Por Leila al-Ahmad, Ismail al Jamous y Alice Al Maleh para Syria Direct
Docenas de escuelas reabrieron en la provincia oriental de Deir ez-Zor, anteriormente controlada por Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), el mes pasado. Así, más de 14 mil estudiantes de primaria y secundaria tuvieron acceso a la educación básica después de tres años y medio de dominio del EIIL.
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El llamado EIIL capturó Deir ez-Zor en el verano de 2014, pero perdió en gran medida el control de la provincia en el otoño de 2017, después de que ofensivas del Gobierno sirio y las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), separadas pero respaldadas por Estados Unidos, llegaran a la zona. Hoy, las FDS controlan la mayor parte del campo oriental de Deir ez-Zor, donde maestros como Abd Al Karim Al Madani están trabajando para reintegrar a los pequeños niños locales en las escuelas públicas y recuperar el tiempo perdido. “Estamos tratando de prepararlos para el próximo año”, dijo Al Madani a la corresponsal Layla al Ahmad de Syria Direct.
Además de enseñar árabe en un puñado de escuelas en Deir ez-Zor, Al Madani también es miembro del Consejo Civil y del Comité de Educación de la región. Los estudiantes, cuyas edades oscilan entre los 6 y los 14 años, se ubican en clases de acuerdo con su nivel. Los estudiantes mayores se integrarán el próximo año. Mientras que los profesores se centran principalmente en poner al día a los estudiantes con las habilidades básicas de lectura y matemáticas, Al Madani dice que también se encuentran en un papel desconocido: contrarrestar las ideas islamistas radicales que los niños internalizaron durante el control de la provincia por parte del EIIL. “Eliminar estos ‘pensamientos oscuros’ es una tarea muy ardua que requiere un esfuerzo enorme”, comenta Al Madani y agrega: “Estos estudiantes estuvieron expuestos a publicaciones y discursos del EIIL día y noche”.
—¿Cuál es el estado de las escuelas en la provincia oriental de Deir ez-Zor?
—La mayoría de las escuelas locales están fuera de servicio. Por ejemplo, en nuestra zona existen unas 70 escuelas pero sólo 37 reabrieron. Muchos colegios fueron bombardeados, utilizados como bases militares por el EIIL o saqueados y despojados de sus muebles. Incluso las puertas y ventanas desaparecieron. Todo lo que queda en las aulas son paredes gastadas y pizarrones rajados. En algunas escuelas, los estudiantes se sientan en el suelo debido a este robo y destrucción. Las escuelas carecen de instalaciones básicas y tenemos problemas con el agua potable y los baños. Es más, aún no se les paga a los maestros. El Presidente del Consejo Civil de Deir ez-Zor, Ghazan Youssef, y el representante de educación del consejo, Kamal Al Moussa, se reunieron recientemente con una delegación internacional de la coalición (liderada por Estados Unidos, anti-EIIL) para discutir este asunto.
—¿Qué estrategias de enseñanza y plan de estudios están utilizando en estas escuelas recientemente reabiertas?
—Este año es un periodo de transición para los estudiantes, por lo que estamos trabajando para erradicar el analfabetismo y deshacernos de los pensamientos oscuros. [Ed original.: ideología del EIIL]. Los estudiantes estuvieron distanciados de las escuelas (regulares) durante cuatro años. Necesitan reintegrarse al sistema educativo. Comenzamos con lo básico, el ABC y el uno más uno, además de algunas actividades físicas y de ocio. En el futuro, utilizaremos el plan de estudios del Gobierno sirio, con excepción de la asignatura de ‘educación cívica’. [Ed original.: La educación cívica nacional es un plan de estudios pro-gubernamental que enseña los fundamentos del Partido Árabe Socialista Baath y el nacionalismo árabe]
—¿Cómo era la educación en Deir ez-Zor bajo el EIIL? ¿Continuó trabajando como profesor en ese momento?
