Por Kristen Mullin Pink Jinn
Escondida en las montañas del Medio Atlas de Marruecos se encuentra Sefrou, una ciudad bulliciosa conocida por su cosecha anual de cerezas. En sus calles hay cooperativas de mujeres que venden todo tipo de productos, desde caftanes hasta aceite de argán. En cada una de estas organizaciones, trabajan mujeres moviendo todas las partes necesarias para administrar negocios prósperos.
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Prolíficas en la región, las cooperaciones de mujeres en Sefrou comenzaron todas gracias a una institución y una mujer: Cooperativa Cherry Buttons y Amina Yabis.
En 2000, Amina Yabis tuvo la idea de crear una cooperativa para mujeres en su ciudad natal. Sefrou es conocida en todo Marruecos por sus botones de djellaba, que fueron introducidos por los judíos sefardíes, quienes enseñaron el oficio a sus vecinos musulmanes.
Décadas más tarde, las mujeres de Sefrou continuaron transmitiendo el oficio de generación a generación. En un guiño a sus orígenes y tradición, los botones todavía están cosidos con la forma de la Estrella de David en la parte superior.
A lo largo de la historia, las mujeres de Sefrou dependieron en gran medida de la elaboración y venta de botones de djellaba como medio de obtener ingresos adicionales para sus familias. Sin embargo, tendían a ser comprados en masa por hombres que pagaban a las mujeres un salario exiguo y luego los vendían a un precio mucho más alto en todo el país.
Reconociendo la desenfrenada explotación económica del tiempo y las habilidades de estas mujeres, Amina decidió crear la única cooperativa de mujeres enfocadas en el rubro. De esta manera, no solo podrían hacer botones de manera más eficiente al trabajar en equipo, sino que podrían aumentar exponencialmente sus ganancias y asegurarse de que se les pague adecuadamente por su trabajo.
El enfoque de la cooperativa también cambió con el tiempo. En una mezcla de tradición e innovación, Amina tuvo la idea de crear bijouterie con los botones. Ahora, la cooperativa vende en gran medida collares, aretes y pulseras elaboradas con varios tipos de botones de djellaba.
Sin embargo, Amina no sólo quería asegurarse de que las mujeres de Sefrou fueran compensadas por su trabajo, sino también demostrar que desempeñaban un papel fundamental en el bienestar social y económico de Marruecos.
Veintidós años después lo logró. La cooperativa de Amina consta de cuarenta miembros, con más de 200 mujeres trabajadoras. No solo eso, sino que también a lo largo de los años, Amina adquirió experiencia en cómo gestionar pequeñas empresas, lo que le permitió apoyar a otras mujeres de Sefrou en sus esfuerzos por iniciar sus propias organizaciones. Las mujeres son ahora miembros visibles y activos de la economía local.
La Cooperativa Cherry Buttons allanó el camino para las mujeres en Sefrou, en particular para aquellas que de otro modo seguirían marginadas en la sociedad. Como organización emplea a mujeres de todos los orígenes (madres solteras, divorciadas y sin educación), lo que les brinda la oportunidad de empoderarse económicamente y ser autosuficientes. Como explica Wafae Safar, nuera de Amina y líder de la cooperativa:
“Nuestra cooperativa, y muchas otras, están dando oportunidades de trabajo a las mujeres, todas somos lo mismo, todas somos mujeres, todas necesitamos trabajar y cuidar a nuestros hijos”
El viaje no estuvo exento de desafíos, pero gracias al compromiso incansable de las mujeres, la cooperativa siguió expandiéndose. Cuando comenzó, no tenían una ubicación desde la que pudieran trabajar y no encontraban espacio para alquilar. Finalmente, pudieron despejar un lugar en el sótano de Amina, pudiendo celebrar reuniones y colaborar con los productos.
Como la primera cooperativa dirigida por mujeres en la ciudad, descubrieron que otras a menudo dudaban en unirse. Las empresas dirigidas por mujeres eran una rareza en Sefrou en ese momento, y muchas no tenían la confianza para dar un paso adelante y participar.
Con el tiempo y con algo de convencimiento por parte de Amina, más y más mujeres se unieron a la cooperativa y las ventas comenzaron a aumentar. Finalmente, pudo comprar una tienda en Sefrou, que utilizaron como taller y punto de exhibición de los productos.
Tras ello, comenzó a acoger a grupos de turistas en el taller, especialmente, desde Europa y Estados Unidos, quienes comenzaron a visitarla para escuchar su historia, ver cómo trabajan las mujeres y comprar productos para llevar a casa.
La cooperativa también amplió su alcance más allá de las fronteras de Marruecos. En asociación con Agay, que fabrica ropa bordada a mano, Cherry Buttons produce chaquetas para Ibu Alliance, una tienda en Carolina del Sur que vende productos de artesanas de todo el mundo. A su vez, esta alianza le permitió adquirir tres máquinas de coser industriales, un espacio dentro de la oficina para enfocarse en el lado comercial y un empleado de tiempo completo enfocado en expandir el alcance de las cooperativas en la región.
Durante la pandemia, Ibu también proporcionó a las mujeres equipo de protección personal y para hacer máscaras faciales para la comunidad. Gracias a la asociación de la cooperativa con Ibu, las mujeres pudieron ayudar a su comunidad a mantenerse cuidada de la pandemia.
Sin embargo, independientemente del alcance de la cooperativa, ésta siempre tendrá sus raíces en Sefrou. Como explica Wafae:
“Nuestra cooperativa es muy importante porque es la primera netamente femenina en Sefrou, esto es algo que nos inspira orgullo. Todos los ciudadanos están orgullosos y agradecidos por lo que la cooperativa aporta a la ciudad. Nuestra ciudad es conocida ahora por nuestra cooperativa. Amina también ayudó a muchas mujeres a crear sus propias cooperativas y desarrollar sus propios negocios…la cooperativa también es importante en nuestro pueblo porque apoyamos a las mujeres jóvenes y las animamos a unirse y ser parte de algo. Se anima a todas a unírsenos…tenemos muchas mujeres fuertes trabajando con nosotras”.
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Kristen Mullin es asociada del Programa InterAction donde trabaja en cuestiones de protección. Con anterioridad, se desempeñó en Cherry Buttons en Sefrou y en la École Canadienne de Tunis, Túnez.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Pink Jinn 8 de septiembre de 2021