Las protestas y las detenciones en el pueblo de Minya apuntan a una larga política discriminatoria sobre los permisos de las iglesias
Durante años, la pequeña iglesia de San José y Abu Sefein en Ezbet Farag Allah había sido el único lugar de culto para unos 800 cristianos del pueblo. En 2016, la iglesia se quemó en inexplicables circunstancias, lo que obligó a los residentes a viajar varios kilómetros hasta la iglesia del pueblo vecino para cumplir cualquier función religiosa, incluida la asistencia a las oraciones o la celebración de servicios funerarios.