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El Interprete Digital

No podemos seguir así: docentes en huelga en la provincia de Idlib

Por Alaa Nassar para Syria Direct

Refugiados sirios en escuela libanesa. [DFID-UK Department for International Development/OpenVerse]

Desde el comienzo del semestre el día 5 de febrero, los docentes de la provincia de Idlib en el noroeste de Siria que se encuentra bajo control de la oposición, participaron de una huelga abierta para exigir que se les paguen los salarios después de años de trabajar como voluntarios. 

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Varias escuelas afiliadas a las direcciones de educación de Idlib y Hama emitieron una declaración y enviaron una copia a Siria Direct. Allí se anunciaba un “paro laboral hasta que se garanticen los debidos derechos de los docentes”. La declaración representaba a “todas las escuelas de voluntarios bajo la [Dirección] de Educación de Idlib, incluídas todas sus asambleas: desde Jisr a Shughour, pasando por Ariha, Harem, Maarat Misreen, Idlib y Dana”.

El domingo, decenas de docentes junto a estudiantes y activistas, realizaron una protesta bajo el lema “Huelga por la Dignidad”. Fue la segunda protesta desde que comenzó la huelga. Sostenían carteles que decían “privar a un maestro de sus derechos más básicos pone el riesgo al proceso educativo”, y otro que decía “se suspende el trabajo hasta que se atiendan nuestras demandas y los docentes sean tratados con dignidad”.

Muhammad Al Mustafa, profesor de matemáticas en la escuela secundaria Abdul Karim Ladhiqani en la ciudad de Idlib, comentó que “la huelga se produjo después de que estábamos completamente exhaustos”. Su escuela perdió sus fondos hace dos años después de haber sido apoyada previamente por la consultora de desarrollo estadounidense Chemonics. Y agregó, “el maestro es el eslabón más débil en las áreas liberadas [controladas por la oposición]”. 

Existen más de 6.156 docentes trabajando de forma voluntaria sin remuneración en áreas bajo el Gobierno de Salvación de Siria (GSS) respaldado por Hayat Tahrir Al Sham (HTS), mientras que otros 14.609 cuentan con apoyo financiero, según una estadística publicada por el Ministerio de Educación de la GSS.

Repercusiones de la huelga

En el noroeste de Siria—hogar de más de cuatro millones de personas, la mitad de las cuales son desplazados internos según estimaciones del Grupo de Coordinación de Respuesta de Siria—las áreas controladas por HTS enfrentan inestabilidad debido al gradual cese del apoyo a una serie de proyectos, incluida la educación, desde que se anunciara el apoyo de HTS al GSS en noviembre de 2017.

De las 1.033 escuelas abiertas a los estudiantes en la provincia de Idlib, “el personal de 373 escuelas trabaja de forma completamente voluntaria, mientras que las organizaciones locales e internacionales apoyan unas 660 escuelas”, dijo Hassan al Shawa, director de la Dirección de Educación de Idlib.

La huelga de maestros llevó al “cierre de 82 escuelas para estudiantes de secundaria y preparatoria”, lo que resultó en que “160.000 estudiantes se vean privados de educación”, agregó al Shawa.

Además, Shawa advirtió que “la interrupción de las clases por parte de los docentes voluntarios afecta negativamente la continuidad de la educación, y amenaza a toda una generación con una catástrofe de analfabetismo, especialmente en Idlib que sufre una tasa de abandono escolar del 40%”. Las escuelas también “adolecen de 1.397 plazas docentes vacantes”, añadió.

La creciente crisis educativa en el noroeste de Siria podría provocar que más estudiantes abandonen los estudios, como es el caso de Omar (seudónimo) de 15 años de edad. “Si la escuela permanece cerrada como resultado de la huelga de los maestros, no tengo más remedio que sacarlo a trabajar”, comentó Ahmad al Bakour, el padre de Omar, a Siria Direct. También destacó que quiere que su hijo “culmine su educación, pero no puede inscribirlo en una escuela privada con una matrícula anual es de USD 250”  aproximadamente SYP 900,000 al tipo de cambio actual del mercado negro. Bakour gana unos USD 20 (SYP 720,000) por mes trabajando como pintor lo cual le alcanza “apenas para cubrir nuestros gastos mensuales”.

