Por Editores para Institute for Middle East Understanding
El gobierno israelí sigue de cerca las comunicaciones y los desplazamientos de millones de palestinos que viven dentro de Israel y en los territorios ocupados (Cisjordania, Jerusalén Este y Gaza) que viven bajo el gobierno militar israelí desde 1967. Esta situación convierte a los palestinos en una de las poblaciones más vigilados del mundo.
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Esta vigilancia masiva es parte de una compleja red de control que Israel impuso a los palestinos, y muy especialmente en los territorios ocupados. Este sistema de control incluye la restricción del movimiento físico de personas y bienes, la división y el aislamiento de las ciudades y pueblos palestinos entre sí y del mundo exterior, y la represión de la libertad de expresión dentro y fuera de la internet.
El siguiente informe proporciona una descripción general de los métodos de vigilancia y control físico de Israel sobre los palestinos en los territorios ocupados.
1.- Vigilancia israelí y rastreo de palestinos
Israel utiliza cámaras y tecnología de reconocimiento facial para grabar y rastrear a los palestinos. Estas herramientas también se encuentran en los puestos de control militares por los que se ven obligados a pasar en la Cisjordania ocupada.
· En noviembre de 2021, el Washington Post informó que Israel intensificó su vigilancia de los palestinos en Cisjordania durante los últimos dos años con un “amplio esfuerzo de vigilancia”. Esto incluye el uso de una tecnología de reconocimiento facial llamada Blue Wolf bautizada por un exsoldado israelí del ejército israelí “Facebook para palestinos”. Se alentó a los soldados a tomar fotografías de palestinos, incluidos niños y ancianos, para la base de datos, con premios otorgados a las unidades que reunieron más información.
· The Washington Post también informó que el ejército israelí instaló cámaras de escaneo facial en Hebrón, la ciudad más grande de Cisjordania ocupada, para identificar a los palestinos antes de que muestren sus identificaciones en los puestos de control. Esto como parte de una “red más amplia de cámaras de televisión de circuito cerrado denominada ‘Hebron Smart City’ el cual proporciona monitoreo en tiempo real de la población de la ciudad, y según un ex soldado, a veces puede ver dentro de las casas”. Israel también instaló una extensa red de cámaras con un sistema de reconocimiento facial en la Ciudad Vieja de Jerusalén Este ocupada.
· La tecnología de vigilancia y reconocimiento facial desarrollada por Israel y desplegada sobre los palestinos en los territorios ocupados se exporta al extranjero, es comercializada como “probada en el campo”, y es ampliamente utilizada por EEUU y empresas multinacionales.
Israel también utiliza drones y globos militares para monitorear a los palestinos en los territorios ocupados, particularmente en Gaza.
· Combinado con el hecho de que Israel también usa drones para lanzar gases lacrimógenos y asesinar palestinos, su omnipresente presencia en lo alto causa ansiedad y un miedo generalizado entre la población.
Asimismo, Israel utiliza una poderosa tecnología de spyware como Pegasus, desarrollada por el ejército israelí y empresas privadas dirigidas por ex soldados, para espiar los teléfonos inteligentes de los palestinos.
· Pegasus permite a los usuarios espiar teléfonos inteligentes, y brinda acceso a las comunicaciones encriptadas, archivos de audio y video, fotos, datos de ubicación, cámara y micrófono. A principios de noviembre de 2021, se reveló que Israel había estado utilizando Pegasus para espiar a seis importantes organizaciones de la sociedad civil palestina, entre ellos, defensores de los derechos humanos que documentan los abusos israelíes. La Autoridad Palestina dijo que también se había encontrado software espía Pegasus en los teléfonos de tres altos diplomáticos palestinos.
· El 3 de noviembre de 2021, la administración Biden impuso sanciones a la empresa israelí que vende Pegasus (con la aprobación del gobierno de Israel), NSO Group, porque el software espía fue utilizado repetidamente por gobiernos autoritarios para “atacar” a periodistas, defensores de los derechos humanos, disidentes políticos y otros personeros.
Además, Israel utiliza colaboradores para espiar a otros palestinos e incitar agresiones entre palestinos, a menudo presionando a las personas para que cooperen con la violencia, el encarcelamiento y el chantaje en función de la información personal obtenida de la vigilancia u otros colaboradores.
