Por Samuel Ramani para Middle East Institute (MEI)
El 3 de febrero, el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, recibió a su homólogo jordano, Ayman Safadi, en Moscú. Después de su reunión, Lavrov enfatizó las posiciones compartidas de Rusia y Jordania sobre Siria, la seguridad del Golfo e Israel-Palestina. Safadi también reveló el interés de Jordania en obtener la vacuna rusa Sputnik V contra el COVID-19, ya que podría ayudar a Amán a inmunizar a sus ciudadanos y a los refugiados dentro de sus fronteras.
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La reunión Lavrov-Safadi subrayó la fuerza de las relaciones bilaterales entre Rusia y Jordania. A pesar de que la Unión Soviética bloqueó la membresía de Transjordania en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hasta 1948 y el Rey Hussein consideró periódicamente a la URSS como una amenaza a la estabilidad de Jordania, la ascensión del Rey Abdalá II al poder en 1999 fortaleció las relaciones entre ambos países. Durante sus dos primeras décadas en el trono, Abdalá II visitó Rusia 19 veces y estableció una estrecha relación personal con el presidente ruso Vladimir Putin. En octubre de 2019, Abdalá II expresó su apoyo a la “fuerte presencia de Rusia” en los asuntos de Medio Oriente y los funcionarios jordanos ven a Moscú como un pilar central del orden multipolar emergente en la región de Medio Oriente y Norte de África (MENA, por su sigla en inglés).
La asociación de Moscú con Amán se sustenta en vínculos comerciales crecientes, intereses convergentes en Siria y Libia, y lazos a nivel comunitario. Cuando las relaciones entre Estados Unidos y Jordania se vieron tensas por el reconocimiento del Presidente Donald Trump de Jerusalén como la capital de Israel en diciembre de 2017, Rusia surgió como un beneficiario clave. El comercio entre Rusia y Jordania aumentó de 157 millones de dólares en 2017 a 602.6 millones de dólares en 2018. Rusia también amplió sus exportaciones de trigo a Jordania, ya que veía al país como un trampolín para la entrada en mercados agrícolas más lucrativos de MENA, como Argelia, Irak y Arabia Saudí.
Aunque Jordania rechazó la propuesta de construcción de una planta de 10 mil millones de dólares del gigante ruso de energía nuclear Rosatom, en junio de 2018, Rusia dejó la puerta abierta para suministrar pequeños reactores modulares a Jordania. Este revés no interrumpió la expansión de la cooperación económica entre Rusia y Jordania. En noviembre de 2018, Jordania anunció la creación de una zona industrial especial que sería utilizada por las empresas rusas y firmó una serie de acuerdos de cooperación económica con Moscú en noviembre de 2019. Rusia espera que estos contratos puedan convencer a Jordania de convertir su memorándum de septiembre de 2017 sobre el comercio con la Unión Económica Euroasiática en una membresía plena y revitalizar las negociaciones de libre comercio con Jordania, que están inactivas desde 2005.
Cooperación en seguridad regional
Más allá de la expansión de los vínculos comerciales, Rusia considera a Jordania un socio útil en las crisis de seguridad regionales. Aunque Abdalá II pidió la salida del Presidente sirio Bashar Al Asad en noviembre de 2011, Jordania cooperó con Rusia después de su intervención militar en Siria en septiembre de 2015. En octubre de ese año, Lavrov declaró que Moscú coordinó con Amán su campaña aérea en Siria. Posteriormente se estableció en la capital jordana un mecanismo de trabajo sobre la cooperación entre Rusia y Jordania en la lucha contra el terrorismo. Jordania también actúa como un puente entre las intervenciones militares de Estados Unidos y Rusia en Siria. Por ejemplo, el Rey Abdalá II utiliza el diálogo con Moscú para fortalecer la cooperación entre Estados Unidos y Rusia contra el Estado Islámico de Irak y el Levante y el aumento de la presencia militar de Irán en el sur de Siria.
