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El Interprete Digital

Abogar para el cambio: entrevista con Bonyan Kamal sobre Yemen

Por The Tahrir Institute for Middle East Policy (TIMEP)

Las manos fuera de Yemen. [Alisdare1/ Creative Commons]

En toda la región de Medio Oriente y el Norte de África (MENA), los abogados trabajan para apoyar a quienes se organizan sobre el terreno, para movilizar a la comunidad jurídica y para lograr un cambio sistémico. En Lawyering for Change (Abogar por el cambio), la Unidad Legal de TIMEP realizó una serie de entrevistas con abogados, profesionales del derecho y académicos que exploran el papel que desempeñaron los abogados en los movimientos de protesta y en las revoluciones de la región durante la última década.

[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]

En esta sesión de preguntas y respuestas sobre Yemen, la Unidad Legal habló con el abogado yemení Bonyan Jamal, quien actualmente es abogado de Mwatana por los Derechos Humanos en su unidad de rendición de cuentas.

En enero de 2011, comenzaron las manifestaciones pacíficas en Yemen casi al mismo tiempo que se desarrollaban las protestas en la región de MENA. ¿Qué papel jugaron los abogados en y alrededor de estas protestas y/o en apoyo de los manifestantes?

Hay tres tipos principales de roles a considerar aquí. El primero fue la presencia de la carpa del Sindicato de Abogados Yemeníes (YLS, por su sigla en inglés) en Change Square en la capital, Saná, cuando comenzaron las protestas. Desempeñó un papel importante en la sensibilización sobre la ley yemení y los derechos de los manifestantes entre todas las diferentes entidades que se unieron a las protestas. El papel que desempeñaron el sindicato y otras entidades e individuos a este respecto se conoció comúnmente como ‘el curso de capacitación más importante de Yemen’.

El segundo fue el papel que jugaron los abogados después de los crímenes cometidos en Change Square. Se establecieron comités para entablar demandas por las violaciones ocurridas en la plaza durante la revolución, una de las cuales fue el incidente del ‘Viernes de Dignidad’, donde decenas de manifestantes pacíficos fueron asesinados por francotiradores. Es importante mencionar a Hassan Al Dawla, un brillante abogado que fue asesinado poco después de la revolución en 2012. Se creía ampliamente que su asesinato estaba directamente relacionado con su trabajo en el archivo del Viernes de Dignidad. Dawla era, en ese momento, uno de los miembros de la fiscalía y subdirector del comité establecido para este caso. Abogados como Dawla fueron amenazados e intimidados durante el proceso de búsqueda de justicia en el período de transición.

El tercer papel fue a través de la participación de abogados y jueces en el Diálogo Nacional de Yemen que tuvo lugar en 2012, que resultó en lo que llamamos el Documento de Resultados del Diálogo Nacional y el Nuevo Proyecto de Constitución, los cuales fueron grandes avances para el mejoramiento de el régimen legal en Yemen, y también eran inclusivos.

A medida que los acontecimientos sobre el terreno en Yemen cambiaron en los meses y años siguientes, donde la violencia se intensificó, las milicias ejercieron el control y las potencias extranjeras intervinieron, ¿cómo cambió el papel de los abogados?

A medida que aumentó la violencia y desapareció el papel del Estado, la aplicación de la ley y el papel de las instituciones de justicia sufrieron un gran impacto. El sistema legal en Yemen ya era corrupto, parcial y lento, tanto intencional como involuntariamente. Fue y sigue siendo una herramienta utilizada por las autoridades para apoyar la represión de cualquier oposición, que solo se agravó después del control de 2014 de Saná por parte de los hutíes (Ansarullah) y la presencia generalizada de milicias armadas.

Hubo un punto de luz en Saná durante un corto tiempo en 2015 y a principios de 2016, según mis visitas y contacto con los tribunales yemeníes y el sistema legal en general. En ese momento, los hutíes ignoraron por completo los tribunales, los jueces y las fiscalías, lo que dio cierta autonomía a algunos jueces para actuar legalmente. Los hutíes en ese momento estaban creando comités y autoridades paralelos para hacer el trabajo del sistema legal, lo que hizo que los abogados avanzaran en casos de los que no se habían atrevido a hablar antes de ese momento, y esos incluían casos de tortura contra funcionarios de seguridad.

