Por TIMEP para The Tahrir Institute of Middle East Policy
Mientras el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, TIMEP entrevistó a mujeres defensoras de la región de Medio Oriente y África del Norte (MENA) sobre las formas en que están desafiando las raíces de la desigualdad de género.
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En esta sesión de preguntas y respuestas, TIMEP entrevistó a Malaz Emad, feminista sudanesa sobre los desafíos y problemas que enfrentan las mujeres en Sudán y el camino a seguir en medio de la transición crítica del país.
– Las mujeres estuvieron al frente de la revolución de Sudán del 2018-2019, liderando protestas y articulando poderosas demandas de cambio. ¿Cómo describiría el rol que actualmente desempeñan las mujeres en el movimiento de resistencia en curso desde el golpe?
– Las mujeres sudanesas no vacilaron en oponerse firmemente al golpe y los acontecimientos que afectaron negativamente a Sudán. Conocen muy bien el impacto que tuvo y tendrá el golpe sobre la condición de la mujer y los problemas que enfrentan las mujeres, incluida la violencia y el deterioro de la situación económica, social y política. La participación de las mujeres en el movimiento popular fue y sigue siendo fuerte, y se está dando a través de las diversas vías que tienen a su alcance. Algunas participan al estar en la primera línea de las manifestaciones, otras participan a través de los medios de comunicación y otras brindan asistencia médica y de campo a los manifestantes heridos. Las mujeres también se organizaron uniéndose a actividades de resistencia que rechazan el golpe, como los comités de resistencia.
– ¿Cómo se cruzan las demandas del movimiento de resistencia sudanés con los temas de justicia de género?
– Las demandas del movimiento de resistencia sudanés se basan en tres prioridades: libertad, paz y justicia. Cuando decimos justicia, nos referimos a la justicia en todas sus formas, incluida la justicia social y la compensación para todas las víctimas. La justicia en este sentido no está separada de la igualdad de género. La igualdad de género está en el centro de las demandas de los grupos feministas y de derechos de las mujeres; y consideran alcanzar la igualdad en todos los ámbitos de la vida como una meta de la revolución y un impulso para su participación en las protestas que se desarrollan desde diciembre de 2018. Para mí, no existe justicia sin justicia de género, ni revolución sin un movimiento que incluya estas demandas en todas sus formas. La justicia debe implicar poner fin a la opresión del Estado y modificar las leyes que fomentan la desigualdad de género, las leyes laborales y otros marcos legales.
– En el Sudán de hoy, ¿cuáles describiría como los problemas más importantes que se interponen en el camino de la igualdad de las mujeres y el acceso a la igualdad de derechos?
– La Ley de Derechos Personales de Sudán se encuentra entre los problemas más importantes que impiden la igualdad. Mientras esta ley permanezca en los libros con sus disposiciones actuales, no veremos un cambio real en las cuestiones de género. Esta ley es producto del enfoque del antiguo régimen con sus puntos de vista políticos islamistas que no se adaptan ni reflejan la diversidad que existe en Sudán actualmente. Sudán es un país de diferentes razas, religiones y culturas, y deben existir leyes que reflejen esta diversidad y que brinden justicia para todos los segmentos de la sociedad. Otro problema importante que impide la igualdad entre hombres y mujeres en Sudán son las normas sociales predominantes, sobre todo en torno a la participación política, el derecho de las mujeres al trabajo y la independencia económica.
– ¿Qué rol jugaron la sociedad civil y los movimientos feministas sobre el terreno para lograr un mayor acceso a la igualdad de derechos en Sudán?
– En mi opinión, las organizaciones de la sociedad civil dedicadas a abordar la igualdad de género en Sudán se enfrentaron a una serie de desafíos, incluida la falta de espacios suficientes y seguros para realizar su trabajo en medio de un contexto político desafiante, y la falta de una estrategia clara para trabajar a nivel civil y social. A pesar de esto, existen varias organizaciones y movimientos feministas sudaneses que abordaron estos temas, presentado propuestas para modificar la legislación problemática, abriendo el espacio para el debate sobre estos temas mediante la organización de seminarios y foros, y trabajos organizativos para establecer demandas, claramente articuladas y por escrito, dirigidas al gobierno civil para lograr y apoyar el cambio. A medida que evolucionó la situación política, también se organizaron campañas de promoción. Una destacada campaña, llamada Khoshee Ellagna (Ingrese al Comité), tuvo como objetivo apoyar la participación de las mujeres en las esferas política y pública, promover sus demandas, y aumentar su presencia en puestos de toma de decisiones.
– En su opinión, ¿cuáles son las reformas legales y políticas más importantes que deberían realizarse para promover la igualdad de las mujeres en Sudán?
– Las reformas legales más importantes y visibles que necesitamos actualmente en Sudán son enmiendas a la Ley de Derechos Personales, cambios a una serie de disposiciones en las leyes laborales del país y la implementación de acuerdos como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEFDM), que no se aplica sobre el terreno a pesar de que el gobierno lo firmó. Estos cambios deben llevarse a cabo con la participación de los movimientos feministas y las organizaciones de la sociedad civil para garantizar que los pasos que se tomen realmente aborden las causas profundas y provocar un cambio sistémico en los marcos injustos que las gobiernan simplemente porque son mujeres. Y por supuesto, estas enmiendas no pueden separarse del cambio político.
Considero que todas las organizaciones feministas y de derechos de las mujeres deben unirse bajo el paraguas de objetivos compartidos que propicien la participación política de las mujeres y su presencia en roles de toma de decisiones en instituciones clave, todo lo cual debe ser proporcional a los inmensos sacrificios que las mujeres sudanesas hicieron por el cambio y la lucha por la libertad, la paz y la justicia.
Esta entrevista es parte de la serie de preguntas y respuestas “Forging a Gender Equal World: Women in MENA” de TIMEP, una colección de entrevistas con mujeres de y en la región MENA sobre su trabajo para combatir la desigualdad de género.
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Tahrir Institute for Middle East Policy (TIMEP) es una organización sin fines de lucro que centra su perspectiva en el discurso político para fomentar sociedades transparentes, responsables y justas en el Medio Oriente y África del Norte. TIMEP tiene su sede en Washington, D.C. y cuenta con una red de socios y becarios con sede tanto en la región MENA como en todo el mundo.
N.d.T.: El artículo original fue publicado por TIMEP el 12 de abril de 2022.