Por Joud Salah para Institute for Palestine Studies
Cuando Jude Heib empezó a escribir música hace nueve años, encontró consuelo en el espacio que le ofrecía para verter el contenido de su corazón en una página. Veía la música como una terapia, que surgía de un lugar personal y sincero, crudo y vívido.
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“Mi música [habla] de mí [y] sigue siendo, en cierto modo, terapéutica. Pero mis canciones son también cartas mías al mundo con las que mucha gente se siente identificada”, dice Heib en una entrevista de Zoom con Palestine Square.
Este rapero palestino de 23 años comenzó a contribuir públicamente a la escena musical en 2018. Actualmente dedicado a la música trap palestina, Heib escribe canciones que reflejan experiencias y emociones personales y, al hacerlo, ofrece una expresión holística de la condición humana con la que su público resuena. Los temas melancólicos se abren paso a través de las pistas de Heib en forma de pérdida personal, luchas con el yo y la mente, y el desamor. Igualmente, un toque despreocupado se hace evidente en el rap de estilo libre más experimental, en los animados ritmos de sus canciones de fiesta y en los momentos espontáneos de hacer música con buena compañía.
Heib describe la diversidad temática de su música como algo natural.
“[Cuando] escribes la canción tú mismo, la vas a cantar como recuerdos o pensamientos. Básicamente te estás cantando a ti mismo, así que es más genuino. Supongo que [es simplemente] diferentes lados de mi personalidad o diferentes etapas [de mi vida]”, dice Heib.
Las imágenes potentes son fundamentales para transmitir los mensajes de Heib. En su canción Alibaba, nos encontramos en medio de un tiroteo que induce a la adrenalina. En Ghufran, nos transportamos a un escenario sombrío en el que Heib busca agarrarse a cualquier cosa para no caer. Dice que la canción trata de la idea de no tener nada que perder. En Casablanca, una de las canciones más populares de Heib, se nos revela un fragmento del proceso de creación, que congela para Heib un recuerdo de los buenos momentos pasados con los amigos haciendo música en su apartamento tipo loft en Haifa.
La introducción de Casablanca es la genuina reacción de Heib a la primera vez que escuchó su ritmo, y a su amigo armando un escándalo mientras cocinaba de fondo.
“Mis amigos y yo bajamos de Nazaret [a mi apartamento en Haifa] y dormimos allí durante una semana. No salíamos del apartamento, sólo hacíamos música. El productor puso un ritmo mientras mi amigo cocinaba… si escuchas atentamente, puedes oír el tintineo de las cucharas y los tenedores en el plato. Y le dije: ‘¡Cállate, quiero grabar!”, dice Heib sonriendo al recordarlo.
Los temas de Heib están en árabe, pero esa no era la lengua elegida cuando empezó a hacer música. El inglés era el idioma preferido en la escena musical de Nazaret en aquella época. Su transición al rap en árabe se inspiró en un evento de hip-hop al que asistió en Nazaret en 2015 llamado Had Howe El Hip-Hop, que en árabe significa Esto es Hip-Hop.
“Asistí con un amigo y no sabía de qué se trataba. Un par de raperos subieron al escenario y empezaron a rapear y me enamoré del hip-hop árabe. Así que empecé a escribir por mi cuenta”.
Ocasionalmente, aparecen palabras y versos en hebreo en algunas de las canciones de Heib, como en Casablanca y Toyota Freestyle; una inclusión natural dada su crianza en el interior de Palestina [’48 territorios ocupados’].
“Vivo en Nazaret. En el día a día de los palestinos de aquí, utilizamos el hebreo… Se ha convertido en [parte de] nuestro diccionario diario”, explica Heib.
Sin embargo, Heib no cree que vaya a utilizar nunca intencionadamente la lengua hebrea en su música.
“Quería rapear en árabe porque soy árabe y estoy orgulloso de mi lengua. Se ha producido un gran cambio aquí y ahora todo el mundo quiere cantar en árabe. Están orgullosos de ser árabes y quieren enviar este mensaje al mundo”, dice Heib.
Heib ofrece una visión de la vida en el interior de Palestina [’48 territorios ocupados’] a muchos oyentes palestinos de la diáspora que no tienen acceso tangible a Palestina.
En el contexto más amplio de la música palestina, el rap de Heib se aleja de los conocidos himnos de la cultura de la resistencia y de las representaciones estáticas del palestino como héroe y ser político. En cambio, la música de Heib hace resonar el mensaje de que hay algo más en la vida palestina, presentando a los palestinos como seres dinámicos capaces de experimentar el amor, la alegría, el desamor y la lucha personal.
“Estoy de acuerdo en que la mayor parte de la música palestina [está vinculada a] la resistencia. Pero hay diversidad y realmente creo que debemos impulsar esa diversidad. La resistencia… la vivimos día a día, pero hay otras [cosas] que también vivimos día a día”, dice Heib.
Heib está a punto de lanzar nuevas canciones. Considera que su estilo ha evolucionado a lo largo de su trayectoria musical.
“Toda mi música hasta ahora ha sido experimental en cierto modo, [estaba] intentando encontrar mi estilo, de ahí que [los temas sean tan diferentes]”.
El próximo álbum de Heib marca un cambio en su música. “Van a ser canciones que siguen siendo diversas [en su naturaleza] pero en todas ellas puedes decir: ‘Sí, Jude está cantando’. Creo que por fin he encontrado mi estilo de rap para poder hacer las canciones que quiero y no experimentar”.
El título del nuevo álbum de Heib indica este cambio: Min Al Nihaya Ila Al Bedaya, que en árabe significa ‘Del Fin al Principio’. Heib pone fin a una fase de descubrimiento y comienza una de reconocimiento.
La primera de las nuevas canciones de Heib, Sdqni Msh Nasi ft. Fawzi, se espera que se publique a finales de septiembre.
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Joud Salah es un estudiante palestino que cursa un máster en Comunicación Digital y Opinión Pública en la Universidad de Milán. Nació en Arabia Saudí. Joud se graduó en la Universidad Americana de Beirut con una licenciatura en Administración de Empresas y una especialización en marketing y tiene el Premio de Marketing Imad y Annelie Baalbaki.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Institute for Palestine Studies el 31 de agosto de 2022.