Desafortunadamente, esto no duró mucho. Cuando las autoridades de facto se dieron cuenta de que estos comités nunca podrían reemplazar al sistema de justicia, dirigieron su atención a los tribunales y a las fiscalías y quedó claro que algunos jueces habían recibido ‘la llamada’ del departamento de seguridad dominante, lo que resultó en tantos fallos judiciales claramente sesgados e injustos.

Es importante reconocer que, ya sea en áreas controladas por los hutíes, el gobierno yemení o el Consejo de Transición del Sur (STC, por su sigla en inglés), los abogados siguen trabajando y la gente sigue recurriendo a lo que queda del sistema judicial. Esto podría deberse a que los yemeníes civiles no tienen otra opción, o que están hambrientos de algo que sea similar a un Estado y una ley, o por ambas razones.

¿Qué desafíos y obstáculos enfrentan los abogados, en particular los que ejercen en los espacios de derechos humanos e interés público, en el Yemen actual?

Todo el pueblo yemení, casi sin excepción, se vio afectado por la guerra —una guerra larga que consumió las almas de los yemeníes y los asedió en todos los aspectos de sus vidas—. Los abogados, defensores de los derechos humanos y activistas en general, están particularmente bajo el peso de esa guerra.

La responsabilidad de sus trabajos puso una carga aún más pesada sobre sus hombros. Los abogados que trabajan actualmente en Yemen insisten en aferrarse a lo que queda del sistema y del Estado. Su lucha actual es contra lo que representa la guerra en cuanto a violencia y falta de existencia del Estado; todas las amenazas a la seguridad que enfrentan sin protección, todos los efectos económicos y psicológicos que tienen que soportar caen bajo esa lucha.

Otro desafío que enfrentan los abogados hoy en día es comprender el análisis legal extremadamente complicado del conflicto en Yemen, y eso incluye trabajar bajo diferentes autoridades que emiten diferentes decretos y decisiones en el mismo país.

Reflexionando sobre los éxitos que tuvieron los abogados en el contexto yemení, ¿qué oportunidades cree que existen en Yemen para los abogados que buscan utilizar la ley y las herramientas legales para lograr un cambio?

Hablando del aspecto legal general de la situación en Yemen, se hizo evidente que el sistema judicial nacional yemení no logró brindar ningún tipo de justicia integral a sus ciudadanos, y la idea de continuar con su rehabilitación en este momento no es realista. Pero un mecanismo internacional de rendición de cuentas podría ser la respuesta a los pedidos de justicia de los yemeníes. Un mecanismo integral que sea accesible y que pueda abordar y gobernar los crímenes cometidos por todos los perpetradores dentro del conflicto, puede ser la respuesta a la presión y facilitar las negociaciones de paz, además de garantizar una paz sostenible que rompa el ciclo de violencia en el país.

Asimismo, organizaciones como Mwatana persiguen la rendición de cuentas a través de una serie de vías disponibles. Junto con nuestros increíbles socios, presentamos una denuncia penal en abril de 2018 en Italia contra las empresas de armas y las autoridades italianas responsables de autorizar la venta de armas a los Estados miembros de la coalición liderada por Arabia Saudí. La denuncia está en proceso de investigación, lo que es un paso adelante que nos dio esperanzas en el sistema legal italiano. Por separado, en diciembre de 2019, presentamos una comunicación conjunta a la Corte Penal Internacional (CPI) para investigar la responsabilidad legal de actores corporativos y políticos de Alemania, Francia, Italia, España y el Reino Unido. Esperamos que el expediente yemení se considere de manera justa con miras al poder potencial de la rendición de cuentas para detener la guerra y mantener la paz.

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N.d.T.: El artículo original fue publicado por TIMEP el 27 de abril de 2021.