Las fuertes tormentas de arena y polvo son un riesgo subestimado en la región del Golfo
Las causas exactas de las tormentas de arena y polvo (TAP) no se conocen del todo. Envueltas en el misterio, se perciben a menudo en la región del Golfo como un fenómeno natural ingobernable. Dado que los daños causados por las TAP se consideran inevitables, hay pocos intentos de desviar el agua del Golfo hacia el interior o de construir vegetación o muros para protegerse de los vientos. Este quietismo, sin embargo, ignora el hecho de que las tormentas de polvo de origen antropogénico, aunque son tres veces menos frecuentes que las naturales, tienen fuentes que se prestan a ser remediadas. Aunque cuantificar las fuentes de las tormentas de polvo es un reto, la modelización global del polvo permite comprender la contribución antropogénica a su aparición. Los actores regionales, armados con una mejor comprensión de estas causas, están empezando a responder ante la intensificación de las TAP.