—Enseñé durante ocho años mientras el Gobierno tenía el control, desde 2005 hasta 2014, cuando el EIIL entró en Deir ez-Zor. Antes de que llegaran, el proceso educativo funcionaba bastante bien. El Gobierno pagaba a los maestros, proporcionaba muebles y supervisaba las escuelas. Incluso durante la revolución, no hubo mayores dificultades y nuestras instalaciones estaban en buen estado. Cuando llegó el EIIL, puso fin a toda la educación tradicional. Establecieron diez escuelas en la zona (al este de la región de Deir ez-Zor), por lo general en casas de civiles. La mayoría de las familias no enviaban a sus hijos a las escuelas del EIIL por temor a que se vieran expuestos a la ideología radical de la organización. El EIIL impuso su propio plan de estudios, basado en la lectura, la escritura y el habla, además de memorizar las suras del Corán. Asimismo, proyectaban sus propios videos en esas escuelas. Durante esos días, realicé trabajos ocasionales fuera de mi profesión de docente. Hice helados, vendí gasolina, reparé y vendí teléfonos celulares.
—Ahora que usted es un maestro una vez más, ¿qué está haciendo para contrarrestar lo que describió como los “pensamientos oscuros” que quedan en la mente de los estudiantes?
—Eliminar estos “pensamientos oscuros” es una tarea muy difícil que requiere un esfuerzo enorme, sobre todo porque no existen psicoterapeutas en la zona. Tengo un estudiante de 10 años que un día trajo un cuchillo a la escuela y comenzó a enseñar a sus compañeros cómo matar a otra persona tal como lo había visto en una de las publicaciones del EIIL.
Informamos del incidente y llamaron a su tutor. Uno de mis compañeros, egresado de la Facultad de Educación, habló con el alumno sobre el tema. Otro estudiante se opuso a la idea de las clases mixtas en nuestras escuelas. Había aprendido en la mezquita que eso estaba mal. Tendría unos 12 años. Nos enfocamos en erradicar el analfabetismo y tratamos de corregir cualquier idea del EIIL que los estudiantes puedan exponer durante la clase. También les enseñamos sobre el islam real, que tiene que ver con el perdón, la justicia y la igualdad. Les expresamos que el islam es nuestra religión desde la época de nuestros padres y abuelos, y que el EIIL es un grupo terrorista que no tiene nada que ver con el islam. Librar a los estudiantes de pensamientos radicales y oscuros no es una tarea fácil. Estos estudiantes estuvieron expuestos a sus publicaciones y discursos día y noche. Por ello, hacemos un llamado a las organizaciones humanitarias internacionales para que nos ayuden y apoyen la educación en el campo oriental de Deir ez-Zor.
—¿Cuál es el papel de los padres de los estudiantes en este proceso?
—Todos los padres —la mayoría de los cuales solo poseen educación básica— están muy felices de que las escuelas hayan reabierto y están emocionados de enviar a sus hijos de regreso al colegio. Son un gran apoyo. Algunos ayudaron a limpiar las escuelas, mientras que otros proporcionaron agua o donaron cajas de tiza y mochilas. Todos están ayudando a nivel individual, pero, en conjunto, están marcando una gran diferencia para nosotros y los estudiantes.
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Leila al Ahmad es originaria de Damasco. Dejó su país a causa de la guerra y emigró a Jordania, donde estudió periodismo y medios comunicacionales.
Ismail al Jamous es originario de Daraa. Estudió literatura inglesa en la Universidad de Tishreen, pero no pudo terminar sus estudios debido a la situación en Siria. Ismail trabajó en Siria como activista de los medios de comunicación con varias organizaciones de prensa.
Alice Al Maleh trabajó con Syria Direct hasta 2019. Originaria de Dinamarca, tiene experiencia en ciencias políticas y un interés particular en temas relacionados con los derechos humanos, lo apátrida, el género y la política europea de refugiados.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Syria Direct el 19 de marzo de 2018.