Por Yaşar Yakış para Arab News
El gobierno turco impulsó varias iniciativas en un intento por aumentar el apoyo antes de las elecciones generales que se celebrarán en 2023. Una de ellas fue la retirada de Turquía, la semana pasada, del Convenio del Consejo de Europa para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres.
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Este paso tiene como objetivo satisfacer a los segmentos conservadores del electorado turco que creían que la Convención iba demasiado lejos. De hecho, esta retirada si bien puede traer algunos votos adicionales del electorado conservador, también puede ser rechazada por muchos en el partido gobernante que están a favor de combatir la violencia contra la mujer.
En un inusual movimiento político, el decreto presidencial que anunció el retiro se emitió después de la medianoche. Esto puede haber sido para moderar la reacción frente a otro decreto emitido la misma noche. Mediante este segundo decreto se destituyó de su cargo al gobernador del Banco Central, Naci Agbal. Como se preveía que esto provocaría una caída repentina en el valor de la lira turca, el gobierno quiso desviar la atención del público. Por otra parte, el gobierno también esperaba que la situación se estabilice para cuando el mercado de valores reabra el lunes siguiente por la mañana.
Naci Agbal fue designado para ese cargo hace sólo cuatro meses. Unos días antes de su destitución, el Banco Central aumentó las tasas de interés del 17,8 % al 19,8 %. El Presidente Recep Tayyip Erdoğan afirmó persistentemente que las altas tasas de interés son la causa fundamental de la inflación en una economía. Por tanto, tomó la decisión de castigar a los responsables económicos que estaban a favor de subir las tasas de interés.
El sucesor de Agbal, Sahap Kavcioglu, es miembro del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdoğan y un firme partidario de la teoría del Presidente sobre la correlación entre las tasas de interés y la inflación. Kavcioglu no pudo ganar las elecciones en los últimos comicios generales, pero Erdoğan quiere mantenerlo a la vanguardia. El acceso al texto de su tesis doctoral fue bloqueado en Internet tan pronto como fue nombrado gobernador del Banco Central. Los analistas comentaron que esto se debía a que el público podría ver si el nuevo gobernador había cometido o no el delito de plagio.
La tercera medida fue un procedimiento legal iniciado por el Tribunal Administrativo Supremo de Turquía para disolver el Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por su sigla en turco), pro-kurdo, que es el segundo partido de oposición más grande de Turquía. Uno de sus copresidentes, Selahattin Demirtas, estuvo en la cárcel por más de cuatro años. Es más, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos revocó en diciembre la pena de prisión impuesta a Demirtas por el Tribunal Constitucional turco y pidió su liberación inmediata, pero el gobierno turco no acató esta decisión a pesar de haber reconocido oficialmente la jurisdicción del primero.
Dado que no se espera que los partidarios del HDP pro-kurdo voten al partido gobernante, formarán un nuevo partido o sus votos se dispersarán entre los demás partidos de la oposición. La disolución del HDP no contribuirá a los votos del AKP. Igualmente, los partidos antepasados del AKP en el poder fueron disueltos y restablecidos varias veces, por lo que el gobierno debe saber que disolver un partido político no es una solución. También es una práctica que el AKP criticó duramente en el pasado, pero la ética política desafortunadamente permite tal olvido.
La cuarta iniciativa fue el despojo de Ömer Faruk Gergerlioğlu, un legislador del HDP, de su membresía parlamentaria. Esto fue por la endeble razón de retuitear un mensaje en Twitter. Se resistió a salir del edificio del Parlamento, pero fue arrestado antes del amanecer en su oficina cuando realizaba abluciones para las oraciones de Fajr.
El quinto paso fue la divulgación de un plan de acción de derechos humanos por parte del gobierno. El plan incluye ciertas mejoras destinadas a ganarse el corazón del electorado, pero son tantas las violaciones a los derechos humanos en el país que la ciudadanía percibe esta iniciativa como una mera exhibición. Los tribunales locales hacen caso omiso de las sentencias del Tribunal Constitucional y el gobierno no adopta ninguna medida sobre su obligación vinculante de aplicar las sentencias de casación del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
El sexto fue el cuidado que Erdoğan puso en la configuración de los órganos del partido durante el Congreso bianual de la semana pasada. Este equipo recién elegido probablemente estará a cargo del partido para las elecciones de 2023. Erdoğan prestó especial atención a la creación de una estructura equilibrada dentro del mismo, donde cada segmento del electorado encontrará un representante de su clan; ya sea étnico, sectario, ideológico, de clase social o miembros descontentos dentro del partido. Quiere asegurarse el respaldo de todos y cada uno de los posibles votantes del AKP.
Las medidas que está tomando Erdoğan pueden formar parte de una estrategia a largo plazo de cara a las elecciones generales de 2023, o incluso para preparar comicios anticipados por sorpresa.
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Yaşar Yakış es un político turco. Fue ex ministro de Relaciones Exteriores y ex embajador de la Oficina de la ONU en Viena, Egipto y Arabia Saudita. De 2002 a 2011 representó a Düzce como diputado en la Gran Asamblea Nacional de Turquía. Es miembro del Partido Justicia y Desarrollo, es el presidente del Comité de Armonización de la Unión Europea de la Gran Asamblea Nacional de Turquía.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Arab News el 28 de marzo de 2021.