Por Alya Zoabi para Mondoweiss
Hace dos días en Haifa, una ciudad donde los árabes palestinos constituyen el 10% de la población, la municipalidad colocó un cartel en uno de los parques del barrio del Carmel Francés para recordar a las personas que tienen perros que cierren las puertas. El letrero está escrito en hebreo, inglés y ruso, pero no en árabe, excluyendo así a los residentes palestinos de habla árabe que viven en el vecindario.
[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]
Recientemente se hicieron intentos de socavar el estatus de la lengua árabe como idioma oficial en Israel a pesar de que 1,5 millones de hablantes de árabe —el 21% de la población— sufren marginación y discriminación sistemáticas, tanto lingüísticas como de otros tipos. Esta situación se refleja en muchas esferas de la vida de un individuo árabe palestino, ya sea en la academia, la economía o incluso en asuntos cotidianos como ir al correo o al consultorio del médico. El hebreo y el inglés son los más dominantes y el árabe es prácticamente inexistente.
En 2004, el Dr. Ahmad Tibi, miembro de la Knéset (n.d.t.: parlamento) israelí, solicitó a la Corte Suprema que agregara carteles en árabe en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion. Sin embargo, no fue hasta hace un mes en 2021 que la dirección del aeropuerto – después de una larga batalla con Sikkuy (la Asociación para el Avance de la Igualdad Cívica) – instaló un nuevo cartel de bienvenida que incluye árabe.
En 2018, el gobierno israelí despojó al árabe del estatus de idioma oficial cuando aprobó la Ley del Estado-Nación Judío. El significado específico del término ‘oficial’ (rishmi en hebreo) está relacionado con la definición del término por las instituciones gubernamentales. Una lengua oficial es un idioma utilizado por el gobierno y elevado por la autoridad del Estado. Es el idioma de la comunicación interna hacia y desde el gobierno, así como el idioma de los asuntos judiciales y administrativos, que representa al gobierno y al Estado.
Durante la pandemia de coronavirus, los árabes palestinos de Israel enfrentaron varias dificultades, incluidas las barreras del idioma, que complicaron su capacidad para implementar las instrucciones y pautas del Ministerio de Salud. Un retraso significativo en la difusión de las instrucciones en árabe por parte del gobierno provocó graves lagunas en el nivel y alcance de la información que llegaba a gran parte del público árabe palestino. Por ejemplo, el sitio web ‘Traffic Light’ que fue creado por el Ministerio de Salud para informar al público de cualquier actualización relacionada con COVID solo contiene títulos en idioma árabe, pero cuando una persona intenta ingresar el artículo completo, el sitio web lo lleva a la página en hebreo. La cuestión de ‘Traffic Light’ refleja un problema documentado en una investigación realizada por el centro de información de la Knéset en 2016, que reveló que solo ciertas partes de las páginas de los sitios web gubernamentales son accesibles en árabe.
Cinco ministerios (Ministerio de Finanzas, Ministerio de Economía e Industria, Ministerio de Ciencia, Tecnología y Espacio, Ministerio del Interior y Ministerio de Bienestar y Servicios Sociales) no tienen forma de contactar o enviar consultas públicas en árabe; estos ministerios constituyen aproximadamente el 20% de los 24 ministerios gubernamentales y aproximadamente el 29% de los ministerios.
El Centro Mossawa – El Centro de Defensa de los Ciudadanos Árabes en Israel, envió muchas cartas a diferentes instituciones gubernamentales durante la pandemia, incluida la Seguridad Nacional, exigiendo que proporcionen contenido en árabe al público. Cuando la respuesta fue mínima, el Centro Mossawa, junto con otras organizaciones de la sociedad civil, se encargó de traducir una gran parte del contenido importante al público árabe.
Según un nuevo estudio, el 60% de los museos de Israel no tienen servicio ni acceso a información en árabe. El estudio, realizado por los abogados Hanan Margia e Idan Ring, examinó parámetros como señalización, sitio web, publicidad y marketing de Facebook, boletines y mapas, videos, presentaciones y audioguías. De acuerdo con los hallazgos del estudio, en 12 de los 20 museos examinados, no hay árabe en absoluto, o la presencia del idioma es mínima e incluye principalmente letreros referidos a salidas, entradas y servicios.
Durante muchos años, el Centro Mossawa exigió al municipio de Haifa que renovara uno de los edificios antiguos en el barrio histórico de Wadi Alsaleeb y lo convirtiera en un Museo Árabe. Hasta el día de hoy, la sociedad árabe palestina en Israel no tiene museos propios ni un cine que proyecte películas en idioma árabe. La demanda del Centro Mossawa puede resolver no solo una necesidad cultural de la sociedad árabe palestina, sino también la financiera. Al renovar hermosos edificios abandonados en los barrios árabes palestinos, abre una puerta para que las empresas se instalen en el área, brindando una solución al problema del desempleo y sacando familias de la pobreza.
Una reducción de las tasas de pobreza puede ser la respuesta a la gran pregunta que el gobierno no está respondiendo hoy en día: cómo detener las tasas de criminalidad y el mercado negro en la sociedad árabe palestina. Todo comienza reconociendo ante todo a los árabes palestinos, su cultura, su herencia y su idioma.
[Se prohíbe expresamente la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del contenido de esta web sin autorización expresa y por escrito de El Intérprete Digital]
Alya Zoabi es Doctora en Derecho por la Universidad de Exeter, coordinadora de defensa parlamentaria y legal en el Centro Mossawa y fundadora y directora ejecutiva de la empresa Marathon de servicios de edición, traducción e informática.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Mondoweiss el 27 de julio de 2021.