Por Editor para Institute For Middle East Understanding (IMEU)
¿Es Israel responsable de vacunar a los palestinos en Cisjordania y Gaza contra el COVID-19?
Si. La comunidad internacional, incluido el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, los órganos legales como la Corte Internacional de Justicia y las organizaciones humanitarias y de derechos humanos como el Comité Internacional de la Cruz Roja, Amnistía Internacional y Human Rights Watch (N.d.T: Observatorio de derechos humanos), consideran a Cisjordania palestina, incluida Jerusalén Este y Gaza, bajo la ocupación militar israelí, e Israel es la potencia ocupante en ellas.
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Según el derecho internacional, las potencias ocupantes son responsables de garantizar y mantener la higiene pública y los sistemas de salud de las poblaciones ocupadas que viven bajo su control, incluidas las medidas para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas y epidemias. Según el artículo 56 del Cuarto Convenio de Ginebra:
“En la mayor medida de los medios a su alcance, la potencia ocupante tiene el deber de asegurar y mantener, con la cooperación de las autoridades nacionales y locales, los establecimientos y servicios médicos y hospitalarios, la salud pública y la higiene en el territorio ocupado, con especial referencia a la adopción y aplicación de las medidas profilácticas y preventivas necesarias para combatir la propagación de enfermedades contagiosas y epidemias”.
¿Quién pidió a Israel que proporcione vacunas a los palestinos en los territorios ocupados?
- Los expertos independientes en derechos humanos de la ONU. El 14 de enero de 2021, el relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967 y otro experto de la ONU llamaron a Israel “la potencia ocupante, para garantizar un acceso rápido y equitativo a las vacunas COVID-19 para el pueblo palestino bajo ocupación”. Al señalar la disparidad entre el número de palestinos e israelíes vacunados, agregaron: “Moral y legalmente, este acceso diferencial a la atención médica necesaria en medio de la peor crisis de salud mundial en un siglo es inaceptable”.
- Amnistía Internacional y Human Rights Watch. En un comunicado emitido el 6 de enero de 2021, Amnistía condenó las políticas discriminatorias de Israel y lo instó a proporcionar vacunas a los palestinos en los territorios ocupados, declarando:
“El gobierno israelí debe dejar de ignorar sus obligaciones internacionales como potencia ocupante y actuar de inmediato para garantizar que las vacunas de COVID-19 se proporcionen de manera equitativa y justa a los palestinos que viven bajo su ocupación en Cisjordania y la Franja de Gaza”.
“El programa de vacunación del COVID-19 de Israel destaca la discriminación institucionalizada que define la política del gobierno israelí hacia los palestinos. Mientras Israel celebra una campaña de vacunación sin precedentes, millones de palestinos que viven bajo control israelí en Cisjordania y la Franja de Gaza no recibirán ninguna vacuna o tendrán que esperar mucho más; difícilmente podría haber una mejor ilustración de cómo se valoran las vidas israelíes sobre las de los palestinos”.
También, el 6 de enero de 2021, 30 organizaciones israelíes, palestinas e internacionales de derechos humanos emitieron una declaración en la que pedían a Israel que garantizara que los palestinos en los territorios ocupados tengan acceso a las vacunas, instando a las “autoridades israelíes a cumplir con sus obligaciones legales y garantizar que se proporcionen vacunas de calidad a los palestinos que viven bajo la ocupación y el control israelí en Cisjordania y la Franja de Gaza”.
¿Qué hay del argumento de Israel de que, según los términos de los Acuerdos de Oslo, la Autoridad Palestina es responsable de vacunar a los palestinos?
Los Acuerdos de Oslo, una serie de acuerdos firmados por Israel y la Organización de Liberación de Palestina entre 1993 y 1999, y la Autoridad Palestina, que fue creada en Oslo, no tenían la intención de ser permanentes. En cambio, se suponía que el proceso de Oslo conduciría a la creación de un Estado palestino en 1999, pero eso nunca sucedió debido a la construcción de asentamientos israelíes y otras acciones que hicieron casi imposible la creación de un Estado palestino independiente. Actualmente, la Autoridad Palestina continúa operando bajo el control general de Israel. Sin embargo, incluso en virtud de Oslo, Israel está obligado a “cooperar en la lucha contra” epidemias y enfermedades contagiosas con la Autoridad Palestina.
Incluso si los Acuerdos de Oslo siguieran siendo válidos, las responsabilidades de Israel como potencia ocupante, en virtud del Cuarto Convenio de Ginebra, seguirían siendo superiores, algo que afirmaron en repetidas ocasiones la ONU y las organizaciones de derechos humanos. Esto también es cierto en Gaza, a pesar de la retirada de sus colonos por parte de Israel en 2005. En enero de 2021, en respuesta a la afirmación de que los Acuerdos de Oslo anulan las responsabilidades de Israel como potencia ocupante, el relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967 declaró: “La responsabilidad última de los servicios sanitarios sigue siendo de la potencia ocupante hasta que la ocupación haya terminado total y definitivamente”.
Contexto
Israel tomó el control de Cisjordania – incluida Jerusalén Oriental – y Gaza durante la guerra de junio de 1967. Desde entonces, millones de palestinos en Cisjordania y Gaza viven bajo el opresivo régimen militar israelí, se les niegan los derechos y libertades más básicos, incluido el derecho a la protesta pacífica, porque no son judíos.
Al mismo tiempo, los sucesivos gobiernos israelíes construyeron más de 130 asentamientos oficiales – y aprobado tácitamente más de 100 no oficiales – que consisten en viviendas segregadas para judíos israelíes en tierras palestinas ocupadas en Cisjordania y Jerusalén Oriental, en violación del derecho internacional y la política de larga data de Estados Unidos antes de Trump. Al momento de esta publicación, hay más de 675.000 colonos israelíes que disfrutan de todos los derechos y privilegios de la ciudadanía israelí que viven en tierras palestinas ocupadas en Cisjordania y Jerusalén Oriental entre aproximadamente 3 millones de palestinos gobernados por un gobierno militar israelí antidemocrático.
Este sistema dual de leyes y trato discriminatorio de los palestinos en los territorios ocupados, junto con la discriminación sistemática que enfrentan los ciudadanos palestinos de Israel, es condenado como una forma de “apartheid” por un número creciente de grupos de derechos humanos, expertos legales y otros.
Debido a la iniciativa de ocupación y asentamiento de Israel, los palestinos en los territorios ocupados no tienen control sobre quién ingresa a su tierra, dejándolos prácticamente indefensos frente a los soldados y colonos israelíes que portan el virus.
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N.d.T: El artículo original fue publicado por IMEU el 9 de febrero de 2021.