· Desde que comenzó la ocupación de los territorios palestinos durante la guerra de junio de 1967, el ejército y la policía secreta israelíes utilizaron colaboradores para espiar a la población palestina. Con frecuencia, los palestinos son obligados a colaborar con violencia física, encarcelamiento, amenazas de exponer públicamente información personal potencialmente vergonzosa, o negarles a ellos o a sus seres queridos la posibilidad de viajar para someterse a un tratamiento médico que no está disponible en Cisjordania o Gaza.
· En septiembre de 2014, un grupo de 43 veteranos de la Unidad 8200 de recopilación de inteligencia ultrasecreta del ejército israelí firmó una carta pública enviada a sus comandantes y al Primer Ministro declarando que ya no trabajaría en nada que tuviera que ver con los territorios ocupados durante su servicio de reserva obligatorio debido al daño causado por el espionaje israelí. Destacaron el uso de información personal obtenida del espionaje para chantajear a las personas para que colaboren.Según The New York Times:
“En el testimonio y en las entrevistas […] los veteranos de la Unidad 8200 describieron actividades de explotación centradas en inocentes a quienes Israel esperaba reclutar como colaboradores. Dijeron que la información sobre condiciones médicas y orientación sexual se encontraban entre los datos recopilados. Declarando que los palestinos carecían de protección legal contra el acoso, la extorsión y las lesiones. “Las conversaciones sobre sexo de los palestinos siempre fueron un tema candente que se compartían entre los miembros de la unidad para reírse”, se lee en el testimonio de un oficial.
· La carta de los veteranos también señaló cómo Israel usa la información recopilada del espionaje para sembrar discordia dentro de la sociedad palestina, y también cómo evidencia secreta en el sistema judicial militar de Israel. Ambas prácticas fueron condenadas por las organizaciones de derechos humanos:
“La población palestina bajo el régimen militar está completamente expuesta al espionaje y la vigilancia de la inteligencia israelí. Se utiliza para la persecución política y para crear divisiones dentro de la sociedad palestina al reclutar colaboradores y empujar a partes de la sociedad palestina contra sí misma. En muchos casos, la inteligencia impide que los acusados reciban un juicio justo en los tribunales militares, ya que no se revelan las pruebas en su contra”.
Israel sigue de cerca a los palestinos en las redes sociales, arrestando a personas por publicaciones que fomentan la resistencia a la ocupación de Israel y al régimen del apartheid, y presionando a las empresas de tecnología para que censuren las publicaciones y suspendan las cuentas de periodistas, activistas y otros palestinos.
· Durante la escalada de violencia en mayo de 2021 que fuera provocada por los intentos israelíes de desplazar por la fuerza a las familias palestinas de sus hogares, y las agresiones a los fieles palestinos en el venerado complejo de la mezquita del Noble Santuario en el Jerusalén Este ocupado, millones de publicaciones de palestinos y sus seguidores, incluidos periodistas y defensores de los derechos humanos, fueron bloqueados y restringidos por Facebook, Instagram y Twitter. Esto provocó la condena de los grupos de derechos humanos. También se suspendieron cuentas pertenecientes a palestinos, incluida la cuenta de Instagram de Mona El Kurd, quien fuera nombrada una de las personas más influyentes de 2021 por la revista Time, junto con su hermano Mohammed, debido al rol que desempeñaron durante la resistencia a los intentos de los colonos por apoderarse de las casas de su familia y de otros palestinos en Jerusalén Este.
2. Restricciones israelíes al desplazamiento físico de los palestinos
Israel utiliza tarjetas de identificación biométricas, permisos de viaje y control del registro de población en los territorios ocupados para monitorear a los palestinos y limitar dónde y con quién pueden vivir y dónde pueden viajar.
· Todos los palestinos en los territorios ocupados deben tener tarjetas de identificación emitidas por Israel que están codificadas por colores. Esto afecta todas sus actividades; desde la libertad de movimiento hasta la reunificación familiar. Los palestinos en Cisjordania y Gaza tienen identificaciones verdes y los palestinos en Jerusalén Este tienen identificaciones azules. Los palestinos con identificaciones verdes tienen prohibido ingresar a Jerusalén u otras partes de la Palestina histórica dentro de las fronteras de Israel establecidas en 1967 u reconocidas internacionalmente sin un permiso especial que rara vez es otorgado. Todos los palestinos en los territorios ocupados necesitan permiso israelí para viajar al extranjero.
