Por Soumaya Laouyane y Lobna Mejaouli para Jadaliyya
Nos encontramos en Bhar Lazreg, un barrio perteneciente al municipio de La Marsa, en la periferia norte de Túnez. En primer lugar, queremos estudiar las formas de desigualdad entre los ciudadanos de diferentes categorías sociales que viven en el mismo municipio, a través de nuestras interacciones con los residentes locales.
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Cuando hablamos de “La Marsa” en Túnez, no nos referimos al municipio de La Marsa. Hablamos más bien del núcleo urbano de La Marsa, considerado una atractiva ciudad costera conocida por sus paisajes, hoteles, restaurantes y otras instalaciones de ocio.
En el distrito de Bhar Lazreg se instalaron en la década de los setenta, varias personas procedentes de zonas rurales de Túnez llegaron para encontrar trabajo cerca (en la ciudad de La Marsa, por ejemplo). Desde la década de 2000, también se instalaron en la zona comunidades subsaharianas, debido al abaratamiento de los alquileres y a la proximidad de zonas turísticas que requieren mano de obra barata.
Es el primer día del Ramadán y casi a las 11 de la mañana. Es difícil concentrarse debido al ruido (tráfico, discusiones, peatones gritando…). Nuestra primera visita fue un lunes antes del Ramadán, cuando el ruido de la calle parecía ligero dada la multitud que había en las tiendas y cafés que bordean la calle principal. Las terrazas de los cafés, llenas de vida antes del Ramadán (con gente tomando un café, charlando, jugando con sus teléfonos…), están ahora vacías. Los cafés están cerrados y las aceras más o menos despejadas.
Para esta segunda visita de campo, nuestro punto de partida es un aparcamiento; no es un aparcamiento de verdad, con marcas o señales, sino más bien un vacío urbano junto al cruce central de Bhar Lazreg del que la gente se apropió para aparcar. Seguimos caminando por la calle Charles de Gaulle, la más concurrida de Bhar Lazreg por la abundancia de comercios locales. Hasta el supermercado Aziza para hacernos una idea de la zona y sus alrededores.
Durante este mes de Ramadán, todo es ligeramente diferente, en cuanto al comportamiento de la gente, los horarios y las citas, el tráfico y el “ambiente general” (se nota). Observamos una gran afluencia de peatones cerca de los vendedores de comida, sobre todo cerca del minimercado Aziza (una cadena de minimercados). La mayoría de las mujeres que vemos en el espacio público están haciendo las últimas compras para preparar la ruptura del ayuno. Nos llega el olor del pan tradicional (tabouna) que se está cociendo; también estamos en nuestro primer día de ayuno y ¡tenemos hambre!
Mientras paseamos, vemos a un anciano, Am Mohsen, que regenta un puesto de antigüedades al borde de la acera (Am es un término cariñoso para referirse a un anciano). Parece simpático y se ríe con nosotros. Nos pregunta: “¿De dónde sois? No parecéis de aquí”. Cuando le preguntamos a Am Mohsen por el barrio, nos dice: “Bhar Lazreg […] es cierto que es un barrio grande que acoge a muchos tipos de personas de distintas partes de Túnez, pero aquí la gente se conoce muy bien, como en un pequeño pueblo, y en cuanto un extranjero entra aquí se hace fácilmente detectable”.
Mientras charlamos, los transeúntes no dejan de saludar a Am Mohsen. Un frutero de enfrente le saluda y le pregunta qué hacemos charlando con él. Le responde que estamos investigando.
Nos dirigimos a un puesto de ropa de segunda mano donde nos encontramos con una mujer de unos cincuenta años y su hija, que buscan la ropa. Empiezan a decirnos lo que piensan de la calidad de la ropa, y a cambio les preguntamos qué piensan de Bhar Lazreg. La anciana dice que “el gobierno debe ser consciente de nuestra miserable situación”. Contrasta la situación de Bhar Lazreg con la de La Marsa, justo al lado, donde se siente más segura. Lamenta la falta de comisaría de policía en Bhar Lazreg, en comparación con el “barrio chic” de La Marsa. Nos habla de la limpieza y las infraestructuras “desarrolladas” de La Marsa, mientras que Bhar Lazreg está plagado de “niños delincuentes debido a la falta de instalaciones educativas y de entretenimiento adecuado”. Nos contaron que no existen jardines ni parques para que los niños jueguen, y que a menudo tienen que desplazarse a La Marsa para que sus hijos tengan lugares seguros donde jugar. Antes de hablar con estas mujeres, habíamos observado que los niños (sobre todo chicos) corrían por las carreteras a pie o en bicicleta, en medio del tráfico.
Continuamos nuestra búsqueda yendo a la tienda de comestibles de Mariem (hanout). Conocimos a esta mujer de 34 años en nuestro primer día sobre el terreno. Mariem nació en Bhar Lazreg. A la defensiva, nos dice que “Bhar Lazreg reúne a gente de muchos lugares, y todos conviven aquí en paz […] Lo que se ha oído en los medios de comunicación y en las redes sociales [es decir, la supuesta peligrosidad del barrio] es exagerado […] aquí somos hermanos y hermanas”. Sin embargo, la vecina de Mariem nos dice que “Bhar Lazreg es el campo de La Marsa, un barrio olvidado y sin servicios”. Todas estas declaraciones contradictorias apuntan a dos ideas: la creación de una comunidad diversa y el abandono de la zona por parte de las autoridades públicas, especialmente en comparación con la ciudad de La Marsa.
Ciertamente, estas dos breves visitas no pueden revelar por completo las complejas experiencias de los habitantes del barrio. Pero nuestras observaciones sugieren que los residentes experimentan una desigualdad social que hace que este barrio sea marginal y esté desatendido dentro del municipio de La Marsa, un lugar generalmente descrito como “chic”. Los discursos sobre Bhar Lazreg como “barrio de africanos” o zona de inseguridad, formulados por agentes externos, son debatidos por sus residentes, que subrayan el impacto de una forma de abandono en sus condiciones de vida.
[Este artículo forma parte de una serie elaborada a partir del taller de estudiantes universitarios, centrado en Bhar Lazreg, y celebrado en la Escuela Nacional de Arquitectura y Urbanismo (ENAU) de Túnez. Para leer las partes de esta serie, visite el artículo introductorio de Shreya Parikh].
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Soumaya Laouyane es estudiante de quinto curso en la ENAU. Actualmente trabaja en su proyecto de fin de carrera sobre el barrio de Bousalsala, en el municipio de La Marsa (en el Gran Túnez). Le interesa comprender las desigualdades en los espacios públicos.
Lobna Mejaouli es estudiante de quinto curso de arquitectura en la ENAU. Actualmente trabaja en su proyecto de fin de carrera sobre el barrio de Bhar Lazreg (Gran Túnez). Le interesa comprender las diferencias y desigualdades sociales en los espacios públicos.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Jadaliyya el 18 de octubre de 2022.