Estas consultas periódicas evolucionaron hasta convertirse en una cooperación directa entre Rusia y Jordania en Siria. Lavrov apoyó públicamente los esfuerzos de Jordania para reconstruir la infraestructura civil en el sur de Siria y el apoyo de Amán para la repatriación de los refugiados sirios. El desafío de Jordania a la hegemonía iraní en el sur de Siria hizo que el periodista Igor Yanavryov, asentado en Moscú, argumentara que Jordania había dado a Rusia un “nuevo punto de apoyo en Siria”. Amán también participó como observador en las conversaciones de paz de Astana dirigidas por Moscú. Sin embargo, a pesar de esta cooperación, los desacuerdos entre Rusia y Jordania sobre Siria persisten. A principios de 2018, Rusia no facilitó las entregas de ayuda jordana a zonas de Siria con presencia de Jabhat Al Nusra y Lavrov instó a Safadi a expulsar a los Cascos Blancos de Jordania durante su reunión del 3 de febrero. A pesar de estos desacuerdos, Rusia coopera más ampliamente con Jordania en Siria que con Estados árabes más afines, como Emiratos Árabes Unidos, Omán y Egipto.
Desde que el Jefe del Ejército Nacional de Libia (ENL) Khalifa Hifter comenzó su ofensiva en Trípoli en abril de 2019, Rusia y Jordania también ampliaron su cooperación en Libia. Amán comparte los temores de Moscú sobre la firmeza de Turquía en el Mediterráneo oriental y aprovechó su alineación con Haftar para ampliar su papel diplomático en Libia. Aunque Rusia y Jordania se centran oficialmente en promover el diálogo intralibio, la ONU. calificó a ambos países como violadores del embargo de armas contra el ENL. Estas violaciones del embargo de armas podrían producirse de manera coordinada. Mientras Jordania apoya activamente las operaciones ofensivas en tierra de Haftar, los contratistas militares privados (CMP) del Grupo Wagner ruso refuerzan la eficacia de los francotiradores, morteros y equipos de artillería del ENL. Los vehículos blindados fabricados en Jordania también operan junto con los sistemas de defensa aérea rusos en Libia. La creciente interoperabilidad de los Ejércitos de Rusia y Jordania en Libia se ve facilitada por la falta de resistencia de Estados Unidos, que presta más atención al apoyo financiero de Emiratos Árabes Unidos a los CPM rusos del Grupo Wagner.
Lazos comunitarios
La asociación de Rusia con Jordania se ve reforzada aún más por los vínculos a nivel comunitario. La presencia de 12 mil a 30 mil chechenos en Jordania contribuyó a estrechar las relaciones bilaterales. El líder de Chechenia, Ramzan Kadyrov, tiene una fuerte relación de trabajo con el Rey Abdalá II. En 2007, Kadyrov se reunió con líderes de la comunidad chechena en Amán y Abdalá II prometió asistencia para el desarrollo en los sectores de la educación y la salud de Chechenia. En junio de 2014, Abdalá II visitó Chechenia para solicitar la asistencia de Kadyrov contra la amenaza del extremismo checheno en Jordania.
La cooperación antiterrorista entre Kadyrov y Abdullah II ayudó a crear vínculos entre Rusia y Jordania. La Conferencia de Grozny de 2016 sobre el islam sunita, que denunció a la Hermandad Musulmana y el wahhabismo, incluyó entre sus participantes al Gran Muftí de Jordania Abdul Karim Khasawneh y al erudito Kalam Sa’id Foudah. RT árabe es el 90º sitio web más visto en Jordania, puesto que lo coloca por delante de Al Jazeera en el lugar 126 y Al Arabiya en el lugar 170. La presencia de entre 100 mil y 170 mil circasianos en territorio jordano y el fortalecimiento de las relaciones comerciales de Tatarstán con Jordania, que son especialmente pronunciadas en los sectores de la construcción y la tecnología de la información, aumentan aún más los lazos bilaterales entre Rusia y Jordania.
Aunque Amán dio la bienvenida a la elección del presidente estadounidense Joe Biden, Jordania todavía ve a Rusia como un socio integral. A medida que la Administración Biden busca revivir las negociaciones sobre una solución de dos Estados en Israel-Palestina y reducir las tensiones con Irán, Jordania podría extender su posición como intermediario entre Washington y Moscú en Siria a nuevos teatros. Este papel podría facilitar la entrada de la inversión estadounidense y rusa en la difícil economía jordana, y promover las aspiraciones de Amán de ejercer influencia diplomática en el mundo árabe.
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Samuel Ramani es candidato de DPhil en el Departamento de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad de Oxford.
N.d.T.:El artículo original fue publicado por MEI el 18 de febrero de 2021.