Por Majid Rafizadeh para Arab News
Parece que el régimen iraní ha proporcionado a Israel la excusa perfecta para emprender acciones militares contra Teherán. La oportunidad llegó luego de que la República Islámica se viera implicada en el ataque con drones a un barco petrolero, propiedad del multimillonario israelí Eyal Ofer, frente a las costas de Omán. Dos miembros de la tripulación, un británico y un rumano, murieron en el ataque.
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Esto ha dado lugar a acalorados intercambios entre los líderes israelíes e iraníes, que han alcanzado niveles peligrosos. El Ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, advirtió de una respuesta armada e instó a la comunidad internacional a respaldar a Israel, diciendo: “Estamos en un punto en el que necesitamos tomar medidas militares contra Irán. El mundo tiene que tomar medidas contra Irán ahora”.
Mientras tanto los dirigentes iraníes, no han hecho ningún intento para aliviar las tensiones. Para Teherán, retroceder ante las amenazas israelíes es un signo de debilidad. Por ello, la República Islámica señaló inmediatamente que está preparada para responder a cualquier potencial acción militar llevada a cabo por Israel.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Saeed Khatibzadeh, tuiteó: “Lo decimos claramente: cualquier acto insensato contra Irán tendrá una respuesta decisiva. No nos pongan a prueba”.
El jefe del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), el general de división Hossein Salami, advirtió en su discurso a las fuerzas navales en una visita a la costa sur de Irán que: “Los que hablan en contra nuestra con un lenguaje amenazante, incluido el primer ministro del régimen sionista y otros funcionarios de ese régimen, deben ser conscientes de las peligrosas consecuencias de sus comentarios y ejercer la necesaria cautela en sus cálculos.”
El primer ministro israelí, Naftali Bennett, indicó que su país podría “actuar solo” contra Teherán. Aunque Irán se jacta de que podría aniquilar fácilmente a su rival, la capacidad militar general de Israel es superior a la de Irán. La fuerza aérea israelí es una de las mejores del mundo, en parte debido a la experiencia en combate de sus pilotos. Los aviones de combate tecnológicamente avanzados de Israel, como el F-4 Phantom II, el F-15 y el F-35 Lightning II, son muy superiores a los aviones de Irán, que fueron comprados a Estados Unidos antes de la revolución de 1979 u obtenidos de Rusia. Mientras que Irán ha obtenido recientemente el sistema S-300 de fabricación rusa, Israel cuenta con tres sofisticadas respuestas antimisiles: “Cúpula de Hierro”, el sistema de defensa “Patriot” de fabricación estadounidense y “Magic Wand”. También se cree que Israel dispone de unas 80 ojivas nucleares, que pueden ser lanzadas a través de misiles balísticos, drones o aviones de combate.
Pero es importante señalar que, en caso de guerra, Irán probablemente desplegaría a sus aliados, Hezbolá y Hamás, para infligir daños a Israel. El CGRI ha equipado a Hezbolá con sofisticados misiles capaces de golpear a Israel. Salami también declaró a la televisión estatal IRIB: “Hoy, más que nunca, existe un terreno fértil para la aniquilación, el exterminio y el colapso del régimen sionista. Sólo en el Líbano hay más de 100.000 misiles listos para ser lanzados. Si hay voluntad, si sirve a nuestros intereses, y si el régimen sionista repite sus equivocaciones del pasado debido a sus errores de cálculo, estos misiles golpearán el corazón del régimen sionista. Prepararán el terreno para su gran colapso en la nueva era”.
Teherán también puede emplear a sus milicias en Siria e Irak para atacar a Israel. El régimen iraní ha estado estableciendo fábricas de armas en el extranjero y fabricando misiles balísticos avanzados y armas en países extranjeros, incluida Siria. Estos incluyen misiles guiados de precisión con tecnología avanzada para atacar objetivos específicos. Las fábricas de armas de Irán en el extranjero le dan una capacidad militar ventajosa para librar guerras o golpear a otras naciones a través de terceros países como Siria.
En tal escenario, Líbano, Siria, Irak y Palestina se verían arrastrados al conflicto. Además, no hay que excluir la posibilidad de que el régimen iraní arremeta y cause estragos también en el Golfo. Teherán ha amenazado en repetidas ocasiones con cerrar el estrecho de Ormuz, por el que pasa casi un tercio del comercio marítimo de petróleo del mundo. El ex ministro de Asuntos Exteriores, Ali Akbar Salehi, advirtió anteriormente a los vecinos árabes de Irán que no se pusieran en una “posición peligrosa” al alinearse con Estados Unidos.
Además, una guerra entre Irán e Israel probablemente arrastraría a Estados Unidos, ya que Washington se vería obligado a respaldar militarmente a su aliado Israel. Esto significa que otras potencias mundiales, como Rusia y China, considerarían que el apoyo al régimen iraní es fundamental para asegurar su influencia en la región y evitar que el equilibrio de poder en Oriente Medio se incline hacia Estados Unidos y sus aliados.
En resumen, a medida que las tensiones entre Israel e Irán se intensifican, es importante señalar que cualquier guerra entre ambos probablemente convertiría la región en una conflagración, arrastrando también a las potencias mundiales al conflicto.
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El Dr. Majid Rafizadeh es un politólogo iraní-estadounidense educado en Harvard que se especializa en Irán y la política exterior de Estados Unidos. Actualmente se desempeña como presidente del Consejo Estadounidense Internacional, y forma parte del comité de la revista Harvard International Review.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Arab News el 15 de agosto de 2021.
