Digamos que esta noche la tristeza no tiene cabida: Música y recuerdos del sirio Jazirah
Sé que Qamishli fue mi comienzo, las primeras imágenes que vi, las primeras cosas que experimenté en la vida, mis primeras habilidades futbolísticas y relaciones personales. Y lo que el mundo quería mostrarme en ese momento de mi vida era, más que nada, música.