Desafíos más allá del poder de los docentes

En noviembre de 2021, la Dirección de Educación de Idlib lanzó un proyecto para apoyar a las escuelas de voluntarios que tenía como objetivo exponer las condiciones de las escuelas con personal no remunerado para atraer patrocinadores.

El director Shawa expresó “aprecio por los esfuerzos de los maestros que asumieron la responsabilidad de preservar el derecho de los niños a la educación”. Y añadió que “la dirección está trabajando para comunicar las demandas de los docentes a los organismos oficiales y organizaciones internacionales, y no escatimará en esfuerzos hasta que se restablezca el verdadero estatus de los docentes”.

“Apreciar los esfuerzos de los maestros en palabras no es suficiente”, dijo el maestro Mustafa. Quien además hizo hincapié en la “necesidad de tomar medidas reales para preservar nuestra dignidad”, al tiempo que elogió a los padres que participaron en la reciente protesta de maestros.

Por su parte, el maestro Bayan Al Shahoud rechazó la acusación de que los docentes que participan en la huelga están amenazando la educación en Idlib, porque “los que están luchando contra la educación son el Ministerio de Educación y las organizaciones que patrocinan el sector educativo”.

Shahoud enseña árabe en la Escuela de la Unidad Árabe para Niñas afiliada a la asamblea educativa de Idlib. Ella estuvo trabajando sin un salario desde que “el apoyo a la escuela se cortó hace un año”, el cual provenía de la organización Ihsan for Relief and Development (Excelencia para la Ayuda y el Desarrollo),  Después de que se detuvo la financiación, agregó Sahoud, “los maestros siguieron trabajando sin cobrar para que 300 estudiantes no se vieran privados de su derecho a la educación”.

Asimismo, la profesora Shahoud, residente del campo de refugiados al sur de Idlib, agregó que ella es el único sostén de sus tres hijos desde la muerte de su esposo. Antes de que la escuela perdiera los fondos, ella recibió un salario mensual de unos USD 170 (SYP 611,000), USD 100 de los cuales utilizó para pagar el alquiler de la casa que comparte con su hermano y su familia. El resto se destinó a cubrir los gastos básicos de su familia.

Desde que le cortaron el salario, Shahoud no pudo “satisfacer las necesidades de mis hijos”, comentando que “muchas maestras viudas no tienen más apoyo que el de Dios”.

El profesor de matemáticas Mustafa, refugiado en la ciudad de Khan Sheikhoun en el sur de Idlib, es padre de cuatro hijos. Desde que le cortaron el salario hace un año y medio, depende de su hermano que vive en Turquía “para pagar los USD 75 [SYP 270,000] que cuesta el alquiler mensual de la casa”. Mustafa trabaja “por las tardes en una librería por USD 20 [SYP 72,000] al mes, para satisfacer algunas de nuestras necesidades mensuales”.

Y agregó, “mis hijos están privados de sus derechos más básicos a la alimentación y la vestimenta. A veces nos conformamos con el pan como única comida”.

Si bien al Mustafa reconoce el rol de los maestros en la construcción de una sociedad y su responsabilidad hacia los niños de Idlib, “hemos llegado a un punto en el que no podemos seguir así, debido a las obligaciones que conlleva ser cabeza de familia y no puede darse el lujo de quedarse sin paga”.

“Somos la piedra angular de la construcción de la sociedad, pero si no se sostiene esta piedra, la sociedad se derrumba”, añadió Mustafa, quien se hizo eco de su sentimiento de responsabilidad y remarcó que la huelga debe continuar “hasta que alcancemos nuestras demandas para asegurar una vida digna”.

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Alaa Nassar se vio obligada a huir de Damasco con su familia debido a la presión del régimen sirio en 2013. Era estudiante de Lengua y Literatura Árabe en la Universidad de Damasco. Llegó a Syria Direct porque espera encontrar una nueva dirección en su vida y mostrarle al mundo lo que está sucediendo en su país.

N.d.T.: El artículo original fue publicado por Syria Direct el 16 de febrero de 2022.