Por Maha AbdelAzim para Cairo Review
¿Dónde termina la religión y comienza la cultura? Bassam Tibi ha pasado una distinguida carrera explorando esa pregunta que invita a la reflexión. Profesor emérito de Relaciones Internacionales en la Universidad de Göttingen y autor de más de cuarenta libros sobre las interacciones entre el islam, la sociedad y la política, Tibi sostiene que el islam tiene manifestaciones increíblemente diversas en todo el mundo.
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Tibi nació en Damasco, pero fue a Alemania cuando era joven para obtener un doctorado y finalmente se convirtió en ciudadano alemán. Al vivir entre comunidades musulmanas fuera de su Siria natal, rápidamente se dio cuenta de que mucho de lo que creía sobre el islam en realidad estaba relacionado con cierta cultura del Medio Oriente.
Al visitar Senegal, recuerda haber encontrado un tipo de islam tan diferente de la versión de Medio Oriente con la que estaba familiarizado que algunos de sus aspectos le parecieron ‘no islámicos’. “Mais c’est africain, c’est notre religion, c’est notre Islam”, le dijeron. (“Pero es africano, es nuestra religión, es nuestro islam”).
La idea de que el islam no era un concepto extraño sino parte de la cultura local inspiró a Tibi a aplicar un marco similar para entender el islam en Europa. Así surgió el célebre concepto de euroislam de Tibi, que propone que los musulmanes pueden asimilarse completamente como europeos sin comprometer sus creencias religiosas y sin ‘islamizar’ Europa, como muchos nacionalistas europeos han llegado a temer que es el resultado inevitable de la integración musulmana. El euroislam es un concepto social, no religioso.
“No me refiero a las credenciales del islam”, explicó durante una charla reciente en la Universidad Americana de El Cairo. “El islam se basa en los cinco pilares, por lo que las creencias islámicas son sagradas. Pero por la forma en que vives, es posible ser un creyente musulmán y tener una forma de vida europea”.
Para Tibi, la verdadera elección a la que se enfrentan los musulmanes que viven hoy en Europa no es entre ser musulmanes o europeos, sino entre integrarse o permanecer separados. La integración, según Tibi, va más allá de la ciudadanía legal o incluso de la integración económica. Requiere participar en una cultura política de pluralismo.
Se opone firmemente a la alternativa a esta cultura política, donde los musulmanes en Europa viven en lo que él llama ‘sociedades paralelas’. Tales comunidades pueden ser parte de Europa legal o económicamente, pero más allá de esto, llevan sus vidas dentro de sus propias comunidades religiosas y étnicas.
En cambio, Tibi argumenta que los musulmanes deben ir más allá y participar en una cultura política basada en cinco principios no negociables: separación de Iglesia y Estado, democracia, derechos humanos, pluralismo religioso y sociedad civil. En lugar de asimilarse por completo y abandonar la religión para integrarse, dice Tibi, los musulmanes solo necesitan agregar y vivir de acuerdo con estos cinco principios.
Tibi también insta a los debates críticos sobre los musulmanes en Europa, y advierte que la preocupación legítima por la islamofobia no debe sofocar el debate público abierto. Utilizando el ejemplo de la agresión sexual masiva en la víspera de año nuevo en Colonia, Alemania, argumenta: “La libertad de expresión significa abordar los problemas de manera racional. Lo que estos mil árabes le hicieron a las mujeres está mal y si guardamos silencio al respecto, no estará bien”.
El islam no es una idea monolítica, argumenta Tibi. “La esencialización del islam”, dice, “proviene no sólo de los europeos, sino que a menudo proviene de muchos [musulmanes] mismos. Dicen que solo hay un islam y que o lo tomas o lo dejas”. Señala que esta idea contradice la realidad del islam sobre el terreno. Incluso entre los musulmanes europeos, no existe una sola comunidad islámica, y dentro de estas comunidades, cada individuo tiene su propia interpretación del islam. Como dice Tibi: “Nunca contradiría lo que dice Alá… pero esto no es Alá, eres tú”.
Este individualismo es central en la visión de Tibi: “Soy musulmán, pero quiero ser juzgado como individuo. Así que si soy ‘malo’, soy malo como Bassam, no como musulmán. Y si soy ‘bueno’, soy bueno como Bassam y no musulmán”.
Tibi también ha escrito extensamente sobre otros temas como la reforma islámica y el islam político. Su libro más reciente, The Islamist Shari’atization of Polity and Society: A Source of Intercivilizational Conflict, (N.d.T: “La shariatización islamista de la política y la sociedad: una fuente de conflicto entre civilizaciones”) se inspiró en el crecimiento de los movimientos islamistas durante la Primavera Árabe. La separación del islam como religión de sus manifestaciones sociales y políticas también está en el centro de este trabajo. Como lo hizo a lo largo de su larga carrera, Tibi hace todo lo posible para desvincular la religión del islam de las influencias políticas e históricas que dan forma a lo que parece hoy.
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Maha AbdelAzim es reportera e investigadora en Cairo Review of Global Affairs.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por Cairo Review el 23 de abril de 2015.