimo- es una de las decenas de agricultores sirios desplazados por la fuerza que perdieron sus tierras de cultivo a través de lo que llamó “subastas arbitrarias” que se asemejan a un robo por parte de los poderosos de lo que pertenece a una persona desplazada indefensa.
Al Rajab y su familia de ocho personas fueron desplazados de la ciudad de Halfaya en el campo norte de Alepo en 2018 al campamento de Khalil en Atme. Si bien ahora trabaja en una tienda de segunda mano, su parcela de tierra de 15 dunum que es “adecuada para la agricultura de regadío que solía generar un ingreso de USD 4000 anuales”, dijo Al Rajab a Syria Direct, ahora es explotada por otra persona a través de subastas patrocinadas por el comité.
Un Informe publicado por la Red Siria por los Derechos Humanos (SNHR por sus siglas en inglés) el 11 de febrero documentó más de “22 anuncios de subastas públicas emitidas para que el régimen tome el control de las tierras agrícolas que producen diversos cultivos, incluidos trigo, cebada, papa y aceitunas”. Alrededor de 134 aldeas y ciudades de la gobernación de Hama, y 88 de Idlib, con una superficie total de estas tierras de aproximadamente 400.000 dunums.
El SNHR también señaló que las subastas anunciadas por los organismos de seguridad del régimen constituyen una violación de los derechos de propiedad estipulados en los artículos 768 y 770 de la Ley Civil Siria. El primero estipula que “el propietario de un objeto solo, dentro de los límites de la ley, tiene derecho a usarlo, explotarlo y disponer de él”. Este último artículo establece que, “el propietario de un objeto tiene derecho a todos sus frutos, productos y anexos, salvo que exista un texto o acuerdo en contrario”.
“Estas subastas son fundamentalmente inconstitucionales e ilegales”, dijo Abdulnasser Houshan, miembro del Comité de Legalistas Sirios de tendencia opositora, a Syria Direct, ya que la constitución “protege la propiedad privada o el derecho a los frutos de las propias tierras y es inadmisible confiscar excepto en interés público por decreto y por justa compensación; de lo contrario, se considera una violación flagrante de los derechos de propiedad”.
Aunque algunas de estas subastas públicas de tierras agrícolas en los campos de Idlib y Hama se justificaron cobrando deudas que los propietarios adeudan al Banco Cooperativo Agrícola, según Houshan, nadie, excepto el prestamista, tiene derecho a solicitar una ejecución hipotecaria o una obligatoria. Esto significa que estas subastas son nulas por violar el artículo 15 de la Ley de Bancos Cooperativos Agrícolas, que especifica el mecanismo por el cual el banco puede cobrar una deuda de acuerdo con la Ley de Cobro de Fondos Públicos. El artículo 9 de la misma norma autoriza exclusivamente al Ministro de Hacienda a emitir una decisión reglamentaria para identificar los activos para la toma de decisiones, ya sea incautar, ejecutar y/o vender el objeto sujeto a ejecución hipotecaria.
Además del pretexto del cobro de deudas, los ingresos de otras tierras plantadas con pistachos se destinaron al Fondo de Apoyo a los Mártires de la provincia, según un mensaje de la oficina del Partido Baaz en Hama.
Las tierras de la reforma agraria
Ahmad al-Hassan heredó su tierra en Kafr Zita de su padre, quien obtuvo la propiedad de ella de acuerdo con la Ley de Reforma Agraria N° 161 de 1958. La ley estableció un límite para la propiedad de tierras de regadío y de secano, por lo que “cada agricultor tiene derecho a una pequeña propiedad que no exceda los ocho dunums de tierras de regadío y bosques y 30 dunums de tierras de secano que reciben más de una precipitación media de 350 milímetros”.
A pesar de que Al Hassan tiene un documento que acredita que es propietario de la tierra que “Es parte de mi vida, la heredé y crecí en ella. Nunca consideraría venderla en estas circunstancias, ya que no obtendría la mitad de su valor real” le indicó a Syria Direct.
Según el abogado, Muhammad Al Abdo, residente de Idlib, “los derechos de los beneficiarios de las tierras de la reforma agraria están protegidos por las Leyes de Reforma y Civil Siria como un derecho de uso protegido por las disposiciones de posesión”.
“La Ley 61 de 2004 protege el establecimiento del título”, señaló Abdo a Syria Direct. El artículo 1 de la ley define que “el beneficiario de las tierras del Estado —reforma agraria, propiedad estatal— se considera propietario de las tierras que les asignan desde el día de la distribución” y “después de la muerte del beneficiario, la propiedad se transfiere a sus herederos bajo las leyes generales de herencia, y se transfiere en registros de bienes raíces según la participación de cada uno de ellos”.
Así, cualquier infracción a los derechos de propiedad de los propietarios de las tierras de la reforma agraria o cualquier despojo de los beneficiarios de las tierras “es una confiscación de derechos que se remonta a 1963 cuando se estableció la institución de reforma agraria según la Ley de Reforma Agraria de 1958”, según Abdo.
Como tal, los beneficiarios de la Ley de Reforma Agraria enfrentan el peligro, especialmente porque “la ley otorga al Ministerio de Agricultura el derecho a apoderarse y redistribuir tierras”, dijo Houshan. Esto proporciona motivos para la subasta de tierras agrícolas sin el permiso de sus propietarios en una flagrante violación de los derechos de propiedad.
Control de Daños
Como muchos otros agricultores en los campos de Idlib y Hama, se subastó la tierra de 30 dunum de Jamal Al Bakri —seudónimo— plantada con pistachos en la ciudad de Al Tamanah en la provincia.
Aunque las fuerzas de Assad y sus milicias aliadas capturaron al Tamanah en agosto de 2019, Bakri continuó beneficiándose de su tierra a través de una persona a la que pagó SYP 80.000 —USD 24,5 según el tipo de cambio actual en el mercado paralelo— por dunam.
Sin embargo, después de que las tierras de los desplazados del noroeste de Siria fueran subastas, y en un intento de incurrir en la menor pérdida posible, Bakri “participó en la subasta a través de personas que residen en las áreas del régimen”. Esto también está sucediendo en “la ciudad de Morek y las aldeas de Sukayk, Sukayat y Tell Tari, que son famosas por el cultivo de pistacho”, indicó a Syria Direct.
El régimen requiere que cualquier postor proporcione una copia de un certificado de antecedentes penales limpio, una fotocopia de su cédula de identidad y un anticipo de 500 SYP por cada dunum que desee licitar.
En consecuencia, Bakri acordó con una persona que reside en un área controlada por el régimen ofertar en la subasta y dividir el pago con él. Esto también significa recibir “menos de la mitad de lo que solía ganar en años anteriores trabajando en la tierra”.
Desde 2019, las fuerzas gubernamentales, con el apoyo de Rusia e Irán, han ganado el control de alrededor del 60% del área que estaba bajo el control de la oposición siria, de los cuales alrededor de 2.300 kilómetros cuadrados son tierras agrícolas.
[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]
Mahmoud Hamza es periodista residente en la gobernación de Idlib. Además de ser abogado recibido de la universidad de Aleppo.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Syria Direct el 22 de febrero de 2021.