Por Lyse Mauvais para Syria Direct
El domingo, la Administración Autónoma del Norte y el Este de Siria (AANES), dominada por los kurdos, cerró la oficina del medio de comunicación Kurdistan24, con sede en el Kurdistán iraquí, en el noreste de Siria.
“El cierre de la oficina de Kurdistan24 Rojava —nombre kurdo de la región nororiental de Siria— es una violación flagrante de la libertad de prensa y una señal preocupante del desprecio de las autoridades de Rojava por la libertad de prensa, así como un intento de suprimir las opiniones a las que se oponen”, declaró Kurdistan24 en un comunicado poco después.
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El cierre forzoso se produjo sin previo aviso ni advertencia. “Todavía no sabemos si es una decisión temporal o permanente, y no sabemos si nos permitirán volver a trabajar”, dijo Joanne Stocker, redactora en jefe de Kurdistan24 English, a Syria Direct.
Posteriormente, la AANES emitió una declaración en la que justificaba la decisión de cerrar la oficina y revocar la licencia de medios de Kurdistan24 por incitación al odio y promover las luchas intra-kurdas, acusación que fue refutada por el personal del medio.
“Nuestro trabajo en Rojava cumple con las normas de los medios de comunicación”, argumentó Stocker. “Nuestros reporteros tienen una buena relación con la coalición internacional contra el ISIS en Siria, y somos justos y profesionales en nuestra información en la región” explicó.
¿Una decisión política?
Kurdistan24 denunció una decisión motivada políticamente y afirmó que “los funcionarios de Rojava (…) bien podrían haber sido presionados por grupos influyentes de la zona para cerrar nuestra oficina.”
Con sede en Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Kurdistan24 está estrechamente vinculado a la familia de Masrour Barzani, actual Primer Ministro de la región del Kurdistán iraquí.
La decisión de la AANES puede ser consecuencia de la detención de Jihad Hassan, representante de la AANES en Erbil, por parte de las autoridades del Kurdistán iraquí el 10 de junio. En lo que se interpretó como una respuesta a la detención, el 22 de junio la AANES anunció el cierre del paso fronterizo de Semalka con el Kurdistán iraquí, aunque el 23 de junio dijo que el paso permanecerá abierto para los trabajadores humanitarios.
En las últimas semanas aumentaron las tensiones entre el Partido Democrático del Kurdistán (PDK), con sede en Irak y dominado por el clan Barzani, y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PTK), con sede en Turquía, lo que repercutió en la política kurda del noreste de Siria.
La enemistad histórica entre el PDK y el PTK refleja la oposición de dos corrientes ideológicas dominantes, entre las muchas que conforman la vida política kurda: una fundada en los principios marxistas y encarnada por el PTK, y otra que propone un enfoque más centralizado, asumida por el PDK.
Sin embargo, el verdadero núcleo del conflicto cristaliza en torno a las respectivas relaciones de ambos partidos con Turquía. Mientras que el PTK y Turquía son enemigos históricos declarados, el PDK adoptó una postura de cooperación con Ankara.
A principios de este mes, la muerte de cinco combatientes del PDK avivó fuertes tensiones, ya que el PDK acusó al PTK de tender una emboscada a sus combatientes. El PTK, que acusa al PDK de estar en colusión con Ankara para permitir las operaciones transfronterizas turcas contra sus bases, negó la responsabilidad de la matanza.
A su vez, la vida política kurda siria está profundamente impregnada de esta larga división. Apodados “los dirigentes de Qandil” por su residencia en las montañas homónimas, en la frontera entre Irak y Turquía, los líderes del PTK ejercen una disputada influencia en el AANES a través del Partido de la Unión Democrática (PUD), considerado como la rama siria del PTK.
“Sospechamos que la decisión (de cerrar la oficina) provino de la dirección de Qandil, pero fue transmitida a través de los funcionarios del noreste de Siria”, añadió Stocker. “El impacto que está teniendo es que no se permite trabajar a los medios de comunicación que no son pro-PUD, y muchos kurdos en Rojava se quedan sin voz” agregó.
Guerras mediáticas
Como ilustra el último ciclo de escalada de provocaciones y represalias políticas, los medios de comunicación suelen ser la primera víctima colateral de las tensiones intra-kurdas.
La libertad de los medios de comunicación se deterioró gravemente en el Kurdistán iraquí, donde el pasado mes de marzo fueron encarcelados cinco periodistas por su cobertura sobre las protestas contra el PDK. Asimismo, en el noreste de Siria, los medios de comunicación luchan por sortear la ‘burocracia’ política y temen perder sus licencias de prensa.
La politización de los medios de comunicación no ayuda. Muchos de los principales canales del noreste de Siria están afiliados a un partido político, como Rudaw y Kurdistan24, ambos asociados al PDK.
El espacio para el periodismo libre seguirá reduciéndose a medida que los medios de comunicación se vean cada vez más envueltos en disputas políticas o se vean obligados a abandonar por completo estos temas sensibles.
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Lyse Mauvais nació en Francia pero se crió en varios países africanos. Estudió Ciencia Política y Conflictos entre París y Londres, antes de trasladarse a Jordania para estudiar árabe. Vive en Ammán desde septiembre de 2019.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Syria Direct el 23 de junio de 2021.