· El control israelí del registro de población proporciona al ejército una enorme base de datos de información que cubre a todos los palestinos en Cisjordania y Gaza, permitiendo controlar sus movimientos y derechos de residencia. Según el Observatorio de Derechos Humanos:
“Desde 1967, el registro de población fue central en los esfuerzos administrativos israelíes para controlar la composición demográfica del territorio palestino ocupado […] Israel utiliza el estatus de residencia de los palestinos como una herramienta para controlar el lugar de residencia, las mudanzas dentro del territorio, y los viajes fuera de Cisjordania, así como los viajes desde Gaza a Israel y Cisjordania. Israel utiliza muros, puestos de control militares y otros obstáculos físicos para controlar y limitar los movimientos de los palestinos”.
· En un momento dado, existen cientos de puestos de control militares israelíes, bloqueos de carreteras y otros obstáculos al movimiento palestino dentro de la Cisjordania ocupada, un área más pequeña que el estado de Delaware. Una red de rutas exclusivas para israelíes conecta a los asentamientos entre sí y con el propio Israel divide aún más a las comunidades palestinas en cuyas tierras se construyeron las carreteras y restringe la circulación de personas. Los asentamientos israelíes y el muro de Cisjordania también limitan el movimiento de los palestinos y los separan de su tierra y de los demás. Por otro lado, Israel también construyó un muro a lo largo de la frontera de la Gaza ocupada y sitiada para facilitar el encarcelamiento y el control de los palestinos allí.
El asedio ilegal y el bloqueo de Gaza por parte de Israel impiden que dos millones de palestinos abandonen el diminuto enclave costero empobrecido salvo raras excepciones.
Desde 2007, Israel impuso un sitio paralizante y un bloqueo naval en Gaza, lo cual fue condenado por la ONU y organizaciones de derechos humanos, como un castigo colectivo a toda la población e ilegal. Bajo el asedio es casi imposible para los palestinos salir de la pequeña y empobrecida Gaza, e incluso viajar a Cisjordania o Jerusalén para estudiar, trabajar, visitar a la familia o recibir tratamiento médico vital. El ejército israelí también le impide a los pescadores viajar lejos de la costa de Gaza, y les niega la posibilidad de llegar a los caladeros más productivos. Esto lo hace por medio de detenciones frecuentes, disparos o el constante asedio. De ahí que, Gaza se describa a menudo como la prisión al aire libre más grande del mundo.
Israel impide que la mayoría de los palestinos visiten Jerusalén.
Israel niega a la mayoría de los palestinos en Cisjordania y Gaza ocupados la posibilidad de viajar a Jerusalén Este ocupada para visitar a familiares, amigos, hacer negocios, o adorar en sus lugares sagrados. Todo eso a pesar que según el derecho internacional Jerusalén Este no es legalmente parte de Israel y se considera una unidad territorial única junto con el resto de los territorios ocupados. Jerusalén es central para la identidad nacional , la cultura y la vida religiosa palestinas. Sin embargo, la mayoría de los palestinos no tiene permitido visitar o vivir en la ciudad debido a las políticas racistas israelíes diseñadas para aumentar el número de residentes judíos y disminuir el número de palestinos.
Israel niega a la mayoría de los palestinos de la diáspora el derecho a visitar su patria.
Además de restringir el movimiento de los palestinos directamente bajo su control, Israel impide que la mayoría de los palestinos que viven fuera de Palestina/Israel regresen o visiten su patria. De ahí que surge el hecho de que más palestinos viven fuera de Palestina/Israel que dentro de la misma. Además, millones de refugiados palestinos tienen prohibido ejercer su derecho legal a regresar, porque no son judíos. Mientras tanto, los judíos nacidos en cualquier parte del mundo pueden mudarse a Israel o a un asentamiento construido ilegalmente en territorio palestino ocupado, y reciben automáticamente la ciudadanía israelí, al tiempo de que gozan de más derechos que los palestinos indígenas que los rodean.
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N.d.T.: El artículo original fue publicado por The Institute for Middle East Understanding 29 de noviembre de 2021.